Luego de que Leafeon corriera a toda prisa al cuarto para dormir, Vaporeon comenzó a sentir el peso de sus párpados, no pudo evitar quedarse dormida lentamente. No estaba cómoda, en lo absoluto, pero el sueño que sentía en este momento era más fuerte.
Umbreon, por su parte, espero el momento en que su hermana cayera rendida al sueño, y cuando por fin ocurrió, con su fuerza psíquica levantó el cuerpo de la Pokémon y la llevo hasta la cama que compartía con Eevee.
Eevee: ¡Umbreon! - exclamó la Pokémon al verle. Estaba preocupada, su hermano se estaba tardando en ir a la cama a dormir.
Su hermano hizo una seña suplicando silencio a la tipo normal. Muy confundida, comprendió la señal y acató sus órdenes.
El mayor acostó con cuidado a la durmiente Vaporeon en su cama, al lado de Eevee; la cual seguía sin comprender que ocurría a su alrededor. Ella se preguntaba cómo entraría Umbreon en la cama si Vaporeon dormía con ellos. El zorrito espero unos minutos sentado frente a la cama por si su hermana despertaba. Al no haber señales de vida de la pez decidió volver al comedor.
Lo había logrado, Vaporeon estaba durmiendo más cómoda en su cama. Volvió al comedor, debía acomodar el desorden que había debido al movimiento de las sillas, todo ello en total sigilo. Más tarde, habiendo colocado todo en su lugar, observo el reloj, este marcaba las 3:00am. Ya no quedaba mucho por hacer, era tarde y no tenía sueño.
Decidió sacar la basura y dar un paseo ya que estaba. Las noches en la mansión eran muy silenciosas y misteriosas, poco se habla de lo que ocurre en ella ya que todos duermen en la noche, como si la Diosa los obligará.
Al salir del cuarto, no pudo evitar sentirse en peligro por la inmensa oscuridad que lo rodeaba, entro nuevamente a la habitación en búsqueda de una herramienta para alumbrar fuera, una linterna, y retomó su paseo hasta el tacho de basura.
Encendió la linterna para iluminar su camino y sin darse cuenta termino cegando su vista con la luz de la herramienta que reflejo directo en sus ojos. Una vez que recupero su vision, logro apuntar el camino y volvió a encenderla, está vez revelando a un Shuppet entre las sombras. Esté, debido a la luz que apareció sin previo aviso, se asusto pegando un grito y volando a toda prisa. "Lo lamento" susurró el mayor.
A pocos metros del protagonista, y alarmado por el grito del Pokémon, se encontraba Electivire, el jefe de la patrulla de la Diosa. Llamado por su deber, acudió al encuentro del lugar para no encontrar a nadie en escena, Umbreon se había marchado ya, y el Shuppet desapareció sin dejar rastro.
Electivire: Que extraño. - resolvió que un tipo fantasma asustó a algún Pokémon que vagaba por la noche.
Volviendo con nuestro zorrito. Él se encontraba en el contenedor de basura, depositando la bolsa dentro del volquete, cumpliendo por fin su labor de higiene hogareña.
Ya sin nada que hacer, el Umbreon se sentó en el suelo, en el medio del pasillo observando la nada, fue un día muy duro para él y el sueño no tardó en llegar, ahora solo quería descansar, pero al instante se le pasaba al recordar la falta de espacio en la habitación. Cansado suspiro mientras sus ojos derramaban lágrimas al pensar en la discusión que tuvo con Vaporeon hacía no muchas horas, las palabras que uso la pez en su contra fueron muy duras, hirieron los sentimientos de este Pokémon.
Mientras Umbreon lloraba en silencio, en sus adentros sentía una extraña sensación de vigilancia, como si alguien lo tuviera al acecho. Producto de ello su llanto cesó y ahora un profundo escalofrío le invadía, busco a su espía con la mirada en todas direcciones, no lograba ubicarlo. Quizá solo era una superstición suya sin más.
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Mansión Pokémon 2
RandomUn años después de la fiesta de fin de año que aconteció en la primera parte del libro, la vida en la mansión siguió siendo la misma; tranquila y libre de preocupaciones. Bueno, eso no fue tan así para todos. Las Eeveelutions pasaban una crisis fam...