Cabeza Y Corazon Italia Facista X Tn

•2•

•Pensamientos•
— Japones
"Lenguaje de señas".

[Pov' tn]

— Señorita tn, baje a desayunar por favor —El sonido de la puerta siendo tocada apareció en mi habitación, Olivia siempre me "despertaba" para desayunar— Alemania, reich y yo la estamos esperando.

Abrí la puerta casi de inmediato al escuchar su voz, solo ella subía las escaleras para avisarme sobre las comidas.

— "Sabes mejor que nadie lo temprano que me despierto" — Le respondía al mover mis manos para poder comunicarme con ella, era sorda pero siempre hablaba, para mí era un gesto dulce y tierno de su parte el venir a levantarme, apesar de que nos levantamos a la misma hora todos los días.

— "Sabes también que tengo que cubrir tus desvelos al querer ayudarme cariño, así que estoy ayudándote a no recibir un regaño por parte de Reich. ¿Puedo entrar ó estás ocupada?" — Siempre tan educada como todos los días, nunca dejará de ser formal.

Asentí a sus palabras, me hice a un lado y ella entro a mi habitación, todo estaba en orden como debía ser, ella simplemente sonrió al notar lo ordenada que estaba.

—" Lista para empezar el día" — Tocó mi hombro en busca de mi atención, lograndola captar al instante, siempre me sorprendía al verla, se miraba tan joven, como una chica de veintidós nada parecido a la realidad de tener casi treinta años, una mujer de tez blanca y cabello negro como sus ojos, vestía su típica falda larga con tres dedos después de la rodilla, junto a su bella sonrisa característica de ella, siempre la mostraba — "ya sabes el horario verdad, después del desayuno tienes entrenamiento con Reich desde las nueve hasta las una de la tarde y luego" — No la deje terminar, me sabía de memoria el horario y esas cosas.

— "El almuerzo que es después del entrenamiento, para luego empezar las lecciones de Alemán contigo y Ale, desde las dos hasta las cuatro, tomo un descanso para organizar mis cosas y relajarme, cenamos a las siete de la noche y luego a dormir... Y en secreto te ayudo con las armas desde las tres de la mañana hasta las cinco y media para luego volver a la cama y hacer como si estuviera dormida. Me se el horario de memoria Olivia, no te preocupes."

—" A veces es difícil creer que eres una chica de dieciséis años pequeña" — Soltó un suspiro y me abrazó por la espalda, ambas mirando nuestro reflejo en el gran espejo que estaba en mi cuarto — "Cada día te haces más lista e independiente querida, cuando tu padre te vea estará muy orgulloso de ti."

— "Eso es lo que espero. Poner en alto el nombre de la familia."

— "Lo estás logrando florecita, lo estás logrando."

Ya llevaba Casi tres meses en la casa del señor Reich, desde mi llegada la señorita Olivia se hace cargo de mi y mis problemas. Pensé que el señor Reich sería mi tutor pero termino siendo ella, al principio fue difícil por los problemas de idioma y señas, pero al final todo tuvo solución.
Practicaba con ella el idioma de señas por las tardes y durante las mañanas entrenamiento con el señor Reich.

La señorita Olivia (o solo Olivia como decía ella), era mi tutora/primera amiga/consejera/confidente/jefa. Desde que empezamos a entendernos ambas congeniamos en la mayoría de las cosas, fue por ello que en la madrugada me escapaba para ir a ayudarla con las armas que ella creaba, era una increíble herrera y arquitecta sin mencionar la gran imaginación que tenía, siempre me enseñaba alguna que cosa extraña y rara ó como ella solía decirles

"Innovaciones para la Era moderna",

Siempre tenía algo que enseñarme y ser amigas era algo fácil y más allá de lo profesional, en lo personal lo agradecía, tener que decirle al señor Reich sobre mi periodo ó alguna otra cosa de chicas hubiera sido sumamente incómodo para ambos. Agradecía a los dioses por aquel favor, de tener a una mujer como ella con la cual podía hablar y opinar era como estar en casa.