Sé mi novia

3.8K 380 9
                                    

KILIAN

Tan solo de pensar que ella esté en brazos de otro hombre la furia me domina la razón por completo. Ella es solo mía, no puede pertenecer a más nadie. Desde que puse mis ojos en ella sabía que sería mi perdición, pero no tenía contemplado que lo fuera de esta manera tan obsesiva y dominante. Jamás hubiera pensado ser como mi padre lo es con mi madre, supongo que es algo que se hereda.

Me desconozco, y me asusta el hecho de que pueda perder el control de mis actos. No puedo darme el lujo de echar a perder todo ese entrenamiento y el tiempo que invertí en el autocontrol. Mi padre tenía toda la razón, la más mínima debilidad, desataría en mi interior el impulso de querer acabar con todo. Salí del club con la sombra de Liam siguiendo mis pasos, necesito calmarme o explotaré. Todo estaba bien, no entiendo lo que pudo haber pasado con Carol. Me desconcierta tanto sus cambios de actitudes, que ya no sé qué pensar de ella.

—Sentir celos es normal, y más cuando tu mujercita es todo un bombón.

Este imbécil no está ayudando en nada, solo está echando más leña al fuego con sus estúpidas palabras.

—Ese es el problema; ella no es mía, por lo menos no en su totalidad — abrí la puerta del copiloto del auto y empecé a buscar un cigarrillo en la gaveta.

—No te estoy entendiendo. Podrías explicarme, por favor.

—No tenemos relación alguna, por lo que, básicamente, puede hacer con su vida lo que le dé la gana. Es libre de estar con quién ella quiera — entre más buscaba menos encontraba la cajetilla de cigarrillos—. Mierda, estoy seguro que los había dejado aquí.

—Toma y relájate — Liam me pasó un cigarro, y lo llevé a mis labios instantáneamente—. Parecen una pareja más, ¿acaso no dijiste que todo iba bien con ella?

—Todo iba bien, pero no la entiendo — di una prolongada calada al cigarro, pues hacia tiempo no fumaba—. Lo de la mazmorra es lo de menos, porque en el fondo sé que este mundo no es algo que llame su atención. No comprendo por qué coquetea con otros.

—Las mujeres son complicadas, ni ellas mismas se entienden. — me acompañó a fumar, como en los tiempos de universidad—. Pídele eso que tanto quiere de ti, y que le brota por los ojos a gritos.

—¿Y qué es eso que ella quiere? Sé que es muy pronto, pero he tratado de dar todo lo mejor de mí. No quiero cargarla.

—¿Eres ciego, imbécil o te estás haciendo ahora? Estoy por pensar que los celos te han afectado más de la cuenta, Blaze. Esa mujercita lo que quiere es echarte la soga al cuello, capturarte de todas las formas que pueda, tenerte a sus pies y entera merced— estalló en risas—. En pocas palabras, y por lo que me ha dado cuenta...

—Deja de dar tantas vueltas. Sé a lo que te refieres, también lo he pensado, pero me he contenido para no asustarla. Nos conocemos hace poco, quería asegurarme de ir lento con ella.

—Pero ella no lo quiere, ¿no lo has notado? Debiste dar cuenta en la manera en la que asesinaba a Milly con la mirada. Esperaba más de ti, Blaze. No puedo creer que el amor te haya convertido en un total idiota — negó con la cabeza repetidas veces—. Yo te creía mi idolo, pero ahora me has decepcionado. En fin. Échale la soga al cuello y captura a tu coneja, porque te vas a quedar sin ella si la dejas saltar a brazos de otro hombre. Y yo de ti me voy apurando, tremendo... — cerró la boca de golpe.

La vi caminar hacia nosotros, cubriendo con sus manos lo más que podía del mínimo vestido que traía puesto. Ladee la cabeza, quedando con la boca abierta y con tremendas ganas de saltarle encima y hacerla mía ahora mismo sin ninguna contemplación. ¿De dónde mierda ha sacado eso? Espero que Milly no tenga nada que ver con esto, porque esta no se la voy a dejar pasar.

—¿Nos vamos? — preguntó tímidamente y mordiendo su labio inferior.

—Bueno, pues yo sí debo irme. Espero volver a verte pronto, Carol. Fue un gusto conocerte.

—Igualmente. Gracias por todo, Liam.

Liam me dedicó una expresión graciosa antes de irse y dejarnos solos. Rodeé el auto y subí en el asiento del piloto, ocultando de ella eso mismo que ha provocado.

—Debo decirte algo, conejita.

—Yo también — cerró la puerta de su parte y giró su cuerpo hacia mí, dejando a mi vista esos dos balones que me estaban llamando a gritos—. Discúlpame por lo de hace un momento, no debí salir de esa forma de ese lugar, pero tuve una pequeña crisis de inseguridad. Es decir, no soy como esa mujer...

—Por supuesto que no, tu eres mucho mejor — entrelacé su cabello en mi mano y la acerqué suavemente a mí sin dejar de ver sus ojos—. Me acabas de tentar, ¿sabías que el diablo  tiene su límite cuando se trata de sus debilidades? — esa mirada tan inocente y sexy estremeció todo mi ser, poniéndome el doble de caliente—. Sé mi novia, conejita. Prometo amarte entera y profundamente.

Kilian Blaze[En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora