Capitulo 4. ¿Cómo llegamos a esto? (Parte 1)

341 36 10
                                    

Sucedió después de que Bellion informó sobre el hallazgo de una ciudad.

Me concentré en ignorar que yo... Bueno, terminé mancillando a la creación de mi compañera.

Cuando llegué a la gran sala del trono siendo seguido por Celestia pude sentir la mirada fija de las doce personas o más los de los doce seres que estaban reunidos ahí.

Espera, no son 12... Son 13... ¿Qué demonios?

Mirando arriba de la cabeza de la Tercer Ala Nidhögr pude ver una bola de pelo blanca.

No era cabello o una peluca, era... Algo más.

Cuando me senté en el trono Celestia se colocó a mi lado.

-Es hora de presentar nuestros respetos al Gobernante.

-No, por favor no.

Que se presentarán la primera vez estaba bien e incluso estaba nervioso pero ahora que ya los conozco y se que son muy parecidos a la descripción que les dieron mis compañeros no necesito que lo hagan.

-Entiendo, si esa es su orden entonces asi será hecha.

-Gracias, supongo, bien, Bael, ¿Cómo te fue?

-Mi Gobernante, la magia parece funcionar adecuadamente. -respondió con tranquilidad.

-¿Toda? ¿Hasta la de resurrección?

-Así es, cazamos a un conejo cercano y lo asesiné, después usamos en él el hechizo [True Resurrection], como podrá notar el conejo está muy bien -el demonio dirigió su mirada hasta la cabeza de Nidhögr y yo también lo hice. La bola de pelo en su cabeza mostró unas largas orejas y después volteó a verme. Sin duda es un conejo.

¿Pero que hace en la cabeza de Nidhögr?

Recordé mi amor por los conejos, tan suaves y peluditos, ¿Acaso ese gusto mío se pasó a mi creación?

Pensaré en eso despues.

-Tambien probé los hechizos más importantes de cada nivel, lo único que me falta son los de nivel 11, lamentablemente no puedo hacer ningún hechizo de ese nivel. Pero por lógica deberían funcionar. Si gusta yo podría...

-No, está bien, déjalo hasta ahí de momento.

-Entendido.

-Ahora, Bellion, cuentame ¿Qué has descubierto?

-Si, mi señor. Han pasado siete horas desde que me ordeno expandir a mis pequeños, en este tiempo he avanzado cerca de diez kilómetros y me he encontrado con un lugar... Interesante.

-¿Interesante? -pregunté.

-Assí ess. -la emoción se pudo notar en Bellion, quien durante unos segundos mostró una voz diferente. Una voz poco humana y que parecía más bien la de un insecto usando palabras humanas.

Eso en cierto sentido le quedaba más natural a Bellion, una mosca gigante con alas de libélula, sin embargo no pude evitar sentirme algo... Asqueado.

Parece que mi expresión dejo en claro mi disgusto.

-¡Mhg -se aclaró la garganta-! Una disculpa por mi descortés comportamiento, Mi Gobernante.

-No, no hay problema.

-¡Usted es tan generoso! -Bellion se inclinó.

-Lo soy -no lo negué, es costumbre mía jactarme de talentos o virtudes que en realidad no tenía pero yo no era un mentiroso ya que no hablaba en serio solo era una pequeña broma que me gustaba hacer por lo que siempre me jactaba de forma excesiva agregaba una risa al final para que no me tomaran en serio-, jajaja, pero ya, cuéntame de esa ciudad.

Overlord - Gobernantes de los cielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora