𝓞𝓷𝓮.

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Antes de leer me gustaría aclarar unas cosas:

🤍 Este Ship no me lo saco de la cabeza desde que lo lei en un fic y la verdad es que me gusto

🤍 Soy oyente casual de itzy así que con todo respeto, integró el nombre de Yeji en mi historia sin el afán de ofender

🤍 Si no les gusta este Ship o les incómoda, no lo lean y eviten comentarios maliciosos

🤍 Esto es una historia personal, o sea que la escribí más para mí por lo mucho que me gustó el Ship y la idea que me surgió de la trama, pero quise compartirla con ustedes

🤍 Por último, si se quedan a leerla espero que les guste tanto como a mí escribirla

Sin más, pueden continuar

🤍

Entre las tantas aventuras que el  ángel caído, Lee Minho, había tenido en el Inframundo, nació Seungmin, un pequeño demonio.

Su Padre, Jisung siempre fue estricto en prohibirle ir al mundo mortal, pero eso le importaba poco al niño, es por eso que Seungmin, con 7 años de edad, se encontraba sentado en la rama de un árbol de aquel mundo.

Le encantaba ir ahí, todo era tan raro para el, había caos pero también cosas buenas y bonitas, siempre le gustó observar a las personas, eran tan tontas y frágiles, llenas de sentimientos que el no lograba comprender pero le fascinaban "Dios hizo un gran trabajo creando este mundo" era lo que se decía. Seungmin sentía que no encajaba en su mundo, hacer el mal le gustaba pero sabía que no era lo único que podría hacer.
Aún que su padre, siendo una figura paterna ausente, le dejo bien en claro que Seungmin podría conservar su libre albedrío, sentía que algo faltaba para sentir esa conexión con el mundo mortal.

Por eso mismo, cuando unos gritos llamaron su atención en una de las tantas casas que habían en aquel vecindario, no dudo en ir enseguida en busca de esa corazonada que sintió.
Ahí fue cuando la conoció, tan pequeña, frágil y tonta, según Seungmin; dos años más chica que el, su cabello pelirrojo, peinado con dos trenzas, sus ojos rasgados y pequeños, su nariz de botoncito con un lunar en ella y sus labios gruesos y alargados, su cuerpo vestido con un camisón azul cielo que resaltaba su piel blanca y sus calcetas de encajé algo sucias por estar sin zapatos. Hubiera sido una imagen encantadora si no fuera porque Seungmin noto sus lágrimas derramarse unas tras otras, su cuerpo temblando hecho volita en la esquina de su habitación y su lindo pómulo raspado.
Seungmin pudo quedarse viéndola desde la ventana pero ese piquete en su corazón era tan molesto que decidió hacer caso y acercarse a ella.

Los gritos en aquella casa la hacían sollozar
-Po favo Diosito, has que ya se callen- pidió la niña de cinco años con su vocesita quebrada, Seungmin se mofo ante la plegaria de la niña, "¿A caso no sabe que Dios está muy ocupado cómo para escuchar a una tonta niña?" Se preguntó con burla.

Un fuerte golpe hizo saltar a la pequeña soltando un grito asustado, reaccionando con alerta, se metió rápidamente debajo de su cama, quedando boca abajo, juntó sus manitas y cerró fuertemente sus ojitos, -"Que no me encuente"- pidió en su mente y Seungmin la pudo escuchar desconcertado, porque él realmente no podía escuchar los pensamientos de las personas como si fueran la radio.

La puerta de la habitación fue abierta bruscamente, sobresaltando a la pequeña, que, con experiencia, evito hacer el mínimo ruido para no llamar la atención.
En la habitación, entro un señor, de cuarenta y algo, su aspecto asqueo al pequeño demonio y su puso que, por su estado, estaba ebrio, se balanceaba con dificultad por la habitación, buscando algo o más bien a alguien y de inmediato Seungmin supo a quien, "No te muevas" se repetía mentalmente, hasta el se sorprendió, el miedo de que aquella niña fuera encontrada, le invadió.

-¿Dónde carajos estás pequeña mocosa?- soltó el hombre con la voz pesada e ida

-Por favor déjala en paz- exclamó una hombre que entro también a la habitación, hacercandose al hombre mientras lo jalaba del brazo

-Suéltame maldita estúpida- bramó el hombre empujando bruscamente a la mujer hasta hacerla caer al suelo

-por favor, desquitate conmigo, pero a ella no la toques- suplicó ella entre llantos

-si tanto lo quieres- dijo el hombre con una sonrisa ladina y tono burlón, se acercó a la mujer tomándola y tirando de su cabello con brusquedad sacándola a rastras de la habitación mientras gritaba y lloraba.

Seungmin que pudo observar todo, salió de su trance y acto seguido soltó  una ventisca que hizo cerrar la puerta.
Se acercó a la cama, agachándose para encontrarse a la pequeña en la misma posición mientras tapaba sus oídos y sus ojos seguían cerrados.

Seungmin suspiro, decidió irse ya pero una voz aguda y débil lo detuvo

-Gacias po cuidame- Seungmin se giró hacia donde venía la voz, encontrándose con la niña de pie a lado de su cama, mirándolo fijamente con lo ojos cristalinos e hinchados y las mejillas rojas

El pequeño demonio estaba confundido, ¿A quien le hablaba? Se cuestionó así mismo
-¿Eres mi ángel de la guada?- pregunto la niña ladeando la cabeza con su mirada espectante

-Se dice angel de la guarda, no de la guada, tonta- corrigió exasperado Seungmin ante la mala pronunciación de la pequeña

-lo siento, es que no puedo ponuncia bien- admitió con pena la niña bajando su mirada y jugando con sus manitas

Seungmin rodó los ojos... Pero luego cayó en algo...
-¿Puedes verme?- le pregunto con miedo, la pequeña asintío frenética con una amplia sonrisa.

-¿Por qué piensas que soy tu ángel de la guarda?- volvió a cureosar Seungmin

-po que hiciste que papá no me encontada, mamá siempe dice: Yeji escondete pada que no te encuente, pero siempe me encuenta y me lastima el cabello y mis pompitas y panzita- explico la pequeña con su inocente y tierna voz.

Seungmin, siendo un pequeño demonio arisco e indiferente con todos, se vio dolido por lo que la niña decía y eso fue lo que lo orillo a quedarse, algo en el le dijo que tenía que cuidarla, que tenía que estar a su lado

-¿Cómo te llamas?- pregunto la niña mirándolo

-Seungmin, ammm tu ángel de la guarda-

-yo me llamo Yeji- se presentó alegremente la niña, -tu nombre es muy lindo Sumin- dijo sonriente, Seungmin sintió el calor subir por sus mejillas

-Es Seung... Ash olvídalo, puedes decirme cómo quieras- Seungmin se rindió ante Yeji que le sonría ampliamente.

Unos pasos sonaron por el pasillo, Yeji espantada, corrió detrás de un buró a lado de su cama, pero los pasos continuaron por la escalera hasta llegar a la planta baja dónde se escuchó abrir y cerrar fuertemente la puerta
-Ya se fue papá- anuncio Yeji

-¿Por qué no vas a dormir?- ofreció Seungmin no sabiendo que más hacer

-¿Puedo ve a mamá?-

-amm, mejor espera a que venga ella aqui- Seungmin tenía miedo de lo que Yeji pudiera ver si iba a dónde su padre

La niña aceptando y obedeciendo, subió a su cama para acomodarse entre las almohadas y peluches que en ella se hayaban, sus ojos pesaban por lo hinchado así que en cuanto los cerró, quedó completamente dormida.
Seungmin la miro un largo tiempo y luego decidió que seria momento de regresar a casa.

🤍

Vanii🐮-

Mi Ángel de la guarda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora