Nicolai
Hoy es un día de esos que tiene una tonalidad diferente, voy caminando a la entrada de mi casa o mejor dicho de nuestra casa. Angélica y yo pronto vamos a cumplir un año de casados, tengo en mi bolsillo un brazalete que era de mi madre y quiero regalarle a mi esposa desde hace mucho tiempo.
Con un ramo de rosas me acerco al amor de mi vida, no hemos tenido tiempo de calidad estas últimas semanas y esta es mi manera de recompensar por su paciencia. Ella me ve, pero no habla, no dice nada, al contrario mantiene su mirada dura y su aura oscura.
—Amor, ¿así recibes a tu esposo? —Abrí los brazos con el intento darle un abrazo y recuperar la calidez de su caricias, pero ella da un paso para atrás.
—Nicolai, tenemos que hablar. —Yo entiendo que ella debe querer reclamar tiempo y conexión emocional. He estado metido en la empresa queriendo que mi papá me valide como la persona que lo sucederá, en consecuencia no he estado pendiente de mi mujer.
—Si es por lo que he estado ocupado, te pido disculpas. Tú sabes que la situación con mi papá sigue tensa.
—No es eso, —Agarra un sobre de la mesa y lo extiende— Este es nuestro certificado de divorcio, necesito que lo firmes lo antes posible.
—Angélica, ¿qué es esto? —cuestioné, con su actitud estoy frustrado, confundido y malhumorado— ¿Me quieres hacer una broma?
—Esto es serio Nicolai, necesito mi libertad lo más pronto posible; por lo que requiero tu firma para poder formalizar. Mis maletas están hechas y alguien está esperando por mí afuera.
—Ahora me vas a tratar como una transacción, como un negocio sin validez y aparte cambiándome por otro hombre. Esto no es así Angélica, tenemos que hablar.
—Por favor, sabías que esta no es nuestra naturaleza y que tarde o temprano íbamos a terminar separándonos. —comenta de forma amarga— Tú no eres suficiente hombre para mí.
Agarre el sobre, quizás tiene razón por qué esforzarnos en cosas que no tienen sentido. No soy suficiente para hacerla feliz, espero que otro hombre lo sea.
—Angélica, gracias por enseñarme el amor y el desamor. —Terminé de firmar los documentos— Espero que encuentres lo que necesitas y seas feliz.
Me levanto y camino a mi auto; en efecto había un carro esperando afuera con alguien que me negué a ver.
***
No pude volver a esa casa, eran muchos recuerdos de nuestra vida de casados y muchos planes que se recreaban en mi cabeza cada vez que entraba. Decidí quedarme en mi departamento en el Downtown de Miami y vivir de la única forma que sé que no me lastima.
Las noticias de nuestra separación no se anunciaron sino hasta unas semanas después, muchos reporteros de chismes intentaban indagar en las diferencias irreconciliables presentadas, pero ni Angélica ni yo dábamos respuesta. Cada vez era peor y mi comportamiento no ayudaba, era el playboy que engañó a su mujer.
Cuando vas por el camino de la autodestrucción es complejo tener una perspectiva clara de las cosas que pasan en tus narices, había señales de que algo no estaba correcto con mi Angélica, pero opté por cegarme, la negación fue mi pecado y cada día lo pagaba con más dolor.
¡Demonios Angélica! No siempre fue así. Tú fuiste mi gran amor. Mi pasado no fue el mejor, pero tú me hiciste un chico malo recuperado. Con mi desamor lo único que logré fue dormir con cualquier mujer que me quería llevar a casa porque ya no estabas en mi vida y me perdí nuevamente.
***
No era común no encontrarnos, en el mundo de los negocios siempre hay casualidades, pero contigo no. Desapareciste y tu papá solo mencionaba que pronto volverías a tomar las riendas de los negocios. Me repetía que no me importaba que solo prestaba atención a las noticias por respeto a nuestro pasado y matrimonio.
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Resistiéndome a ti ***Fragmento Introductorio****
Romantizm¿Puedes controlar de quien te enamoras? Él está fuera de límites y yo no dejo de pensar en él. Diana Johanson, no juega de acuerdo a las reglas. Ella no permite que su corazón se apegue a nadie ni tampoco se mantiene en un mismo lugar por mucho tie...