NO TE DEJARE

CAPITULO 41

Todo era un caos en su casa que estaba llena de gente, el estilista ya la había arreglado y ahora estaban colocándole el vestido, las muchachas que serían su damas de honor la quisieron acompañar y aprovechaban para arreglarse ellas también. Don Hermes cosa poco habitual en él estaba muy tranquilo hablando con Inesita de los viejos tiempos y lo que era Cata estaba en la iglesia haciendo los últimos retoques

Ya estaba lista, jamás pensó que ella algún día se llegara a casar, si ella había nacido con su situación sentimental resuelta sería una "SOLTERONA" jojojo y ahora estaba a pocos minutos de unir su vida con el hombre que más amaba, aún recuerda cuando él, le había contado que todo se debía a un plan para que no se quedara con su empresa, pero que en el camino él, se había enamorado. En su momento no quiso creerle es más no podía creerle, pero él con el tiempo se encargó de demostrarle con hechos que la amaba más allá de la razón

Han pasado por mucho para estar ahora a punto de unir sus vidas, una persona que se obsesiona con ella, otra que le arrebato lo más preciado para ellos, pero lo que siempre le mortifico fue hacerle daño a Doña Marcela, quitarle sus sueños y anhelos, pero ahora entiende que a lo mejor era un camino que tenían que recorrer para obtener la felicidad completa

La veía tan bien, tan feliz, pero sobre todo muy enamorada, durante esos días previos a su boda ellas se dieron la oportunidad de hablar y aclarar muchas cosas así, como pedirse disculpas mutuamente del daño ocasionado a la otra, se podía decir que de a poco podrían tener una amistad

Armando estaba en su habitación tratando de calmarse, la verdad es que estaba muy nervioso y no porque no estuviera seguro del paso que iba a dar, sino porque de natural era neurótico y siempre los nervios por cualquier cosa se lo comían vivo. De pronto escucho la puerta y dio su aprobación a la persona que estaba al otro lado, dándose cuenta de que se trataba de Marcela

MV: ¿Nervioso? -sonriéndole-

A: Pues ya me conoces

MV: Por eso te lo digo, porque te conozco sé que estas nervioso. ¿Quién iba a decir que un día te ibas a casar?

A: Marcela...

MV: Hombre... si no te estoy reprochando, solo que ahora entiendo que yo no era la indicada para que dieras este paso tan importante

A: No es eso, solo que yo no pude amarte como te lo merecías, aunque ahora tienes ahí a uno babeando día y noche ¿No? jajaja

MV: Eso es cierto jajaja, ahora entiendo lo que quisiste decirme ese día cuando decidí irme de Ecomoda, tenía a alguien esperándome allí afuera, agradezco que lo haya encontrado a tiempo

A: Eres la persona que más merece ser feliz y me alegro tanto que lo seas, pero ya sabes se porta mal y yo lo descalabro

MV: Jajaja eres un plato, listo

A: Sí, vamos que ya se me está haciendo tarde

Ambos bajaron muertos de la risa y se encontraron con los padres de él que ya los esperaban para irse a la iglesia. Marcela fue recibida por su novio con un beso muy tierno, ya que al verla tan alegre con el hombre que en algún momento de su vida amo, sintió celos y era algo que jamás le había pasado

El matrimonio era completamente feliz sus hijos habían encontrado el camino, aunque separados, pero unidos en el cariño fraternal, ese que llegaron a confundir con amor y al que ellos mismos los habían empujado hasta casi arruinar sus vidas y perder lo que aún quedaba en ellos "EL CARIÑO DE HERMANOS"

Ya estaba lista, solo faltaba que su padre prendiera el carro, menos mal que decidió usar el de Nicolás el cual era un mercedes muy parecido al que había perdido la peliteñida. Bajo las escaleras lentamente evitando enredarse con la cola del vestido. Salió de su casa y la miro por última vez, allí había sido muy feliz, soñó mucho hasta que estos se hicieron realidad

Armando se paseaba impaciente, llevaba un retraso de cinco minutos y él se estaba desesperando por ello. De pronto sintió la marcha nupcial así que arrastro a su madre hasta el altar y se dispuso a esperar que ella hiciera su entrada

