Jungkook estaba atónito, lo había estado en el último par de semana. Se había quedado excitado y abandonado sin explicación en la parte trasera del gimnasio, después de que Jimin le demostrara qué tan experta podía ser su lengua. Ese había sido, sin duda alguna, el mejor beso que le habían dado; uno que incrementaba en exceso las ganas de entregarse a esos expertos labios, que de seguro sabían hacer muchas cosas más. Por un instante se sintió indefenso y amilanado, dispuesto a entregarse de todas las maneras posibles, todo para seguir saboreando un placer tan grande como el que había sentido. Su profesor parecía tener mucha práctica en cuanto a sexo. Si bien la idea de dejarse hacer y saborear el placer era tentadora, en igual medida, la de tener ese cuerpo experto a su merced se hacía cada vez más irresistible.
—Jeon... —Sintió un susurro en la lejanía de su mente—. ¡Jeon Jungkook! ¿Se puede saber qué es tan interesante como para no estar prestando atención a mi clase?
Tenía a Jimin frente a él, pero en esta ocasión no se trataba de una sensual imagen jadeante y excitada, sino un ceño fruncido que lo observaba con desaprobación. Entonces recordó que estaba en su clase de matemáticas con el profesor Park, y que había dejado de prestar atención hacía demasiado tiempo por perderse en sus pensamientos. Después de aquel último beso, Jimin se había comportado distante, lo suficiente como para hacerle pensar que lo estaba evitando. No cruzaba palabra directamente con él, a no ser para cuestiones de las clases, y evitaba cruces en pasillos; el contacto era mínimo. No compartían ninguna clase de relación, pero al menos esperó alguna reacción relacionada con el cambio repentino de actitud. Su profesor parecía tratar de comportarse como si nada hubiese sucedido, mientras él no podía sacarlo de su cabeza.
—¿Y bien?
«¡Mierda!», pensó. Había vuelto a quedarse distraído.
—Lo lamento —respondió al fin—, tenía mi mente en otra cosa. —Miró sin nada de disimulo los labios del hombre frente a él.
Jimin tomó aire, con toda intención de decir algo, pero el timbre sonó, anunciando el final de la clase.
—Los ejercicios de las páginas que orienté, deben traerlos la próxima clase. Pueden retirarse —dijo, observando a los demás. Jungkook hizo el ademán de ponerse de pie—. Jeon, tú quédate, tenemos que hablar.
Jungkook asintió. Cuando estuvieron solos, Jimin retomó la palabra.
—¿Qué sucede? Has estado sin prestar atención en clases, no solo hoy. Las evaluaciones sistemáticas están a punto de comenzar y son importantes para tu acumulado. No es bueno que comiences el curso de esta manera.
—Eso mismo te pregunto yo: ¿qué sucede? ¿Cómo puedes comportarte así, cual si nada hubiera pasado? Estoy seguro de que no soy solo yo el que se calienta al recordar ese beso. —Se acercó un par de pasos.
—Te dije que lo olvidaras, no es correcto y no volverá a repetirse —contestó con seriedad, retrocediendo el mismo espacio.
—¿Otra vez con tu ejemplaridad barata? No me vengas con excusas, lo disfrutaste tanto como yo. —Cerró la distancia velozmente y lo agarró de la cintura—. No te hagas de rogar, matemos estas ganas que nos carcomen —le susurró al oído y le mordió el lóbulo de la oreja.
Jimin lo apartó con brusquedad y lo miró enojado.
—¡Basta ya! ¿Dónde te piensas que estamos? Cualquiera podría entrar y vernos.
—Entonces, ¿quieres decir que si cambiamos de lugar, no habría problema? Conozco varios que podemos visitar. —Sonrió con picardía.
—Ese no es el punto. Eres mi estudiante y yo tu profesor, entre nosotros no habrá ningún tipo de relación que vaya más allá de eso. ¿Te quedó claro? —enfatizó.
—¿Qué es lo que te preocupa? Soy un adulto, incluso vivo solo. No hay ninguna regla que prohíba nada entre nosotros. Además, no estamos enamorados, ni nada por el estilo, solo follaremos y la pasaremos genial. Nadie lo sabrá.
Era la primera vez que Jungkook tenía que, literalmente, convencer a alguien para llevárselo a la cama; por lo general, todos se ofrecían en bandeja de plata. Park Jimin era una excepción entre excepciones, una demasiado apetitosa como para no desearla, a pesar de que ameritase que le tomara más tiempo y esfuerzo de lo normal.
Era controversial. La noche que lo conoció en el bar, así como cuando lo tuvo encima besándolo con vehemencia, no pareció un hombre demasiado atado a convencionalismos; más bien la impresión que le dio fue de ser alguien libre y que disfrutaba a plenitud. Sin embargo, las últimas semanas había podido corroborar que si se trataba de su trabajo, profesionalismo y proyección no le faltaban; era sumamente talentoso en lo que hacía. A pesar de ello, le parecía extremo.
—No se trata de que haya o no reglas que lo prohíban, no voy a estar en boca de todos por un simple capricho.
—¿Te preocupa lo que piensen los demás? —cuestionó Jungkook, incrédulo—. No me esperaba eso de ti.
—¿Y desde cuándo tengo que preocuparme por tus expectativas? —Se cruzó de brazos—. Por otro lado, te he dicho que me trates con respeto, Jeon, ¿es que necesitas disciplina?
—Viniendo de ti, hasta un par de azotes aceptaría —dijo coqueto.
—¡Ya déjate de estupideces! —alzó la voz, volviendo a bajar el tono al notarlo—. Olvida lo que pasó, tal y como yo estoy intentando hacerlo. Simplemente ve a meter tu pene en cualquier parte para que te entretengas, seguro que propuestas no te faltan.
Para Jungkook, las palabras de Jimin parecían más para convencerse a sí mismo que a él. Lo vio manteniendo tensa su mandíbula y apretando sus puños.
—No me rendiré, profesor. Sé que lo desea, no puede engañarme.
—Lo único que deseo es que olvides lo sucedido y dejes de mirarme como si me fueras a comer mientras estoy dando clases.
Jeon rio travieso ante el comentario, se mordió sensualmente el labio inferior y respondió:
—Eso es imposible.
—¡Tú eres imposible!
—¿Imposible de qué? Porque para follar estoy totalmente disponible. —Intentó acariciar la entrepierna de su profesor con sus dedos, pero este se apartó de inmediato—. ¿A qué le temes, Jimin?
Silencio.
—Eso no es algo que te incumba —contestó, reacio y visiblemente enojado. La campana sonó—. Deberías irte a tu próxima clase, se te hará tarde. Y presta más atención a partir de ahora. —Dio la vuelta y se dirigió a la salida, sin decir ni una palabra más.
La manera en que la sorpresa se apoderó del rostro de Park y palideció al responderle, fue algo que Jungkook no se esperaba. ¿Qué significaba esto? ¿De veras había algo tras el cambio de actitud?
Lo otro que Jeon no tenía en planes, era notar que se estaba interesando en Jimin mucho más de lo que debería, y en un plano no solo limitado al sexo.
Bueno, dejo esta actualización por aquí, y me retiro silenciosamente a dormir. Ni yo misma pensaba escribirla, pero salió alguito jjj. 💜
Chao chan 😘
Hasta la próxima actualización.
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Pride or Sex ❀ 𝐣𝐤𝐦 ~ 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕒
FanficPlacer. Esa maravillosa y afrodisíaca sensación que el ser humano persigue en demasiadas ocasiones, puede obtenerse de disímiles maneras: degustando una buena comida, con un buen sueño reparador, cumpliendo metas anheladas. Sin embargo, ¿qué mejor p...