Capítulo 5

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El zorrito negro se encontraba en el parque buscando a la Pokémon hoja por doquier. Reviso en cada sector del enorme predio verde, debajo de las rocas incluso. El sitio estaba bastante poblado, esto dificultó de forma notoria la búsqueda.

Umbreon pasaba entre todos los Pokémon que caminaban por el parque, esquivaba a muchos pájaros que le picoteaban las patas, y sin darse cuenta se quedó atorado entre la multitud de Pokémon que observaban hacia las escaleras.

Umbreon: ¡Oigan! ¡Permiso por favor! - intentaba pasar por entre las patas de los bípedos pero le fue imposible.

De forma repentina todos los Pokémon comenzaron a aplaudir al unísono, festejando el logro personal de un Pokémon de la mansión. Una Gardevoir tomo a Umbreon y lo trepó en sus hombros para que pudiera ver el hecho.

Umbreon: - observó hacia las escaleras.

Un Snorlax logro bajar la escalera después de un largo tiempo. La escalera estuvo inactiva por meses debido a que el Pokémon se quedaba dormido constantemente en ella.

Garchomp: - se acercó y le dio la "mano" - Felicidades Snorlax, costo pero lo lograste... ¿Snorlax?

Poco a poco el cuerpo del Pokémon se balanceaba hacia delante y sin darle tiempo a Garchomp de esquivarlo, esté terminó aplastado por el grandote Pokémon.

Umbreon: Ouch... Eso le va a doler bastante. - dejó de ver el espectáculo y aprovecho la altura para rastrear mejor a su hermana.

La niña estaba en los hombros de uno de los 2 Ursaring, presenciando el espectáculo de igual forma que Skiddo, él estaba en los hombros del otro Ursaring.

Umbreon: Allí estás... - observó lo alejado que estaba del suelo.

"No recuerdo que sean tan altas las Gardevoir..." En verdad no es que fuesen tan altas, solo era 1,8 metros de altura que lo separaban del suelo. Bajo de la Gardevoir dando un brinco hacia el suelo, cayó de pie y mantuvo el equilibrio, 10 de 10 su salto, y luego se dirigió hasta los Ursaring. La masa de Pokémon ya se estaba disipando, yendo cada uno a su cuarto y quedando unos pocos en el lugar.

Él ya estaba por llegar a Leafeon, estaba a pocos metros, casi logra llamarla pero fue detenido por una brisa mágica que lo levanto por el aire arrastrándolo a los brazos de la Diosa.

Diosa: ¡¡Ahhhh!!

Umbreon: ¡¡Ahhhh!! - grito del susto.

Diosa: ¿Por qué gritas? - pregunto extrañada teniéndolo en sus brazos.

Umbreon: ¡Usted grito primero!

Diosa: Lo sé, solo fue para darte un susto jejeje. - tomo aire - ¿¡Cómo estás Umbreon!? - volvió a gritar pero está vez de la emoción. Hacía tiempo no se lo encontraba en su camino.

Umbreon: Me vas a dejar sordo, Diosa... - agitó la cabeza de lado a lado.

Diosa: ¿Tanto tiempo sin vernos y así me tratas? Que mal educado.

Umbreon: Pero usted lo ve todo, se supone que siempre me está viendo.

Diosa: Oh, eso es un decir, bobito. No existe criatura que pueda verlo todo en realidad. - acarició las mejillas del negro Pokémon.

Umbreon: ¿De verdad? Creí que si podías, es decir, tienes muchos poderes y no sería raro que lo hagas.

Diosa: ¿Cómo estás? - cambio de tema de forma repentina.

Umbreon: - estaba confundido - ¿Bien?

Diosa: - lo bajo con cuidado al suelo - No es bueno mentirle a una Diosa. Puedo verlo todo y sé que tienes problemas en tu casa hace tiempo.

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