Capítulo 2

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El vapor, visible en el aire, empapaba el espejo del baño

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El vapor, visible en el aire, empapaba el espejo del baño. La regadera de la ducha abierta dejaba caer el agua por los tensos músculos de Jimin, mientras bombeaba su gruesa erección con una de sus manos y con la otra se apoyaba de la pared, cada vez con más velocidad, gimiendo de placer y a la vez de frustración. El lunes había llegado y aún no olvidaba su apasionado encuentro con el atractivo joven de negros cabellos con el que hubiese disfrutado compartir algo más que esos calientes besos. El solo hecho de pensar en lo que podría haber sentido al tener esos labios expertos en los lugares correctos de su cuerpo, hacía un nuevo pulso de sangre llegar a su ingle y a su mano acelerar más el ritmo. Recordó el bulto ajeno que se frotó con el propio en sus pantalones, ¿qué tamaño tendría, cuál sería su sabor? Las ganas de probarlo le hicieron salivar y con su otra mano acarició sus testículos, coordinando el ritmo.

—¡Maldición! —exclamó, y su semen salió disparado hacia la pared, cayendo y siendo arrastrado por el agua—. ¡Joder, Bebé! Me quedé con ganas de probarte.

Su enfado con Seokjin fue épico esa noche. Su amigo simplemente había entrado hecho una furia y se lo había llevado del brazo sin ninguna explicación. Siempre salían juntos, pero tenían sus reglas: respetar la privacidad si alguno de los dos encontraba con quién divertirse, y avisar si pasarían la noche con esa persona; esto último aplicaba más a Seokjin, quien a pesar de tratarse de ligues de una noche, no era de manosearse en pasillos o hacerlo en baños. Su amigo solía irse a algún hotel o a los departamentos de esas personas, nunca a su propia casa, siempre decía que no podía mancillar el lugar que compartiría con su futura pareja, con el olor de desconocidos pasajeros; bastante romántico para tal casanova. Se había disculpado diciendo que no había podido tolerar que ese hombre le insinuara tener sexo en el callejón al lado del bar, saliendo por la puerta trasera.

“¿Cómo creyó que iba a acceder? ¡Qué no sea ridículo! ¡Espero se le caiga ese micro pene que me mostró!”.

Jimin solo había podido reír al escuchar tales palabras, las ocurrencias de Jin estaban siempre a otro nivel. No sabía a dónde  llevaría a su amigo la búsqueda de ese romance con el que podría compartir su hogar, pero tampoco volvería a decirle que lo estaba buscando en el lugar equivocado, ya una mala respuesta había sido suficiente. Se terminó de arreglar y salió rumbo a la universidad.

Todavía se sentía algo del calor veraniego en el ambiente. Pasó por la cafetería que usualmente visitaba, pidió un ice american, en lugar de su típico capuchino, y continuó su tranquilo viaje en su auto hasta aparcar, tomar su carpeta y bajar. Llevaba unos pantalones de mezclilla azul oscuro, sin roturas, unos zapatos de vestir negros a combinación con el saco que caía sobre el pullover cuello V color blanco que portaba; un look casual, pero lo suficientemente formal como para ir a trabajar, no le gustaba ir vestido completamente de traje, como si impartir clases fuese alguna clase de evento. Prefería vestir como lo hacía, no solo porque era más cómodo, sino también debido a que le era más sencillo hacer una buena relación con sus estudiantes de esa manera. No quería ser el clásico “profesor estirado”, quería poder sonreír y bromear con sus alumnos, sin que dejase de primar el respeto, por supuesto.

Pride or Sex ❀ 𝐣𝐤𝐦 ~ 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora