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Jimin tenía una cita con Lisa por la noche, ella lo había invitado a una cena junto a Song y otras dos modelos más.

El chico estuvo esperando, y en cuanto apareció Lisa, quedó impactado por su gran cambio, era otra completamente diferente, su largo cabello rubio había sido cortado y teñido de color negro, su maquillaje era más serio y coqueto, al igual que la poca ropa de diseñador que llevaba consigo, Lalisa Manoban lucía más hermosa que de costumbre, la única diferencia es que ahora ella ya lo sabía, lo que significaba que ya no había ni un sólo destello de inseguridad en ella.

− Con la palanca es el porte a la cabeza... − discutía Son junto a Rosé y Jisoo, el restaurante era extremadamente lujoso, era una cena ya planeada, por lo que sólo se podía acceder con reservación, así que Lisa no quiso ir sola.−Como un cañón de bronce. −terminó de decir cuando en ese momento Lisa se colocó frente a Song y las modelos.

−Song, quiero que conozcas a mi amigo Jimin − dijo presentándolo, las modelos sólo lo miraron de arriba abajo, Jimin era un chico atractivo y agradable, pero el aura de superioridad y lujo no lo poseía a la altura del gran diseñador. 

− Hola − saludó Jimin con un gesto en su mano, que no fue respondido.

− ¿Te llamas Rimin?−preguntó Song.

− No, Jimin −lo corrigió.

Rosé, se limitó a mirar al chico y pudo notar cómo Song observó al muchacho con lujuria, algo que para ella no era de extrañarse.

− Bueno... −Suspiró Song mirando hacia su costado, levantó su mano y la posó sobre el abdomen del muchacho arrastrándola disimuladamente hasta donde se encontraba su cinturón − Vengan, acompáñenos, tomen una copa... − Un gesto que Jimin notó enseguida haciéndolo sentir incómodo.

Jimin estiró su mano para apartar la de Song señalando un lugar vacío justo a lado de Rosé − No creo que haya espacio por aquí − respondió la australiana inmediatamente colocando su bolso sobre la silla, y Jisoo soltó una risa bajita. 

Lisa rodó los ojos y miró enseguida otra mesa que estaba justo a su lado − Esta bien, podemos sentarnos ahí − señaló Jimin.

Song miró a Rosé enseguida y continuó el monologo narcisista que ya venía demostrándole las modelos − Ahora, aprieta los dientes y estira tu fosa nasal, aguanta la respiración y dobla todo espíritu a su total altura... − decía mientras ellas lo miraban atento − ¡Adelante, adelante! − gritó efusivamente entrado en su papel − y así sucesivamente − luego Rosé rio con orgullo. 

−¿Siempre quisiste ser actor? − preguntó Jisoo.

−Bueno, actuar siempre fue algo natural para mi, porque soy un creador... Construyo, hago. Está en mi sangre − decía de manera apasionada.−Así que si estoy diseñando una colección o creando un personaje, todo es lo mismo ¿cierto? −preguntó luego de consumir algunos aperitivos que tenían sobre la mesa.

−Audicioné para una película la semana pasada − dijo Jisoo mirando a Rosé.

− Ah si, y ¿Cómo te fue? − preguntó.

− Dijeron que mi cara no concordaba con mi voz − respondió enseguida

− Te puedes arreglar tu cara − sugirió Rosé.

−No, no hagas eso − interrumpió Song.

−¿Por qué no? − preguntó la coreana.

−Porque, siempre se puede saber cuando la belleza es artificial. Y si no has nacido hermosa, nunca lo serás.

− Eso es cruel − dijo Jisoo.

− No, es la verdad − refutó Song.

Pero en eso Rosé soltó una risita − Creo que no siempre se puede saber. − dijo incrédula.

EL DEMONIO DE NEÓN - JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora