Ranpoe Oneshots¡!

Destino.

—Tú hilo esta cortado.

Fueron las primeras palabras que se le quedaron marcadas a sus cortos 6 años, sí, a esa corta edad ya no tenía un hilo que dijera que algún día conocería a su alma gemela.

Desde ese día los días empezaron a ser monótonos y aburridos, no había un sentido como el que todos tenían, encontrar a su alma gemela, se sentía como si solo caminará por aquel lago llamado vida sin ningún rumbo.

A pesar de que muchas personas le dijeron que no era la única persona en el mundo que tenía su hilo cortado y que podía conocer a otras personas que también lo tuvieran y enamorarse, no era lo mismo que sentir esa emoción de que tu alma gemela estaba en cualquier lugar y que al contrario, tenías que encontrarla y jamás sería de verdad tú alma gemela.

"'Cause I know I know I know"

—¡Ranpo! ¿Cuánto tiempo más piensas estar acostado en esa cama? Vamos a llegar tarde a la escuela.

El nombrado solo atinó a dar un gran suspiro que reflejaba que le molestaba la voz de su mejor amiga Yosano, y se volteó para tratar de seguir durmiendo.

—Como quisiera que me escucharás por una jodida vez en tú vida.

Se sentó en menos de un segundo al escuchar un gran golpe en su mesita de noche, era mejor no jugar con fuego, o más bien no jugar con Yosano cuando se empezaba a enojar.

—Ehe~ Ya voy ya voy no te enojes.

Rascó su nuca con nerviosismo y solo se detuvo a mirar como aquella chica se iba de su habitación, dejándolo solo.

Suspiró de nuevo, era una mierda ir a la escuela, ver a todos felices con sus parejas y siendo tan jodidamente melosos le repugnaba hasta la coronilla.

Lamentablemente no podía simplemente no ir pues en cualquier lado vería lo mismo, mejor se dispuso a vestirse y bajar con su querida amiga y tomar rumbo a la escuela.

"¡Poor you!"

—¿No quieres que te acompañé a tu casa? ¿Estás seguro que podrás llegar tú solo?

—Claro, ya soy bastante grande como para que me estén cuidando.

—...Sí tú lo dices, cualquier cosa puedes llamarme y voy a llegar lo más rápido que pueda por ti, ¿Ok?

—Sí, gracias.

Había decidido dar un paseo por la ciudad, habían salido temprano de clases así que estaba en pleno atardecer, lo cual hacía que las calles de aquella ciudad se vieran hermosas por dondequiera que vieras.

Pero no todo es bueno, con el pésimo sentido de la orientación de Ranpo ya se había empezado a arrepentir de haberle dicho a Yosano que no fuera con él.

Empezaba a estresarse, ¿Cómo podía ser tan inútil incluso para perderse en la ciudad donde creció?

En una pequeña distracción que se dio chocó con algo grande, o más bien alguien grande que hizo que cayera al suelo.

—Eso dolió...

—¡L-Lo siento! ¿Estás bien?

Iba a empezar a insultar cuando una voz grave lo dejó callado, al momento de levantar la mirada se dio cuenta que, tal vez la vida no era tan mala.