Capítulo 7

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Las clases terminaron y todos estaban hablando del examen sorpresa del profesor Park

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Las clases terminaron y todos estaban hablando del examen sorpresa del profesor Park. Hasta ahora se había comportado íntegro y responsable con sus estudiantes, pero, en el fondo, todos lo subestimaban un poco por ser joven. No infravaloraban su conocimiento o capacidad, esas estaban más que demostradas en clase; lo que no esperaban, era que se uniera a la metodología de los profesores más añosos y trajera pruebas sin avisar, para corroborar si le prestaban atención.

Jungkook observaba a todos, sentados o acomodados en círculos, algunos comentando que no había sido difícil; otros hablando mal del profesor. Él lo había encontrado sencillo, se notaba que no era uno de esos cuestionarios hechos para suspender a todos, más bien eran ejercicios interactivos que permitían ejercitar el razonamiento y poner en práctica lo aprendido, a la vez que se ganaba agilidad mental. No comprendía cómo sus compañeros podían referirse de esa manera a quien se desvivía todo el tiempo por enseñarles lo mejor posible, simplemente porque las cosas no resultaron tan sencillas como lo pensaban. Él no era quién para entrometerse en conversaciones y defenderlo, no era como si tuviera buena fama en clase, siempre lo estaban señalando por no prestar atención. Por motivos que ni él mismo podía comprender, le resultaba molesto escuchar tan cerca de él los comentarios despectivos hacia Jimin.

—¡Jungkook! —Kim Taehyung, el chico de cabellos castaños que siempre se sentaba a su lado en las clases de matemáticas, y el heterosexual más deseado de la facultad, lo llamó—. ¿Cómo te fue? —Se habían sentado separados para el examen.

—Bien. No estuvo difícil. —Los cotilleos a su alrededor se escucharon más alto, esta vez incluyéndolo a él. Se hartó de todo—. Es solo cuestión de comprender las intenciones del profesor. Además, aunque me hubiese ido mal, no me dedicaría a hablar mal a las espaldas de quien dedica tanto tiempo y esfuerzo a enseñarnos; asumiría mi error y responsabilidad y aprendería del fracaso. No se gana nada proyectando las culpas propias en los demás —habló, lo suficientemente alto como para ser escuchado por los que estaban a su alrededor.

Los grupos de dispersaron y hubo silencio.

—¿Qué te pasó? Estás muy sobreprotector... Aunque tienes toda la razón. En todo. La prueba no fue compleja, más bien va a ser una gran ayuda cuando lleguen los parciales.

—No me pasa nada, es que tanta inmadurez me enferma a veces. —Le despeinó los cabellos a Taehyung—. A ti no te pregunto cómo te fue, porque de seguro fue tan fácil como desayunar, friki de los números.

Kim sonrió.

—¿Qué te hace pensar que obtuve puntuación perfecta?

Jungkook se echó a reír, Taehyung no cambiaba; pero era un buen tipo, uno con el que se podía contar.

—Eso no fue lo que dije. Aunque ese seguro será tu puntaje. No tengo pruebas, pero tampoco dudas. Me gusta que haya cerebritos con estilo y rompan el estereotipo del nerd impopular.

—Jajaja, me lo tomaré como un cumplido.

—Lo es.

—¿Cuándo iremos por unos tragos? Desde el inicio del curso no hemos quedado. Ya las anécdotas de las vacaciones deben ser recuerdos borrosos.

—Es cierto —coincidió—. Es que he estado con la cabeza llena de... cosas. —Y esas “cosas” tenían nombre y apellido: Park Jimin.

Conversaron un rato más mientras se encaminaban a la salida, donde se despidieron; Taehyung fue a su trabajo de medio tiempo, y Jeon se dirigió al gimnasio. Era viernes, el día de descanso del equipo de basket porque se reunían en el salón del club a mirar partidos de sus rivales, según le había explicado Yoongi. Le gustaba ir a relajarse y pensar a solas cuando tenía algo que le preocupaba; el eco del silencio era tranquilizador. Entró en el lugar y, tal y como esperaba, solo estaba acompañado de los tenues rayos de sol del atardecer. Se dirigió a la cabina de los comentaristas, le gustaba estar ahí de vez en cuando, pues el sonido se filtraba poco o nada al exterior, podía escuchar música para ayudar a calmar sus desenfrenados pensamientos.

Estaba demasiado lleno de Jimin, se estaba comportando de manera muy diferente, se estaba sintiendo atraído en demasía. Y lo peor de todo, era que no podía controlarlo; aunque tampoco estaba muy seguro de querer hacerlo. Deseaba, en alguna parte de su subconsciente, seguir descubriendo más sobre estos nuevos sentimientos.

«Te estás jodiendo, Jeon Jungkook».

Escuchó la puerta del gimnasio abrirse, dejando entrar al protagonista de sus desenfrenados pensamientos. Jimin lucía un pantalón de chándal color gris y un pullover blanco algo holgado, que dejaba ver parte de sus clavículas y sus contorneados brazos. Jungkook se quedó embelesado observándolo, cada día se encargaba de recalcarle que Park Jimin era una existencia perfecta en todos los sentidos, de la que no podía ni quería apartar su mirada.

Lo observó hacer algo de calentamiento, abdominales, planchas, contención, así como varios ejercicios en barras. El sudor le perlaba la frente y humedecía su ropa. Cada movimiento estaba acompañado de sonidos que se escuchaban demasiado eróticos para Jungkook, siéndole inevitable rememorar todos los momentos candentes compartidos con Jimin, sus gemidos, su toque, sus gestos seductores.

Antes de poder siquiera pensar en un motivo, Jungkook estaba disfrutando de lo que escuchaba, con los ojos cerrados y masajeando por encima de la ropa una erección que había llegado sin permiso, mientras recordaba imágenes demasiado nítidas que lo calentaban. Las manos del profesor levantaron su pullover para secarse el sudor de la frente, dejando ver un perfectamente marcado y trabajado abdomen. Jungkook mordió con fuerza su labio inferior para acallar un gemido demasiado sonoro que amenazó con escapar, y presionó la palma de su mano en su erección; a este paso, terminaría por venirse en sus pantalones. Intentó desviar sus pensamientos a otra parte, pero acabó con la mente llena de la sonrisa de Jimin, sus comentarios subidos de tono, su faceta de educador, sus respuestas mordaces. Su cabeza se llenó de todo lo que habían compartido juntos hasta ahora.

Estaba enojado, excitado, pleno y a la vez incompleto. No quería perder el control de sus emociones de esa manera, pero se sentía feliz cuando todo él se llenaba de Jimin. No concebía excitarse solo con recuerdos y malinterpretaciones, y a pesar de eso, quería sentir de una manera más intensa que ahora. ¿Qué quería? Lo tenía claro: deseaba a Park Jimin. Ansiaba todo de él, ya no se trataba solo de sexo o deseo; ya no era una cuestión de orgullo para querer llevárselo a la cama y follarlo. Lo quería para él, de todas las maneras posibles.

«Estás jodido, Jeon Jungkook... Estás jodidamente perdido por este hombre».

Segunda actualización del día, y última del año

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Segunda actualización del día, y última del año. 🥰💜

¡Muchas felicidades para todos y que el 2022 traiga muchas cosas buenas! Soy mala para estas cosas, así que no dejaré periódico divagante hoy. 🤣🤣🤣

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

Pride or Sex ❀ 𝐣𝐤𝐦 ~ 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora