Kilian Blaze[En Físico]

¡Feliz cumpleaños!

Preparé mi maleta con todo lo necesario para pasar la noche y el siguiente día en casa de los padres de Kilian, puesto que, me comentó en que nos quedaríamos lo que restaba de fin de semana con ellos. Estoy muy nerviosa, me aterra pensar cómo serán ellos y si me acepten o no. En lo que llevo conociéndolo, he notado que su relación con su familia es muy sólida. Siento que esto de conocer a sus padres es un paso muy apresurado, pero ese hombre le gusta caminar rápido. Me hace pensar en si es conveniente que le presente a los míos, aunque para ello toque viajar a dos lugares completamente diferentes. Al llegar al puerto de la ciudad y no a la casa de sus padres me estuvo raro.

—¿Qué estamos haciendo aquí?

—Vamos a la casa de mis padres, por supuesto — bajó del auto, y lo seguí en busca de que me explicara más.

—Eso ya lo sé. Lo que pregunto es, ¿Qué hacemos en el puerto en lugar de ir a su casa directamente?

—Porque ellos viven allá — señaló con su dedo una isla que se veía muy lejana, pero que se alcanzaba a ver—. Llevan varios años viviendo allá.

—Oh, vaya — suspiré—. El sueño de toda persona.

Jamás había viajado en lancha, y tampoco se me había cruzado por la mente que Kilian supiera manejarlas. El viento golpeaba mi rostro con algo de fuerza, aunque Kilian iba a baja velocidad. Tenía la sensación de que en cualquier momento me caería al agua, por lo que me sostuve fuerte del borde de ella mientras contemplaba la ciudad quedar lejos de nosotros. La vista era muy hermosa.

Al llegar a la isla el nudo de nervios en mi estómago subió hasta mi garganta. En el muelle había un hombre esperando por nosotros. Confirmé que era su padre cuando quedamos en frente de él. Es un Kilian siendo mayor; los ojos, el cabello, la estatura, la contextura, cada facción, el mismo tono de piel. Absolutamente en todo se parecen, incluso en la sonrisa ladeada y coqueta que extienden en sus labios. Ahora entiendo porque mi conejito tiene ojos tan bonitos y hechizantes, pues su padre tiene una mirada muy cargada y poderosa. Debía estar como tonta viéndolo tan fijamente, pero se me hacía imposible apartar la mirada del hombre.

—Es un gusto al fin conocerte, Carol — hasta en la voz son como gotas de agua, aunque la del Sr. Blaze es mucho más profunda que la de Kilian.

—¿Cómo se llama tu papá? No me lo habías dicho — susurré—. También es un gusto conocerle, Sr. Blaze.

—Dominic para ti — tomó mi mano y la besó suavemente—. Qué bueno que llegaron, los estábamos esperando para cenar.

—Gracias por la invitación, Sr. Dominic. Quiero ofrecerle una disculpa, no tarje ningún detalle, pero para la próxima le traeré el doble — no puede ser los nervios como siempre haciéndome hablar cosas sin sentido.

—No te equivocaste, hijo. Tu novia es un encanto — ensanchó una sonrisa encantadora—. No tienes nada de qué preocuparte. Hasta último momento creímos que no venían.

—¿Y por qué no?

—Vayamos a la casa antes que mamá venga a buscarnos, ¿sí? — Kilian rodeó mi cintura y depositó un suave beso en mi frente.

Me derrito con su ternura, es inevitable no soltar varios suspiros. ¿Cómo puede alguien enamorarse tan rápido? No sé qué hizo conmigo, pero lo que haya hecho me tiene bien enamorada.

Del camino a la casa fuimos hablando de todo un poco hasta que llegamos a ella. El Sr. Dominic me pareció un buen hombre. Además de tener un buen sentido del humor, a pesar de tener una mirada fría. Por la manera tan despreocupada en la que hablaba con su hijo, me doy cuenta que tiene una excelente relación. Me sigue sorprendiendo que Kilian hable de mí con su familia y amigos, pues todos parecen conocerme sin siquiera haberme visto la cara.

Tan pronto entramos a la enorme y hermosísima casa, un par de gritos me ensordecieron y me sorprendieron por breves segundos.

—¡Feliz cumpleaños, hermanito! — dos chicas idénticas se abalanzaron sobre él, mientras me quedé pensando en lo que acababan de vociferar.

¿Por qué Kilian no me dijo que era su cumpleaños? Sentí una pizca de tristeza en mi corazón, pero tampoco puedo exigir que me cuente a detalle cada aspecto de su vida. Si no me lo contó, su razón tendrá.