Lirios - Alegras mis días

C134 - Reencuentro entre esposos

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Jiang Zhen abrió el paquete que Zhao Jinge le envió expectante.

Escribió una extensa carta a Zhao Jinge, aunque no escribía muy bien debido a su falta de experiencia, aún así escribió muy claramente todos sus pensamientos sobre Zhao Jinge, por lo que su carta también podía considerarse una carta de amor. Tampoco sabía qué le había enviado Zhao Jinge, ¿era también una carta de amor?

Jiang Zhen no vio ninguna carta de amor y lo que había en el paquete era otro paquete.... ¿Era una bolsa de harina?

No, no era sólo harina, había algo más dentro.

Jiang Zhen sacó una calabaza de una caja de madera de la harina.

La calabaza era grande y pesada, al principio pensó que era vino, pero cuando la abrió, descubrió que estaba llena de manteca de cerdo solidificada, y en cuanto a la caja de madera......

La caja de madera estaba llena de carne de soja secada al sol, y encima de la carne de soja, había una carta colocada.

Jiang Zhen abrió la carta que emitía el olor de la salsa de soja y la carne, y leyó las palabras de Zhao Jinge.

La carta de Zhao Jinge estaba bien escrita, sin ningún error, por lo que estimó que primero había escrito un borrador antes de volver a copiarla. Al principio de la carta también escribió que lo extrañaba, pero no había palabras reconfortantes, sólo escribió que estaba bien y que todo en casa también estaba bien. Al mismo tiempo, también mencionó la harina y la manteca de cerdo: ―Dijiste que no había suficiente comida y que querías comer algo de comida casera, así que te preparé algo de comida.

Zheng Yi dijo que no podía traer demasiado, así que Zhao Jinge sólo pudo hacer lo posible por meter más comida en la bolsa.

De hecho, en un principio quería enviar a Jiang Zhen arroz, pero más tarde descubrió que la harina puede tener más usos, así que la sustituyó por harina, para no ocupar demasiado espacio también puso manteca de cerdo y carne con salsa de soja en la harina.

―Jiang Ming, tráeme un pescado que aún no esté cocido, tiene que ser uno de los más grandes. ―Dijo Jiang Zhen.

―¡Sí, jefe! ―Jiang Ming rápidamente le trajo un pescado bastante grande a Jiang Zhen, luego vio que Jiang Zhen sacaba un pedazo de manteca de cerdo y una rebanada delgada de carne de salsa de soya que cortó en unas cuantas rebanadas y la puso en el vientre del pescado. Luego utilizó cuidadosamente una rama de árbol para aplicar un poco de manteca de cerdo en el cuerpo del pescado, antes de poner el pescado en el fuego para asarlo.

El pescado a la parrilla debía ser pincelado con aceite para asarlo, pero antes no tenían aceite, así que Jiang Zhen sólo podía comer pescado hervido, pero ahora era diferente.

¡Ahora tiene una calabaza de manteca de cerdo!

Jiang Zhen solía hornear muchas cosas para comer, hornear pescado también era muy bueno, el pescado horneado con aceite olía muy bien.

Cuando Zhu Erlin lo olió, no pudo evitar tragarse la saliva.

―¡Jiang Zhen, véndeme este pescado! ―Zhu Erlin le dijo a Jiang Zhen.

Zhu Erling consiguió mucho oro y plata, pero siempre vivió en la muy cerrada Salinera de Hongjiang y nunca salió al exterior. Aunque sabía que el oro y la plata eran cosas buenas, no conocía su valor, así que en este momento, sacó directamente un trozo de oro del tamaño del puño de un bebé para comprar un pescado.

―No se vende. ―Jiang Zhen no quería venderlo: ―Mi esposa me lo envió. ―Mientras decía esto, Jiang Zhen atrapó con una rama una gota de aceite que goteaba del pescado asado y que estaba a punto de caer al fuego. Entonces se metió la rama en la boca y probó el sabor largamente perdido.