Capítulo 9

36 7 0
                                    

Perdón por tardar tanto en subir el capítulo, pero últimamente estoy un poco bloqueada.

Espero poder subir más seguido a partir de ahora.

Ahora, a leer. <3

Bajo del avión aún más nerviosa que cuando subí. No me han llamado ni escrito ningún mensaje en ningún momento, cosa que me altera más todavía.

Además, dado esto, voy a tener que romper con Alan antes de lo previsto. Y debo hacerlo cuanto antes, para no distraerme.

En cuanto tengo cobertura, decido llamar a Malena para preguntarle cómo está mi hermano. Pero ella no responde.

Me subo a un taxi los más rápido que puedo y le indico la dirección del hospital.

Cuando llego, pago rapidamente al taxista, pidiéndole que se quede el cambio ya que no tengo tiempo.

Entro tan rápido como puedo, pero no veo a nadie que se me haga conocido.

No entiendo que está pasando.

Me acerco a la recepcionista, para preguntar por Adrián.

—¿Está aquí Adrián Calero?

No tiene mi mismo apellido ya que es mi hermanastro, igual que Sergio, el mayor. Karla en realidad se llama Karla González Pueblo.

—¿Eres algún familiar?—la recepcionista me mira con desconfianza.

—Soy su hermanastra.

—Habitación 192. Segunda planta.

Me dirijo rápidamente a las escaleras, no puedo esperar al ascensor, solo quiero ver a mi hermano. Encuentro la habitación, la puerta está cerrada.

Esto me da mala espina.

Y a mí. Después de unos segundos me decido a tocar la puerta con los nudillos.

—Adelante.—dice una voz femenina.

La reconozco al instante, es la voz de Karla. No suena preocupada, ni triste. Si no feliz. Y eso me desconcierta aún más.

Abro la puerta impaciente, y veo a mi hermanito —mi hermanito de 17 años, sí— tumbado en una camilla, con una escayola en la muñeca, otra en el tobillo, y una pequeña tirita en la ceja.

Pero despierto.

Menos mal. Pensaba que iba a morir de un infarto.

Me adelanto y lo abrazo con cuidado de no hacerle daño, y no aplicarle mucho peso a si cuerpo.

—¡Valen!—dice contento. Él siempre tendrá once años para mí—. No sabía que vendrías.

—Pues claro que he venido. ¿De verdad pensabas que iba a quedarme allí sabiendo lo que te había pasado?

Karla se adelanta y me da otro abrazo, contenta de verme.

—¿Qué tal estás, cariño?

—Muy bien, la verdad es que la gente es muy simpática. No he tardado mucho en hacer amigos.

Ni en otras cosas.

—Creo que quedaré con Alan dentro de poco. ¿Está bien? Tengo que hablar con él. —+añado.

—¿Vais a dejarlo?—pregunta emocionada.

Cada vez que digo esas palabras es lo primero que preguntan.

—Eso creo—respondo, agachando la cabeza.

Ellos intentan ocultarlo, pero veo en sus ojos una sonrisita de triunfo. No entiendo por qué lo odian tanto, pero ahora mismo el importante es Adrián.

Antes De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora