Sister Of The Moon (Debbie & Tammy)✧

6 - quietud.

Bonita... una palabra suave, utilizada por hombres como una prepotencia presuntuosa, con un "hey, bonita, que linda silueta" y mirando más de lo que deberían, desafiando el respeto de una simple mujer que quiere caminar en paz por la acera. Por otro lado, bonita puede significar algo totalmente radical a eso, de hecho, su significado literal (que no es el sentido social dado por aquellos hombres machistas), es uno tan sutil, simple y hasta tierno...
- que bonita estás - soltó la rubia al fin. No estaba segura de si decirlo o no, pero lo sintió sutil, simple y de hecho, lo sintió tierno de su parte, Debbie había hecho mucho por ella, y Tammy pensó que elevar y elogiar su hermosura nata no era nada, pero quería romper con su propio témpano, quería expresar su afecto hacia ella sin barreras, y de ahora en más, de vez en cuando, lo iba a hacer. Iba a demostrar que la quería.
- gracias, vos también. - nos sonreímos.

Llegaron. El restaurante no era nada despampanante, más bien tranquilo a la vista, luces amarillas y ventanas con cortinas abiertas color bordó. Tomaron asiento en una mesa alejada del resto, de lado de las ventanas, Debbie se sentó en el sillón, y Tammy dudó si sentarse en la silla enfrente de ella o a su lado.
- ven, acá es más cómodo.
y así es como Tammy optó por sentarse al lado de Debbie.

Llegó una mesera y optaron por pedir pizza simple y vino tinto.
- que sofisticadas somos. - dijo Tammy.
- el vino tinto es lo primero, luego tengo un bar a unas cuadras que vale la pena echarle un vistazo. - replicó Debbie.
- mmm sos una caja de sorpresas, ¿lo sabes no?. - dice Tammy con un leve titubeo, siente que si deja de reprimir sus sentimientos la situación se saldría de las manos y Debbie malinterpretaría las cosas.
Debbie ríe mientras llega la comida y agrega mientras se la sirven.
- simplemente quiero pasar el tiempo entre risas con la mejor compañía en el mundo...
- ayy, que linda... pero pensé que preferías a Lou antes que a mi.
De pronto, con aquellas últimas palabras de la rubia, la castaña no se sintió cómoda, así que hablo.
- ¿qué tiene que ver Lou en todo esto? ¿que mierda quieres saber Tamara? ¿sí estuvimos juntas? pues, si, estuvi...
- ¡perdón!, no me cuentes si no tienes ganas, no necesito saberlo. - tomó aire, aguantando sus propias lágrimas, el hecho de que ella entre todas las personas que la rodeaban, la haya tratado así, la hería profundamente, pero tenía razón, Deb tenía razón. - perdón de enserio, fue un comentario estúpido, pero no tienes por qué hablarme de eso si no quieres, está bien, yo no quiero eso, si me lo cuentas es por que te sientes cómoda, y si alguna vez hago algo que te moleste por favor, hazmelo saber. Ahora, si me disculpas, voy a pasar al baño.
Debbie simplemente asintió y siguió mirando el piso, ¿por qué reaccioné así?, desidió pararse e ir hacia el baño.
- ¿Tam Tam?-. golpeó puerta por puerta hasta llegar a la ante última. - ¿me dejas pasar? perdón por haber reaccionado así.
- no, no pidas perdón, fui yo... me dijiste algo hermoso, estábamos pasando uns velada encantadora y la cagué - respondió la rubia en sollozos.
- no importa, ya pasó, ahora ¿puedes abrir la puerta por favor?
Tammy se estiró y abrió el cerrojo aún sentada en el retrete y luego intentó secarse las lagrimas. Debbie le extiró la mano y la rubia le extendió la suya aceptandola. La castaña la levantó y la abrazó.
- todavía sigo sosteniendo que sos la mejor compañía en el mundo -. le dijo sin romper el abrazo.
Tammy se separó suavemente, Debbie le secó las lágrimas y se sonrieron. Ambas se sonrojaron pero aún así se quedaron allí, observándose y sonriendose.  Hasta que Debbie decidió accionar. Fue solo un momento aunque para ellas fue la mismísima eternidad, como si el
reloj no supiera de medidas y se hubiera perdido, revoloteando en el espacio de la perpetuidad, dejando al ambiente completa y calidamente quieto, y fue entonces ahí, que decidieron colicionar ambos labios, ambas se lo permitieron, se permitieron mutuamente.
Debbie se soltó en busca de algún rasgo de molestia en  la expresión de Tam Tam, pero lo único que encintró fue una sonrisa algo sonrojada.
- ¿Deb?... ¿podemos ir a comer? no la quiero seguir arruinando.
- claro Tam Tam, y tranquila, démonos tiempo.
Ambas asiente mientras abren la puerta y van a comer.