Capítulo 12

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Mientras la Diosa daba la entrevista a los candidatos...

Marshtomp regresaba a la mansión luego de buscar por todo el mercado de la ciudad y conseguir el perfume que, según Hawlucha, le encantaría a su amor platónico, Vaporeon. Un hermoso perfume de las flores de los arbustos de bayas Meloc. Contiene un aroma muy agradable y un precio para caer en bancarrota. Tiene todo lo que una hembra espera, un precio muy alto y un delicioso aroma. Claro, eso es lo que pensaba Hawlucha.

Mientras caminaban por los pasillos hacia la habitación de la hembra, Marshtomp ponía en duda el consejo de Hawlucha, aunque era bastante tarde para arrepentirse. El perfume ya estaba en sus manos y no hay reembolso.

Marshtomp: ¿Qué tan seguro estás de que no me lanzará el frasco en el rostro? - se sentía nervioso antes de entregar el recado.

Hawlucha: Como Vaporeon, he conocido muchas hembras. Créeme. No lo podrá rechazar - reía en su interior.

El pájaro luchón quería explotar de risa. No podía creer que Marshtomp siguió su consejo. Solo esperaba que en verdad funcionase y que a Vaporeon le guste.

Antes de llegar a la habitación de la tipo agua, Hawlucha se detuvo en el medio del pasillo y volteo caminando al lado contrario silbando, haciéndose el desentendido. Marshtomp se percató de ello y lo observó confundido, no comprendía que hacía. Corrió hacia él hasta alcanzarlo.

Marshtomp: - apoyo su mano en el hombro del pájaro. - ¿Qué estás haciendo?

Hawlucha: - volteo a ver al pez - ¿Eh? Volvía a mi cuarto. No querrás que este cuando le entregues el perfume ¿O sí? ¿Te imaginas lo incómodo que sería? - se excuso con lo primero que cruzo en su cabeza.

El ingenuo pez de lodo le dió la razón a Hawlucha. Lo dejo irse y retomo el camino rumbo a la habitación de Vaporeon.

Se detuvo frente a la puerta, y luego de un suspiro, tocó la misma esperando respuesta.

"Ya voy" se escuchó desde dentro, no era la voz de Vaporeon ni de ninguna de sus hermanas. Era Umbreon el que estaba yendo a abrirle.

Umbreon era precisamente a quien quería evitar sin duda, ni él entendía el porque quería evitarlo, solo se escondió detrás de un jarrón de los que había en los pasillos y observó al zorro negro abrir la puerta y quedarse confundido al no ver a nadie, luego volvió a entrar en la habitación. Marshtomp dió un suspiro relajándose un poco, pero poco le duró el relajo.

Vaporeon estaba tras él junto a Espeon mirándolo sin saber que hacía tras él jarrón. El volteo su mirada y noto la presencia de ambas féminas. Dió un brinco y se sonrojo bastante, avergonzado por como lo encontraron. De los nervios casi se le cae el perfume de las manos.

Espeon al ver el perfume quedó boquiabierta. Conocía el costo de la fragancia y su agradable aroma.

Espeon: ¿Cómo has pagado ese perfume? - pregunto asombrada.

Marshtomp: Tenía unos ahorros guardados y decidí comprarlo - respondió nervioso, sonriendo de igual forma.

Espeon: Pero es un perfume para hembras ¿Para qué lo compraste? - continúo interrogando.

Vaporeon: Más importante es saber que hacías escondido detrás del jarrón, Marshtomp. - interrumpió las preguntas de su hermana, mirando al pez de lodo.

El macho trago saliva y pensó rápido en una excusa.

Marshtomp: Es que... Me asusté por un fuerte ruido que oí en el pasillo - dió una gran sonrisa mostrando su evidente nerviosismo ante las dos hermanas.

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