10 - infierno.

75 7 0
                                    

Tammy llegó a la estación de policías, estaba en shock, en ese shock que tarda en llegar, sabes que está pasando pero no puedes decir coherencias, flotas en la agonía. Esperando a que tu cerebro sienta algo, haga algo. Lo único que se le quedó en su mente fue aquella pregunta que le hizo un oficial petiso "¿por qué tantas bolsas?" y ella, fingiendo una lucidez y elocuencia inimaginables respondió "por que me creía Hulk, claramente me di cuenta que no lo soy". El oficial petisito se rió a carcajadas, y luego la condujo a hacerse fotos para su informe y despues a la carcel de translado.

Y de repente se vió allí, cobró noción del tiempo y espacio y comenzó a hacer que su cerebro la ponga al tanto de lo ocurrido. Se vió en aquella habitación de color tiza, de paredes altas y pintura descascarada, abandonada como la gente que anda entre ellas, miró a su alrededor y notó que había un hueco en una punta, las detenidas la observaron atentamente y luego comenzaron a hablar con tono mezquino "oye, te ves muy pulcra, se ve que no eres de por aquí" lanzó una, otra se sumó "muy fifí, ¿verdad?" y se hechó a reír, otro par la siguieron.
Una se le sentó al lado y le empezó a tocar el cabello "que lindo cabello, tintura cara".
Tammy hacía fuerza para no llorar, se repetía una y otra vez que no debía dejar que ni una gota caiga, al menos no quería que la vieran más indefensa de lo que ya se mostraba. Pero es que no era como Debbie, ella no podía partirle la nariz a nadie, no tenía tanta valentía o al menos eso creía, o al menos nunca había tenido la oportunidad de hacerlo, tal vez si sentía que podía iba a poder. Lo que ocurre es que el contexto era distinto, no era un solo hombre eran 10 mujeres acosandola, ellas sí sabían pegar, eran más fuertes que ella y además, Tammy estaba sola. Al reparar en aquello y al ver que aquella mujer, la que estaba más cerca de ella, de tez pálida y dientes picosos, le tiró del cabello y le dijo "¿qué, no vas a hacer nada?" y ahí llegó a su límite. Permitió que una sola lágima cayera por su mejilla. Se limitó a retener su mirada en el suelo y nada más que el suelo, como lo hacía desde que atravesó las rejas. La mujer lo notó "hayyy, pero si eres una mosquita muerta, y una rica". todas comenzaron a reir y la mujer más próxima le dijo "¿sabes que hacemos con ustedes?" y no le dió tiempo a dudas porque comenzó a golpearla, la tiraron al suelo, Tammy no aguantó comenzó a llorar y se abrazó a ella misma justo cuando las demás comenzaron a unirsele a la de tez pálida. Tammy sintió cada patada hasta que no dió más y dejó que su mente haga el resto, haciendo que termine en un gran desmayo. Pero antes de aquello, antes de el desmayo, su mente decidió pensar que si así la tratarían aquí, en esta carcel común y transitoria con 10 mujeres, ¿qué quedaría de ella en una prisión? era tan debil y tan sensible que se sentía en un maldito infierno.

Por otro lado, Debbie.
manejó con la vista empañada de tanta agua corriendo por sus ojos, estaba demasiado angustiada, se sentía horrible.
Llegó a su hotel, juntó todo y entregó las llaves, se marchó hacia otro hotel unas cuadras más lejos que el anterior, mucho más lúgubre y oscuro; y decidió dejar el coche de Tammy y cambiarlo por el suyo, para no levantar sospechas. Y así se marchó hacia aquel hotel, no alcanzó a leer su nombre, estaba apurada así que por eso, apuró todo el trámite diciendo que estaba demasiado ocupada con su trabajo, logró subir y optó por llamar a Lou.
- hola, perdóname, sé que seguro estás por América Latina viajando en moto, y sé que no te gusta que te molesten mientras haces eso, pero Lou... arruiné todo. - rompió en llantos y no se podía contener, era el turno de que Lou hablara.
- Debbie, ¿qué pasó?, ¿donde estás?, tranquila, sabes que todo tiene solución.
- no se si esto la tenga, estoy en un hotel de mierda en California.
- ¡qué genial!, estoy en Las Vegas, pasame la dirección que voy y me cuentas. ¿está bien?. - le dijo con voz amable.
- si, gracias Lou.

Lou hizo lo más rápido que pudo, llegó unas horas después, Debbie ya no tenía lágrimas que derramar, se limitó a tirarse en la cama y simplemente esperar.
El aire pronto se hizo monótono, el tiempo eterno y la espera perpetua. Hasta que se oyeron unos golpes en su puerta que hicieron que despertara del trance.
- cuanta seguridad hay en este hotel, pregunté por tu nombre y me dirigieron aquí. - rió pero al ver el rostro de su amiga paró y la abrazó.
- bien, ¿qué sucedio?.
- es Tam Tam, planeé otro robo, a la casa de Kim Kardashian y salió todo mal, me olvidé de que había probabilidades de una alarma en el baño y Tammy sabía que yo no podía ir a prisión entonces, se entregó Lou.. por mi... y no se que hacer.
- la fianza... hay que preguntar por la fianza Debbie. Vamos, deja de llorar, la vida sigue tenemos que sacarla de allí. Tammy no pertenece a ese lugar.
- lo se, gracias por venir tan pronto, necesitaba un apoyo.
- tranquila, sabes que con una llamadita yo siempre voy a estar, bien ¿quieres que vaya yo?.
- si quieres... vamos a la estación y tu me ayudas preguntando cuanto es la fianza y la pagas.
- esta bien, puedo hacerlo, pero escúchame. No te adelantes a nada. no sabemos si hay fianza.

Fueron hacia la estación. Para suerte de todas si había fianza, Lou tomó el dinero que Debbie le entregó y la pagó, firmó y llenó todo el papeleo y ahí es cuando el oficial le dió la dirección de un hospital y le dijo que allí se encontraba Tammy.
Lou salió casi corriendo de la estación.
- buena noticia, ya pagué, mala noticia Tammy se encuentra en el hospital que queda a cuatro cuadras, la golpearon hasta dejarla inconsciente.
Debbie miró al suelo, no sabía muy bien que decir o pensar así que se dirigió al auto, y le dijo a Lou que se subiera. Tenía que llegar al hospital cuanto antes.

Sister Of The Moon (Debbie & Tammy)✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora