𖤐⤸₊˚we are an angel and a demon • ⁱⁿᵉᶠᶠᵃᵇˡᵉ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗˢ

lovers

Demon!Aziraphale

Era algo divertido como había empezado todo. No... literalmente divertido, pero tenía su gracia.

Todo era tranquilidad en el lugar, hasta que los gritos empezaron a surgir en ecos.

"¡Aziraphale!" el pelirrojo iba de un lado a otro buscando al más bajo entre la espantada multitud que no encontraba esperanza; pero esto no le importaba, solo quería encontrar al rubio para ver dónde estaba.

Lo encontró no muy prontamente corriendo a su dirección.

"¡Raphael! ¡Detrás tuyo!" volteó y encontró a algunos encargados de todo el horrible alboroto que estaba sufriendo el cielo.

"Me parece una pena que tengamos que hacer esto, querido hermano, pero tú no nos das opción." dijo el arcángel de ojos púrpura.

"¡Aléjense de él!" escuchó la voz del rubio más cerca que antes para posteriormente sentir sus manos rodear su brazo.

"Aziraphale, no-"

"¡Oh! Pero que atrevimiento de tu parte portarte de manera tan grosera ante nosotros." volvió a decir Gabriel mientras que Michael fruncía el ceño.

"Que caigan ambos, no los tolero."

...

Pasemos un poco de tiempo atrás.

Cuando apenas se estaban creando las estrellas.

Cada ángel tenía su labor.

Y ese era el de él.

Darle forma a las galaxias, nebulosas, cometas, a un paisaje estelar maravilloso, lo disfrutaba como nadie tenía idea. Porque, bueno, no se lo decía a ninguno, a excepción del querubín que siempre divagaba por ahí vigilando que todo estuviera en órden.

Se sentaban frente a la nueva creación del pelirrojo mientras que este mismo le narraba como lo había hecho con una pasión que el rubio apreciaba y provocaba una sonrisa que no podía esconder ante cada palabra que decía.
Se le había hecho rutina pasar por ahí cada que terminaba de recorrer todo cuando sabía que el arcángel igualmente había terminado su trabajo de ese día, eran puntuales.

La conexión entre ambos fue inmediata al igual que obvia.

Aziraphale dió el primer paso por accidente expresando de forma tartamuda su enamoramiento sin remedio por el ángel de ojos obscuros. Lo cual pintó una enorme sonrisa en los labios del otro, el cual le correspondió. El amor era algo nuevo que habían aprendido y sentido lo cual a veces era confuso.

Todo el cielo sabía sobre eso, y bueno, no tenía nada de malo al ojo de ninguno, hasta algunos les tenían una envidia internalizada por tener ese nuevo sentimiento.

Estaban más que perdidos entre ellos que la felicidad no les cabía en sus pechos, aunque eso no fue impedimento a que sintieran que algo a su alrededor no estaba bien.
Entre tantos temas que pudieron abordar en sus infinitas charlas viendo las constelaciones recién hechas, Raphael tocó un tema que sabía que a su pareja también le inquietaba.

"¿No crees que...?" dijo divagando jugueteando con un poco de polvo estelar restante que había quedado en su túnica blanca. "¿Deberíamos saber más sobre el Gran Plan?"

El rubio volteó a verlo con el ceño levemente fruncido y sin decir nada para que prosiga.

"Ya sabes... deberíamos saber aunque sea un poco de que trata, a final de cuentas, estamos aportando a la creación de todo."

"Sí... tiene sentido... umh, pude hablar con ella." el arcángel rió viendo al querubín, ya que, al saber que él era, -suponiendo el grado de mando-, más cercano a Dios, Aziraphale siempre fue de sus ángeles favoritos, y eso no le molestaba como a otros, le parecía lógico ya que, ¿quién no podría encariñarse con él?, así que por ende el rubio tenía más comunicación con la todopoderosa. "me dijo que sus nuevas creaciones, ya sabes, los famosos humanos, tendrían una prueba, una inmensa, pero no me quiso decir más."