Capítulo 4- Ideas significativas

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Después de tanto tiempo estoy utilizando ropa limpia, mi cara está libre de la barba que llevaba, no me siento bien en absoluto, pero tengo que seguir adelante por mi hija, quiero pensar que todo desde ahora va a cambiar, que por lo menos mi actitud va a mejorar por el bien de ambos.

Voy dando pasos cortos por los pasillos de esta casa que tiene muchos recuerdos de mi Angélica, en cada rincón puedo ver su sonrisa y es en único lugar donde podría estar ahora, recordando su belleza y carisma. Me dirijo a la habitación de Hope, al lado de la enfermera estaba una persona que yo no conocía.

Camino y me posiciono al lado de esta persona, que por asombro no dejo de ver.

—¿Quién eres tú? —Ella abre los ojos bien grande, en su mirada hay una tristeza muy parecida a la mía.

—Diana —titubea— mi nombre es Diana Johanson, hermana de Angélica. —Hasta cuando voy a tener que ir descubriendo secretos de mi esposa.

—Estuve con tu hermana años y ella nunca mencionó el hecho de tener una hermana.

—¿Podemos tener esta conversación en otro lado? —Se acerca a la puerta, pasando por mi lado. El olor de aceites y hierbas impregnan mi nariz. ¡Al diablo con los hippies del mundo actual!

Estoy en la sala esperando que ella regrese, necesito explicaciones más que preguntas.

—Aquí está la carta que envió Angélica, —Su voz empieza a quebrarse— Ella y yo no éramos muy unidas. Yo estuve viviendo en Latinoamérica; dejé este país en cuanto cumplí la mayoría de edad.

Extiende la carta un poco arruinada y mojada en las esquinas, esto me hace sentir que estamos viviendo en otro siglo, entre cartas y escrituras a mano. ¡Diablos, Angélica! Tú siempre queriendo hacer las cosas a tu modo.

Hola, hermanita, hemos pasado tanto tiempo sin hablar, por primera vez empiezo a entender que tú tenías mucha razón en las cosas que criticaste y tu forma tan abrupta de salir de la familia, tenías toda la razón, vamos por el mundo inconsciente del daño que nos hacemos a nosotros mismos y nuestra vida.

Hace unos meses me detectaron un tumor inoperable; no sé cuanto tiempo de vida me queda, lo peor es que unos días atrás me hicieron unos exámenes y está haciendo metástasis dándome las peores probabilidades de completar mi embarazo. No pueden hacer más pruebas debido a mi condición, estoy sujeta a vivir los últimos días de mi vida siendo el horno para tu sobrina o sobrino.

He pensado mucho en ti, pedí a mi abogada que hiciera un chequeo de los antecedentes de tu paradero y ella hizo una muy buena investigación de cómo han sido los últimos años de tu vida;

Diana, hermanita, lo siento de todo corazón por no estar ahí en tus peores momentos, todo lo que tuviste que enfrentar sola y sin la ayuda de nosotros que somos tu familia; parece que las manzanas no caen muy lejos del árbol. Pido a Dios, que tengas la felicidad después de tanta oscuridad.

A veces pienso que las cosas que te pasaron mezcladas con las que estoy viviendo tienen un sincrodestino. Tú perdiste a un hijo y mi hija va a perder a su mamá.

Te confieso que pensé mucho en pedir este favor, si estás leyendo esto es porque ya no estoy en el mundo de los vivos y por nuestros lazos de sangre mi última voluntad es que tú junto a Nicolai vean por el futuro de Hope, mi mamá no hubiera querido que nuestras vidas hubieran estado separadas como dos desconocidas, por ella y por todo te pido que lo consideres, porque para mí ya todo se acabó.

En mis mejores días tengo destellos de luz, estoy segura de que el término clínico es alucinaciones, te veo en ellas con mi hermosa Hope y Nicolai a tu lado; cada vez que esto pasa hermanita mi corazón se llena de felicidad, pues sé que mi princesa va a estar rodeada de mucho amor.

Vive tu vida en el amor y no el resentimiento. De corazón sé que vas a estar al lado de mis dos amores y cuando este camino se acabe, nos encontraremos en la siguiente vida.

Te ama, tu hermana Angélica.

—No me importa que diga esa puta carta, Hope es mía y se queda conmigo —comento mientras lanzó la carta—. Si piensas que tú y tu papá me la van a quitar, están equivocados.

—Nicolai, si me permites hablar. —Ella me observa con sus ojos verdes esmeralda, su aura es relajada. ¡Malditas hippies!

—¿Qué quieres? —Escupo las palabras con desagrado.

—Tú eres un hombre importante, lo veo por la casa que tienes y las comodidades. —Su voz es suave, con un tono dulce— Me imagino que vas a estar ocupado mucho tiempo y yo no.

»Puedo cuidar a Hope desde la cercanía, solo necesito un lugar donde quedarme. La verdad es que yo no podría quitarte a mi sobrina porque estoy quebrada; Mis ahorros los usé para regresar y mi trabajo es freelance lo cual no genera grandes ingresos, mientras me quedo con ustedes yo podría ahorrar para conseguir algo a donde irme en unos meses.

—¿Te quieres quedar aquí? Las hermanas Johanson no tienen vergüenza, ¿no es suficiente todo lo que me hizo tu hermana?

—Nicolai, no sé qué pasó entre ustedes, quiero cumplir con el requerimiento de mi hermana sin perder mi dignidad ni doblegarme a mi padre —explica con una sinceridad que me deja pensando.

—Solo si no te cruzas en mi camino, prefiero no verte. —Paso mi manos por la cabeza, esto va a ser complicado— Tú te encargas de ella mientras no estoy en casa y cuando llegue no te quiero ni ver.

—Me parece un trato justo. —Me extiende su mano— Espero que hagamos lo mejor por tu hija y mi sobrina.

Luego de estrechar mi mano camina dejándome solo, un sentimiento de pesadez recorre mi pecho; realmente tiene razón debemos hacer sacrificios por ella más que por nadie.

Me voy al estudio, revisó los documentos más recientes y llamo a mi mejor amigo.

—Hola, Chris, ¿cómo están las cosas? —El papeleo parece estar un poco fuera de control, con la entrega de las propuestas retrasada.

—Bien, estoy saliendo de una reunión con Milton & Asociados. ¿Te sientes mejor? —En el momento en que todo cambia, antes era divertido estar en estas conversaciones.

—Si, todo está bien. El lunes voy a reintegrarme al trabajo y hay muchos pendientes. ¿Puedes regresarme a Camila?

—Como socios, claro que puedo regresarte a Camila. —Hace una pausa— Como mi pareja tengo que hablarlo con ella antes de cualquier cosa.

—¿Desde cuándo eres tan cuidadoso con los sentimientos de tus novias? —Él es el último de nuestro grupo de amigos que quería sentar cabeza, incluso con Alana que era la mujer perfecta.

—Desde que quiero hacer las cosas bien, para ella, para mí y para mi familia. —comenta como el punto a donde debemos llegar todos—. Deja de hablar tonterías, ¿cómo está tu hija? ¿Estás seguro de que puedes regresar a trabajar?

—Nos vemos el lunes.

Durante el fin de semana tuve libertad de ver las cosas que tenía en espera, mi papá pasó a visitar a su nieta y hablamos de las próximas licitaciones que se vienen. Esta es la verdadera realidad, el trabajo y nada más.

Descubrí que encontré una salida a tantos pensamientos compulsivos y es dedicarme a mi negocio hasta que no sienta más que cansancio.

Pase nuevamente por la recámara de Hope, a un lado estaba la enfermera y al otro estaba Diana viendo la cuna con devoción, me imagino que Angélica no se hubiera separado de ella hasta no saber que estaba completamente bien; ninguna notaron mi presencia, así que camine a mi cuarto y me serví un trago de licor que me ayude a dormir sin tanto dolor.

Resistiéndome a ti ***Fragmento Introductorio****Donde viven las historias. Descúbrelo ahora