N a r r a S o v i e s h u
La noche iba aparentemente bien, hablé con Navier, Heinrey no se presentó, y sólo tuve que retirarme cuando el capitán de la guardia real me avisó de los acontecimientos en nombre de Rashta.. fui a verla a su habitación, cuando llegué estaba sentada al borde de la cama con un pañuelo en la frente
-Majestad..- dijo con voz débil cuando me miró entrar
-Estás bien Rashta?- dije al acercarme y tocar su frente, sentía algo de lástima por ella, algo en mí aún la quería, aunque no arriesgaría todo para hundirme junto a esta, dijo algo en voz baja, casi moviendo solamente los labios, me acerqué para oír mejor entonces....
N a r r a N a v i e r
Me avisaron que Rashta se había desmayado y fui a verla para comprobar si estaba bien, no eh intercambiado palabra con ella desde que llegó, sentí que podría averiguar más sobre cómo es que llegó al palacio y porqué su comportamiento tan meloso con mi esposo, sin duda me tenía pensativa, estaba tan inmersa que entré sin tocar, y me arrepiento de no haberlo hecho..
Sovieshu estaba casi encima de Rashta, sus labios se movían con ansiedad y noté un ligero forcejeo entre ellos, sentí un dolor en el pecho, no eran celos, era tristeza y un sentimiento amargo, tal vez era decepción, aunque sentí que me ardían los ojos, desistí a llorar pues él era el emperador y estaba en todo su derecho de elegir a una amante, sólo que no pensé que lo haría tan pronto... apenas entré un sonido de sorpresa salió de mi boca, Sovieshu se levantó rápidamente y Rashta se cubrió la cara con las manos, estaba totalmente ruborizada..
-¡E.. Emperatriz!- dijo Rashta con gran nerviosismo y sorpresa en su voz, Sovieshu me miró, parecía confundido y preocupado a la vez
-Lo lamento.. conpermiso- intenté sonar neutral pero lo dije inconscientemente con la voz temblorosa, me di la vuelta y cerré la puerta tras mío, al instante esta se abrió y Sovieshu salió corriendo atrás de mi, rápidamente entré a la biblioteca y me seque las lágrimas que habían escapado a mis mejillas, Sovieshu entró y se acercó rápido, era muy tarde, estaba muy a oscuras y tanto mucamas como mis damas de compañía y el mayordomo no se encontraban cerca
N a r r a d o r
-Navier.. permíteme explicárte lo que pasó..- dijo Sovieshu con una preocupación severa en su voz, no sabía como explicarle que Rashta lo tomó de la camisa y lo besó.
Navier soltó un pesado suspiro y volteó a ver al emperador-No tienes nada que explicar, estás en tu derecho de tener cuantas amantes quieras- dijo con una voz seria y un tono molesto -conpermiso..- dijo y se dirigió a la puerta, pero Sovieshu bloqueó el paso con su brazo y se acercó a Navier
-¡No es mi amante!, ella me besó Navier..- dijo el pelinegro, estaba desesperado por explicarse pero no sabía como hacerlo sin sonar estúpido
-Emperador, es muy tarde para estos tipos de asuntos, buenas noches- dijo, esquivando al antes mencionado y saliendo a prisa por la puerta, apenas dobló la esquina del pasillo, comenzó a correr, se tambaleó y tropezó hasta caer completamente al suelo, un par de lágrimas escaparon de sus ojos al suelo, comenzó a sollozar, se sentía triste, pero decepcionada y cómo si le hubieran clavado una daga en el pecho, era un encuentro de sentimientos, se levantó pesadamente y caminó a su alcoba, al llegar, cerró la puerta con seguro y se tiró a la cama, lloró un rato hasta que se quedó dormida, Sovieshu estaba fuera de su habitación, escuchando cómo sollozaba, se sintió horrible, culpable y sentía hasta asco de si mismo, se dejó caer en la puerta con la espalda hacia esta, quería pedirle perdón a Navier, pero ella no lo aceptaría...
A la mañana siguiente, Navier salió al jardín, y de pronto escuchó cómo las damas susurraban
-Estoy totalmente segura que los vi!- dijo una protestando, llamando la atención de la Emperatriz, la cual se encontraba en su sitio favorito, su asiento se enredaderas
-¿¿Qué hacían??-
Dijo otra dama-Estaban besándose el emperador y la esclava que recogió, estaba casi encima de la mujer!- dijo como si estuviera indignada
-¿De verdad?- dijo una tercera dama incluyéndose en la conversación con intriga..
-No tengo tiempo para esto..- pensó Navier, no quería oír los comentarios de aquellas mujeres, comenzó a caminar sin rumbo fijo al interior de los jardines del palacio, llegando a una gran cerca y una pequeña reja, decorada con las enredaderas y flores silvestres que habían crecido en su marco
-Esto no estaba aquí antes..- pensóNavier abrió la puerta, dando paso a un jardín hermoso, al entrar completamente, se sintió como si una luz cegadora estuviera en su cara, era tanta luz que al caminar se tropezó con una rama y cayó al piso, al levantarse pudo visualizar un gran imperio, muchos arbustos y guardias a lo lejos.. pero no era su imperio..
-¿Donde estoy?..- preguntó aún aturdida por la luz que la guió a ese imperio, sus pensamientos se vieron interrumpidos por una docena de guardias que se acercaron a toda prisa a ella
-¡Su alteza!- dijo uno, quien parecía el capitán de la guardia, la levantaron y se apresuraron a escoltarla al interior del palacio
-¡Reina Navier!- dos mucamas se acercaron a ella y la miraron de arriba abajo, su vestido estaba arrugado y sucio por la tierra y su cabellera rubia estaba despeinada, rápidamente la llevaron a una alcoba, la limpiaron y la vistieron con un vestido rojo con detalles blancos
-¿Mi reina, que te sucedió?- Navier vio al príncipe Heinrey ir hacia ella y tomar su cara delicadamente con sus manos para inspeccionar que todo estuviera en orden
-Principe Heinrey.. ¿Que hace aquí?- pensó, pero de pronto dos niños la abrazaron-¡Mamá! ¿Qué te pasó?- dijeron una niña y un niño, con el cabello rubio y un gran parecido al príncipe Heinrey y a ella..
-¡¿Dónde estoy, Que hago aquí, Cómo llegué aquí?!- pensó Navier muy confundida y un tanto nerviosa, sólo se limitó a dar pequeñas palmadas en la espalda de los niños, Heinrey lo notó
-Mi reina..¿Estás bien?- dijo Heinrey acercándose y tocándole el mentón a Navier, quien sólo pudo asentir con la cabeza
-Denos un momento- dijo Heinrey levantando la mano para que todos se fueran -Lari, Kai, ustedes también- dijo hacia los niños quienes con nostalgia fingida dejaron la habitación y cerraron la puerta
-¿Navier qué te ocurre?- dijo Heinrey mirando a esta
-¿A mi? Nada.. estoy.. bien- dijo intentando sonar lo más neutral en su voz, pero algo la sacó de sus pensamientos
-Mh..- dijo el rubio de ojos morados -Tu no eres Navier..- finalizó
-Por.. Por supuesto que lo soy- dijo ella con cierta duda en su voz
-Navier abrazaría constantemente a los niños, y tú no lo hiciste- hizo una pausa- aunque pareces la Navier de hace 10 años-
-¿10... años?- dijo la rubia impactada, cómo han pasado diez años?
Navier comenzó a caminar, primero despacio a la puerta, Heinrey se acercó pero apenas tocó su hombro, Navier echó a correr, levantando un poco la parte delantera de su vestido para ganar más rapidez, Heinrey la seguía mientras gritaba su nombre para que parara, pero Navier no pensaba hacerlo, las damas de compañía y un par de guardias también corrieron tras de ella, se veía pálida y muy asustada, y lo estaba pues de estar caminando en su imperio, cayó al piso y se levantó en otro país, otro reino y al parecer..En otra vida..
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~Volver a estar contigo~ // TERMINADA💕💤
Fanfic✨Historia terminada el 21-01-2022 / 11:09 p.m.💤 Esta es la versión paralela de la historia ¿Y si Navier hubiera sido más cariñosa? ¿Y si Sovieshu hubiera sido diferente? ¿Que habría pasado? En un mundo paralelo, realmente, un mes antes de la apar...