Todos se pusieron de pie al ver entrar a la novia del brazo de un orgulloso Don Hermes que sentía el pecho hinchado igual que un pavo real. Se quedaron maravillados por el vestido que ella eligió era blanco, pero dejaba los hombros al aire se ajustaba muy bien a sus pechos el cual tenía encajes, en el vientre estaba adornada por una rosa, era largo hasta un poco más arriba de las rodillas y una cola que llegaba al suelo y cada bordado cada diseño que tenía el vestido era pedrería y encajes sus zapatos eran en un blanco roto de tacón muy alto que se sujetaban a sus tobillos

Su cabello lo llevaba suelto en su onda natural solo sujeto con pequeños pasadores y su maquillaje muy suave solo las pestañas y brillo labial. A Armando le pareció ver a un ángel caído del cielo, su ángel particular la que vino a cambiarle la vida por completo

Llego junto a él con una gran sonrisa que fue inmediatamente correspondida por él, pero las lágrimas se contenían en sus ojos al verla tan bella. Después que Don Hermes la entregara tomados de la mano se giraron hacia el sacerdote que oficiaría su boda

S: Bien queridos hermanos estamos aquí para unir en sagrado matrimonio a Armando y Beatriz que han llegado libremente a la presencia de dios. Es sabido que cuando el amor es verdadero sin importar las pruebas que la vida nos ponga en el camino siempre salen victoriosos, porque su amor es más fuerte que cualquier otra cosa. Es inevitable sufrir en el camino, como tampoco sufrir pérdidas, pero si están juntos de la mano pronto verán la recompensa. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser. Ahora los novios quieren decir sus propios votos

A: Amor mío aquí ante dios, vengo a prometerte que "NO TE DEJARE" que no importa las pruebas que me ponga la vida siempre estaré a tu lado, que voy amarte cada día de mi vida como si fuera el primero y el último, por eso quiero que me aceptes por tu esposo para compartir nuestra vida y que seamos muy felices -colocándole el anillo-

B: Cielo mío en este momento te prometo ante dios que siempre estaré a tu lado, que te seré fiel en pensamiento y acción, estaremos siempre juntos, pero además quiero agradecerte porque a pesar de todo lo que hemos vivido no me dejaste, me lo prometiste y lo cumpliste a cabalidad y por eso quiero compartir mi vida contigo, porque nadie ocupara tu lugar en mi corazón te amo -colocándole el anillo-

S: Bien, lo que dios a unido que no lo separe el hombre, los declaro marido y mujer Armando puede besar a la novia

Y sin demorarse más tomo su rostro entre su manos y por fin unió sus labios a la mujer que más amaba en la vida, la que con paciencia y mucho amor lo conquisto, la mujer a la que le hizo tanto daño, pero que con un corazón repleto de amor fue capaz de perdonarlo y seguir junto a él. Esa mujer a la que le demostrara cada día que su amor es fuerte, pero solo si están juntos y a la que se dedicara a hacer feliz por el resto de sus días

Cuando el beso termino se escucharon los aplausos de sus seres queridos y amigos que estaban con ellos, en ese paso tan importante, claro que no podía faltar la prensa ya que ambos eran muy conocidos en el mundo de los negocios

Salieron tomados de la mano para dirigirse al club, donde se daría un pequeño banquete para celebrar las recién contraídas nupcias. Se subieron al coche que era de sus padres y los llevaron a dar una vuelta, aunque claro a lo único que se dedicó él, fue a besar y acariciar a su recién estrenada esposa

Claro que ella no se quedó atrás, le correspondió uno a uno los besos, una a una todas las caricias y si no fuera por el chofer que les decía que ya habían llegado, hubiesen terminado haciendo el amor dentro de carro, ya que la necesidad que sentían solo podía ser calmada por el ser amado

La pequeña recepción ni fue tal ya que Cata y su mamá tiraron literalmente el club por la ventana, los que más disfrutaron de ello fueron las chicas del cuartel, sobre todo Berta que no quería separarse de la mesa de los bocadillos

Los novios se tomaron muchas fotos, bailaron con todos, pero a medianoche Armando no aguanto más, así que casi arrastro a su esposa y se la llevo ante la mirada picara de los presentes. Él lo único que deseaba era disfrutar de su noche de bodas y ella solo sabía reír por el apuro de él

CONTINUARA...

Historia de Mary (homenaje a la novela YSBLF de Fernando Gaitán)