Overlord - Gobernantes de los cielos

Capitulo 9. ¿Cómo llegamos a esto? (Parte 6)

—¡Hyaaaah!

Blandiendo su gran espada dorada Andorax cortó a una monstruosa criatura de fantasía, era un monstruo similar a una medusa flotante de piel transparte y con un cuerpo lleno de esferas de colores y largos tentáculos como seda de araña los cuales excretaban baba constantemente. Una boca llena de largos dientes estaba escondida entre esos tentáculos. Ese monstruo era una "Jelly Brain Eater", uno de los peligrosos monstruos que volaban sobre las llanuras de Katse, su nivel de peligro era de 60 ya que no realizaban ningún ruido simplemente caían desde la niebla atrapando la cabeza de sus víctimas y rompiendo su cráneo para devorar su cerebro, uno pensaría que eso mataría a la víctima pero la cosa no era tan linda. La Jelly Brain Eater deposita sus huevos los cuales reemplazan el cerebro, la víctima vive con normalidad hasta que las crías nacen y crecen hasta quedarse sin espacio momento en el que la cabeza explotará por todas las crías saliendo al mismo tiempo desde todas direcciones. Si hay personas cerca las crías de Jelly Brain Eater se abalanzaran sobre ellas para obtener un nuevo hogar hasta llegar a la adultez.

Sin duda era un destino horrible.

Aunque a veces podía ser ventajoso ya que cuando un no-muerto tenía un cerebro como por ejemplo los zombies, los Jelly Brain Eater se lanzaban sobre ellos y los atacaban. En ese sentido no discriminaban a ninguna criatura.

Sin embargo la debilidad de esas criaturas es que son muy débiles físicamente, podían ser cortadas o aplastadas con el metal simple. Sin embargo el mayor problema es lo que ocurría cuando la matas.

—¡Gyaaaaaa! —soltó un chillido de muerte mientras su cuerpo era destrozado. Cayó sobre la tierra muerta y un líquido similar al agua se derramó como sangre desde su cabeza. Todas las esferas se derramaron en la tierra, y entonces se movieron.

No eran esferas, eran huevos.

Los huevos eclosionaron y las decenas de crias se abalanzaron contra Andorax sintiendo que tenía un cerebro. Él ni se inmutó, sólo levantó su mano y habló.

—[Lightning Dragon].

Un inmenso relámpago salió desde la punta de sus dedos, el aire chispeo mientras la electricidad se deshacía de todas las crías.

Andorax, -O mejor dicho Jikan-, no era un mago por lo que la cantidad de hechizos que podía usar era muy limitada y todos ellos eran hechizos relacionados con dragones.

[Lightning Dragon], [Draconic fire] [Dragon sales] y más hechizos de ese estilo eran los que conocía. Muy pocos -Hechizos que se desbloqueaban obligatoriamente en cierto nivel- eran los que no tenían algo relacionado con dragones.

Incluso tenía algunos pocos hechizos nivel 10 gracias a su trabajo de "Caballero mágico".

Faymont se acercó y comenzó a guardar los restos del monstruo en una bolsa mágica debidamente etiquetada como. "Monstruos".

—Jikan-Sama, ¿Porqué hace ésto? Si usted lo pide podemos limpiar éste lugar para usted. –preguntó su compañera Reyne, o mejor dicho la primer ala y líder de las doce alas, Celestia, la serafín de nivel 100.

—Es Andorax, recuerdalo. Somos Andorax, Reyne y Faymont, aventureros.

—P-, Perdoneme, pensé que podría hablar así con usted ahora que estábamos solos, ¡Tiene razón, mantener nuestros papeles es primordial, como se esperaba Jik-, Andorax-Sama es increíble!

La columna de Jikan se enfrió al escuchar eso, casi parecia una burla, se sentía como un bebé al que tenían que felicitar por cada cosa, incluso por respirar.

—Sigamos. —Se limitó a ordenar.

—¡Entendido! —respondieron ambos mientras bajaban sus cabezas.