f*ck friends

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Book Omens, Humans AU

Había sido la segunda vez en la semana, lo cual era ciertamente extraño ya que el pelinegro siempre venía unas cuatro veces -incluso toda la semana-, a no solo pasar tiempo con él, también a... bueno, asuntos.

También fue extraño que esas dos visitas no le diera motivos aunque fuera medio día y no las dos de la mañana.

Si, había ocasiones.

Las de la tarde eran casi siempre cuando Anthony no iba a la escuela porque no podía ni levantarse.
Las de madrugada por severas crisis que tenía, como ataques de ansiedad, parálisis de sueño un episodio depresivo. 'Cosas de adolescente promedio' como cualquier adulto sin empatía diría.

Las de la noche eran por peleas con sus padres. Le tenía un especial odio al padre del más alto, no solo por los embrollos que le podía narrar Crowley mientras trataba de calmarle el llanto, si no por carne propia. Nunca le gustó que frecuentara en su casa muy a pesar de tener años de conocerse con el pelinegro.

Las de la mañana no existían.

Ni siquiera cuando la madrugada se asomaba, Anthony nunca se quedaba a dormir después de hacerlo. Así que siendo alrededor de las cuatro regresaba a hurtadillas al lugar que llamaba hogar.
Costumbre que tuvo que tomar Aziraphale de despertar sin ropa en su cama con el recuerdo fresco de su acompañante saliendo por la ventana.

Regresando a esa semana que estaba transcurriendo, fue una en la tarde y la otra en la noche, pero Anthony no se veía roto por las posibles agresiones verbales de su progenitor, más bien parecía distraído y nervioso de quitarle la ropa.

Como si no lo hubiera hecho ya millones de veces, una vez hasta rompió varios de los botones de una de mis camisas, pensó el rubio cepillando sus dientes viendo su reflejo en el diminuto espejo del baño con los ojos entrecerrados.

Terminó de cepillarse, lavó su rostro con esperanza de poder despertarse completamente, trayendo igualmente los recurrentes pensamientos negativos de sus noches furtivas que compartía con su mejor amigo. Cómo el típico 'solo me está usando para que su vida no se sienta tan mal', lo cual, tendría sentido por más triste que pareciera.

Acomodó su camisa azulada en otro espejo que tenía en su habitación para después tomar unos redondos anteojos entre sus manos y admirarlos un pequeño lapso de tiempo como si nunca los hubiera visto nunca.

"Tú bien sabes que no los necesitas." volteó a ver la ventana que no había revisado si estaba cerrada. Ahí estaba Anthony, asomándose provocando que su mente le diera un repentino recuerdo de la madrugada.

"Lo sé, pero se me ven muy bien. Igual no tienes excusa, no te separas de esos lentes obscuros con los cuales no ves nada." volteó a colocarse como debía los anteojos sin esperar respuesta concreta, solo sus acostumbrados sonidos que sabía bien que significaban en cada ocasión.

"¿Qué tal si hoy no vamos? No tengo ganas de escuchar parloteos de Hastur. Ni de nadie realmente." vió muy tenuamente como el pelinegro entraba a su habitación.

"¿Por qué no simplemente entraste por la puerta? No es como si mi mamá no supiera de tu existencia."

"Uh, yo, bueno... no lo sé." gracias a la falta de las gafas de Crowley pudo observar como su mirada amarilla divagaba por el lugar de forma nerviosa.

"¿Te encuentras bien?"

"Sí, sí, ¿y bien? ¿Aceptas o...?"

"Seguro, no hay nada relevante para hoy." revisó entre los libros que había metido a su mochila los cuales eran muy pocos.

𖤐⤸₊˚we are an angel and a demon • ⁱⁿᵉᶠᶠᵃᵇˡᵉ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora