Capítulo 4

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Capítulo laaargoooo. jejejeeee

Me ha costado actualizar esta semana pero esto se viene fuerte... Ya no hay más concierto, que nadie se preocupe peeerooooo ahora empieza lo bueno... o lo malo. No sé como llamarlo exactamente.

Hasta la semana que vieeneee :))

—Valen, ¡¿Cómo que canciones sorpresa?!—me grita Raúl en cuanto entro a bastidores. 

Y os preguntaréis, ¿Por qué está tan enfadado?

Bueno... Mhm... Es que... puede que le haya dicho al público que iba a haber dos canciones extra que no habían salido...

Y se ha alarmado—no enfadado—, porque no quiero decirle cuáles son. 

—¡Amy!—la busco en la sala. La encuentro con el vestido... y una Laia y un Adam bastante cabreados, pero no me importa. Cojo el vestido y comienzo a ponérmelo. 

—Laia, dame el USB que hay en mi bolso. 

—No. 

—Laia, por favor. 

Ella no responde, así que me levanto y lo cojo yo misma. 

Voy andando por los bastidores poniéndome los tacones hasta llegar a la cabina de sonido. 

—Hey, hola, Dave, ¿Qué hay? Necesito que pongas esta pista cuando salga de nuevo ¿vale?

Él me mira, extrañado, pero asiente lentamente con la cabeza. 

Con una sonrisa salgo de la cabina y me dirijo de nuevo a la habitación para maquillarme.

—Laia, una cosa. ¿Sabes donde está mi guitarra?

—En material.

—¡Gracias!

Vuelvo a salir de la cabina y me encuentro con un guardia de seguridad. 

—¡Luca! Necesito que busques a Jacob Jones ¿vale? Está en la zona noroeste, pegado a las gradas pero se ha quedado en la pista. Tráemelo y si trae acompañante también, y dos pases Golden, por favor. 

—Está bien, señorita. 

Asiento con una sonrisa y me acerco a la habitación dónde siempre se guardan los materiales para los conciertos que tienen lugar aquí y enciendo la luz. Busco con los ojos y...

—Hola, Val. 

Mierda. 

Por suerte el susto no ha hecho que diera un respingo, así que no se ha notado tanto. Me doy la vuelta y encaro a Ja...—¡Jones, joder!—mirándolo a los ojos. 

—¿Cómo has entrado aquí, Jones?

—Me han dicho que estabas buscándome—dice cómo si fuera obvio, y me enseña el pase que les he pedido a los de seguridad. 

Cuando se adentra un poco más en la habitación, puedo ver por la pequeña luz que alumbra el cuarto a una chica de pelo corto, castaño y con los ojos azules que me mira con timidez. Al instante cambio mi cara a una mucho más amistosa que la que he usado con Jones.

—Hola—la saludo, tendiéndole la mano—, ¿Qué tal? Soy Maya.

Ella me la estrecha rápidamente. 

—Y-yo soy Yelena. 

—Encantada, Yelena—veo a Luca a lo lejos y le hago una señal con la mano para que se acerque—¿Puedo robarte a Jones un momentito, por favor? No te preocupes. Mientras, mis guardias de seguridad te llevarán al reservado Golden y en nada él estará contigo.

Antes De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora