Capitulo 3. Lucha en el coliseo

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El Lord Marcial estaba... Asustado. Asustado por el oponente justo delante de él.

Era un grupo de tres individuos, eso no era lo importante, él ya se había enfrentado a grupos incluso más grandes de aventureros. Pero... Sabía que estos delante suyo no eran como esos otros que había enfrentado.

—Gracias Osk, pero, ¿Acaso...? ¿Acaso yo soy el retador?

—¿Qué estás diciendo? —preguntó en respuesta Osk, el mejor amigo y patrocinador del Rey Marcial Go Gin.

Ambos estaban en la entrada norte del coliseo viendo a los tres retadores que salían de la entrada sur. Él como coleccionista entendió que su enemigo usaba artículos mágicos de primera bastante únicos. Quería hablar con ellos para comprarle algunos después.

Sin embargo el armamento del Rey Marcial también eran de primera, Osk había gastado una quinta parte de su fortuna para crear todo.

—Mis instintos me dicen... Que no puedo ganar. Jaja... ¿Así se sintieron mis oponentes cuando me enfrentaron?

—Rey Marcial...

El Rey Marcial apretó el agarre de su clava.

Hace tiempo que no tenía la oportunidad de enfrentarse a alguien fuerte. No había ningún retador y por eso se había vuelto arrogante. Ahora esa arrogancia había vuelto a morderle.

—¡Y por el otro lado viene el Gran Rey Marcial para defender su título como el señor de ésta arena!

Cuando escuchó como lo llamaban dudó un poco pero después de llenar sus pulmones de aire dió un paso. Ese paso resonó por el silencioso pasillo.

Entonces entró a la arena.

Osk lo miró en silencio, no dijo nada, no podía hacerlo ante la brillante determinación que mostraba el guerrero que él mismo creó.

—Soy Go Gin, el señor de está arena, el Rey Marcial.

El imponente Rey Marcial llegó a su reino y se presentó ante los retadores en forma de respeto por su fuerza.

—Es un placer tener este enfrentamiento contra usted, Rey Marcial, mi nombre es Andorax. Y estos detrás mío son Reyne y Faymont.

—Ya veo, es un placer enfrentarlos.

—Si, hablando de eso, hay algo que debo decirle...

—¿Y que sería eso?

La mirada en el rostro de Andorax se clavó en el troll, de no ser por la determinación de luchar que ganó en el pasillo sin duda hubiera retrocedido un paso o dos.

—Tú —La mirada se hizo más estrecha—... No puedes vencernos.

—¡Jojo! Son grandes palabras.

—Lo digo porque entiendo la diferencia de nuestras habilidades, así que, Rey Marcial, cuando te derrote quiero que te unas a nuestro grupo. Sin duda tus habilidades nos serían útiles.

—...

—Oh, no debes preocuparte por tu patrocinador, estoy seguro que después de darle algunos ítems raros aceptara nuestra petición siempre y cuando tú accedas.

—Bien, acepto, pero si yo gano me los comeré a todos. Quiero ganar la fuerza de sus espíritus.

—Acepto.

Ellos no dudaron. La confianza en sus palabras decían que un futuro donde ellos perderían sería imposible.

Pero sin embargo ésta era una lucha, uno de los dos tendrían que perder.

Overlord - Gobernantes de los cielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora