Sister Of The Moon (Debbie & Tammy)✧

3 - un rumbo.

Debbie la observó... ella ya había estado en esa situación, sólo que aquella persona la había mandado a la carcel y luego ella se vengó mandandolo a la cárcel también, pero a Tam Tam no le había ocurrido lo mismo, no tenía ira en sus ojos sino tristeza, así que se limitó a estrecharle la mano mientras conducía. Tammy se la aceptó mirandola con una sonrisa.
A los 5 minutos, llegaron, paró el auto y se volteó a mirarla. Tammy hizo lo mismo.
- tranquila, no tenemos por qué hablar de esto, no tenés que contarmelo, pero sí decime que necesitas... además de comer. - le responde Debbie con una pequeña risa que Tammy comparte.
- mmm ¿además de comida, tequila y tu agradable compañía? creo que nada más.
vuelven a reir.
- y con respecto a lo otro, si quiero contartelo, quiero contarte todo Deb porque realmente confío en vos, pero no quiero arruinar con mis lágrimas el único momento que vamos a tener juntas en no se cuanto tiempo.
- bien, me alegro que confíes en mí, y bueno, vamos a por esos sandwiches de rúcula y parmesano y luego con un poquito de tequila me contas, tenemos todo el tiempo del mundo porque ¿sabes qué? no tengo a donde ir.
- ¿cómo que Debbie Ocean no tiene a donde ir? siempre tienes un plan... y ¡hey! ¿como sabías de los sandwiches de rúcula y parmesano? ¡son mis favoritos!.
- te conozco más de lo que imaginas Tammy. y noup, no hay plan.
- bueno, ¿al menos tenes un lugar donde parar?
- tampoco. Vamos por los sandwiches Tam Tam.
- esta bien, pero ¿entonces te quedas en el hotel? - y dudando por un momento, agregó - ¿conmigo?
- ¡por eso te llamé! sos la única que siempre está disponible, ahora que Lou está viajando por toda Europa.
Tammy asintió con una sonrisa.

Compraron aquellos sandwiches y luego se dirigieron de nuevo al hotel. Tammy se había deborado un sandwich en el coche, demasiado de prisa, estaba hambrienta.
- el próximo lo comés en el hotel, y más despacio, te va a hacer mal.
- como digas Debbs...
- no me llames "debbs" - dice imitando la voz de Tammy. A lo que ella responde con un giro de ojos y una pequeña risita.

Al llegar, Debbie se registró en la habitación 31, del lado derecho de la de Tammy.
La castaña bajó su única maleta y la dejó en su habitación para luego quedarse en la habitación de la rubia que se encontraba buscando vasos o algo donde servir el tequila. Su búsqueda funcionó, encontró 4 tazas negras opacas, nada de vasos, así que allí se serviría el tequila.
Tammy se sentó en el lado de la cabecera de la cama, que había quedado desecha, y Debbie en los pies, pusieron los sandwiches en medio y Tammy comenzó a comer, despacio, como le había mandado Debbie.
No hablaron hasta que la rubia se sintió llena y dejó el último sándwich.
- ¿lo quieres?
- no tengo hambre, pero si insistes... - la castaña aceptó y lo comió.

Una vez llenas, empezaron con el tequila.
- bien, supongo que este es el momento en donde me abro y te cuento todo lo ocurrido durante este último tiempo... mmm, bueno...
- tranquila, no te voy a juzgar. - le responde Debbie con compasión y calma.
Tammy respira ondo y comienza, no se salteó ningún detalle, le contó absolutamente todo con sólo una pausa para beber un trago. Al terminar notó lo húmedos que se encontraban sus pómulos, pero ya no le importaba, había dicho todo en voz alta por primera vez y se sentía mejor, había aliviado una gran carga. Unos segundos luego, Debbie se acercó y la abrazó muy fuerte.
- fuiste muy valiente Tam Tam, lo bueno es que ahora ya sos libre, vas a cumplir tus sueños, y ademas... tenés dinero para irte al caribe, que tanto querías pero no lo hacías porque él le temía a los aviones. Tammy asintió con una media sonrisa y se secó las lágrimas.
- ahora. ¿puedo saber que es lo que estuviste haciendo este último mes? - preguntó la rubia aún con la voz temblorosa.
- si, la verdad... no mucho, anduve sin rumbo, no se qué es tener sueños, nunca supe qué quería hacer con mi vida más que robar, y probablemente te estés burlando y pensando ¿cómo la pasión de esta mujer va a ser robar?, puede que tengas razón, ni yo lo entiendo, pero supongo que soy así y así moriré. Así que cuando me preguntaste si no tenía algún plan, te mentí. Si tengo un plan, me pasé todo el último mes, día y noches planeandolo, es uno que tal vez te incluya a tí, si es que estás de acuerdo. Y ojalá digas que sí.
- ¿entonces vamos a robar, de enserio?
- ¿ese vamos es porque aceptas?
- estoy recien divorciada, me estaba por dormir llorando hasta que llamaste y ahora me estás dando un plan y pidiendome que vaya a robar con vos, si esto no es obra del destino, no se que mierda es pero, hey, estoy adentro.
- asi se habla Tam Tam.
ambas sonrieron, y luego brindaron chocando aquellas tazas negras opacas.