Lisa estaba tendida sobre su cama, su vestido blanco al igual que las sábanas estaban sucias de su sangre, recién abría los ojos cuando se encontró con los ojos de Jimin que la observaba con ternura.
Una vez que logró ver bien, se lanzó a sus brazos, lo abrazó tan fuerte que se echó a llorar, realmente Lisa no sabía por qué lo hacía, el chico no le gustaba, pero en ese momento se sentía sola e indefensa, necesitaba confiar en alguien, necesitaba a un amigo cerca.
En ese momento Gong Yoo se encontraba sentado en una de las escaleras, entretenido con su celular hasta que Jimin se le acercó.
− ¿Eres el gerente? − preguntó el chico.
− Depende de quién lo pregunte. − respondió Gong Yoo sin prestarle atención.
− Mi amiga dice que te debe algo de dinero.
Gong Yoo detuvo lo que hizo y lo miró de arriba a bajo frunciendo el ceño − habitación 212. − dijo Jimin.
− El gato montés − dijo Gong, así había decidido apodarla. − Esa chica es todo un encanto. − continuó luego de escupir al suelo.
− ¿Cómo dices? − preguntó Jimin al instante, tenía un rostro molesto, algo que Gong captó de inmediato.
−¿Qué eres, un mormón? − preguntó Gong poniéndose en guardia, se levantó de las escaleras y camino hasta colocarse frente a Jimin.
−No, señor − dijo Jimin, al ver que Gong era el doble de alto que él y más fuerte.
−¿Estás con el departamento de Salud Publica?
−No
− Porque pasamos nuestra última inspección. − dijo mientras caminaba hacia su cuarto − Porque te puedo mostrar todos los papeles, si lo deseas.
−Ella dijo que te debe por los daños − le dijo Jimin antes de que Gong Yoo cerrara la puerta.
El gerente volvió enseguida y miró al chico, tenía un rostro cansado y furioso − Debería cobrarle por la angustia emocional. −le reclamó, algo que Jimin no comprendió. − ¿Sabes cuánto tiempo tomó sacar esa cosa de ahí?
−Bueno, no creo que ella debería tener qué pagar − le replicó Jimin
−¡No me digas!− Gong Yoo caminó molesto hacia el chico.
Jimin retrocedió tras cada paso que el otro avanzaba hacia él − Es decir, − dijo asustado − técnicamente no fue su culpa.
−¿No fue su culpa? − se detuvo Gong Yoo cuando Jimin chocó contra la pared a sus espaldas − ¿Quién crees que dejó la puerta corrediza abierta?
−Si, pero no veo como eso...
−¿Fuiste tu? − preguntó Gong Yoo
− No
−Seguro que no fui yo
−¿Cuánto sería?
−La puerta nueva, más mano de obra...Al menos cien mil wones...
Jimin tomó su billetera y comenzó a sacar dinero de ella.
− ¿O fueron al menos doscientos? − preguntó Gong al mirar la billetera de menor.
− Tengo ciento cuarenta en efectivo − dijo Jimin extendiendo los billetes.
−¡Vendido! − gritó Gong Yoo tomando el dinero de manera inmediata.
− ¿Hay una farmacia por aquí? − preguntó Jimin luego de que el gerente guardara el dinero.
−¿Por qué? ¿Ella te mandó por sus tampones, también? − preguntó Gong Yoo.
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EL DEMONIO DE NEÓN - JENLISA
FanfictionLalisa Manoban pronto es hechizada por ese mundo iluminado perpetuamente con luces de neón y seducida por la magia que las lentejuelas y el maquillaje conjuran, y no tarda en entregarse al demonio de la banalidad, y erigirse a sí misma como una dios...