-𝑬𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒂𝒒𝒖𝒊́-

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Luego de que Hinata hubiese tomado la arriesgada decisión de escapar de el hospital para ver a Kageyama, su vida tomo un giro inesperado, pues luego de un par de rodeos Hinata termino perteneciendo al equipo de voleibol de la preparatoria Karasuno, el único inconveniente es que le había mentido a su entrenador sobre su condición, a pesar de esto, había estado tranquilo desde ese día, luego de hablar por teléfono varias horas con Kageyama se fue a dormir con una sonrisa en su rostro, esperando a el amanecer, al día siguiente no había entrenamiento, sin embargo Kageyama le había prometido a Hinata que iría a visitarlo. Los ojos de Hinata se cierran, una luz blanca le ilumina, una cancha de voleibol frente a el, ya no lleva la ropa de hospital, ahora porta un bello uniforme, mira a su alrededor, la red esta demasiado alta y Hinata se pregunta -¿podre pasarla? ¿alguna vez mirare por arriba de la red? ¿acaso cruzar ese muro?- siente un dolor en el pecho, le falta el aire, algo lo sostiene, no le permite correr para poder mirar la red de cerca, poco a poco la respiración le falta cada vez mas, le esta doliendo, intenta liberarse, parece imposible. -Hinata, puedes volar aun mas alto!-  se escucha una voz desde cerca de la red, es Kageyama, esta apunto de colocar el balón -¿es para mi?- se pregunta Hinata. No hay tiempo, de pronto las ataduras desaparecen y este corre hasta el balón, ahora esta saltando, parece volar, le ha dado al balón. -Hinata- le grita una voz, pero no puede ver desde donde, -Hinata, despierta!- y de repente -AAAAAH- grita Hinata al ser despertado por un golpe de Kageyama. -¿que haces durmiendo? te dije que vendría a las 2- dijo Kageyama molesto por la ineptitud de Hinata. Este se levanta asustado y mira a su al redor -¿donde estoy? ¿y la cancha?- preguntaba Hinata asustado mientras sobaba sus naranjas cabellos. -idiota, no fue mas que un sueño- le dijo Kageyama parándolo en seco, -deja de moverte, me pones de nervios- dijo Kageyama sosteniendo la cabeza de Hinata, este lo miro un poco mas tranquilo, dio un largo bostezo -oye Kageyama-kun- dijo Hinata luego de bostezar. -¿que quieres, idiota?- Hinata con la voz adormilada le pregunto -¿porque has venido tan temprano? estoy cansado- Hinata lo había logrado, volvió loco a Kageyama, el cual exploto con su ultima pregunta. Fue un golpe duro el que Hinata le preguntase eso, ya que a Kageyama le costaba aceptar que al estar sin Hinata se sentía frustrado y aburrido y pensaba que el podía sentirse igual, mas esta ultima pregunta le genero inseguridad de ello, Kageyama estaba apunto de ponerse a la defensiva cuando Hinata le contesto -no importa, de todas formas estabas en mi sueño- Kageyama se quedo inmóvil, no sabia como reaccionar ante eso, nunca nadie le había dicho eso antes, ¿habrá sido un buen sueño? se preguntaba, la mayoría de las personas se sienten incomodas con mi presencia pero este chico incluso a admitido abiertamente el haber soñado conmigo, eso solo puede suceder si te gusta pasar el rato con alguien ¿no? pensaba Kageyama, hasta que nuevamente Hinata le interrumpió -¿tienes hambre? dormir me ha dado hambre- Kageyama no entendía como Hinata podía decir cosas tan impactantes y luego salir con cualquier estupideces, pero no le importaba, era una de las cosas que le gustaban de el, ademas también tenia hambre. Juntos caminaron hasta la cafetería de el hospital, no hablaban, Kageyama estaba demasiado absorto en lo que Hinata le había dicho ¿que habrá podido soñar ese idiota? se preguntaba así mismo, mientras que Hinata se esforzaba por mantener los ojos abiertos. Llegaron hasta la cafetería, y se sentaron en una mesa -¿que vas a ordenar?- le pregunto Hinata a Kageyama. -idiota, no soy paciente de el hospital, no puedo solo ordenar, tendré que pagar por ello- le dijo Kageyama mirando hacia una maquina expendedora en una esquina de la cafetería. Hinata miro también hacia esta, pero todo lo que había dentro de ella eran golosinas -no creo que un grandulón como tu pueda llenarse con eso- dijo Hinata burlándose. -no me llames grandulón, enano!- grito Kageyama molesto. -oye Kageyama-kun, pide lo que quieras, diré que es para mi- dijo Hinata apenado. -¿piensas volver a mentir para conseguir lo que quieres?- le pregunto Kageyama mirándolo para abajo. -¿que dices idiota? solo quería ser amable, ademas sabes que era la única forma de entrar al equipo- reclamo Hinata. -déjalo, hablaremos de eso luego, tráeme una caja de leche y una porción de lo que sea que vayas a comer tu- dijo Kageyama. Hinata molesto asintió con la cabeza -a sus ordenes rey- dijo y cuando estaba apunto de irse sintió una fuerte presión en su brazo, se giro para mirar y observo a Kageyama, quien tomaba fuertemente su brazo con la cabeza agachada -por favor, no me llames así- dijo Kageyama con un tono de voz muy molesto. -¿eh? esta bien, lo siento- dijo Hinata extrañado. Kageyama lo soltó y Hinata se puso en marcha a por la comida -¿que le pasa a Kageyama-kun? normalmente si se molesta conmigo llamándome idiota o me da un buen golpe, pero... esta vez... su enojo fue diferente- se decía a si mismo Hinata mientras recordaba lo que recién sucedido. -eh, esto, disculpa ¿vas ordenar?- le pregunto el cocinero de el hospital a Hinata haciendo que este volviese en si. -ah, si lo siento- dijo y comenzó a ordenar, luego de esto tomo ambas bandejas con comida y se retiro a la mesa de Kageyama, pero el no estaba, Hinata dejo la comida sobre la mesa y giro a todos lados en busca de Kageyama, hasta que lo encontró en la misma maquina expendedora que habían visto ambos anteriormente, entonces Hinata camino hasta a el -¿que haces?- le pregunto una vez que lo tuvo a lado suyo, parecía que Kageyama había sacado una buena barra de caramelo. -ten, es para ti- le dijo Kageyama a Hinata entregándole la barra, -siento haber reaccionado así, odio ese apodo- dijo Kageyama con seriedad. -ya veo, no te entiendo porque es un apodo genial, pero prometo no llamarte así- dijo Hinata mientras tomaba la barra y la partía por la mitad -Oi Kageyama-kun, si quieres puedes contarme- le dijo Hinata ofreciéndole la mitad de la barra. Kageyama lo miro durante unos segundos, no sabia si en realidad debía contarle, el tema no solo le avergonzaba, si no que tenia miedo de lo que pensaría Hinata si se enterara de el porque ''el rey'' ''el rey de la cancha'' un tirano despiadado, no es una de las partes que Kageyama quería que Hinata viera de el. -si no quieres contarme no debes hacerlo, pero no me dejes con la mano estirada- se quejo Hinata, Kageyama tomo la barra de caramelo, le dio un mordisco, mastico y cerro los ojos -te equivocas, te contare, pero en otro momento,  ahora muero de hambre- le dijo Kageyama desviando la mirada. Hinata se emociono ante pensar que Kageyama iba confiando poco a poco mas en el y juntos fueron hasta la mesa a comer.

Había pasado un tiempo desde que comenzaron a comer y aun no terminaban, Hinata se había excedido, había pedido un montón de comida y desperdiciarla no era una opción, Hinata comió un poco de arroz -que bueno que esta!- Kageyama probo un bocado y luego miro a Hinata -si, esta bastante bueno, pero no te molesta haberlo conseguido a base de mentiras- dijo y volvió a probar el arroz. Hinata dejo de comer para mirar a Kageyama, ambos sabían que no hablan de la comida, si no de el hecho de que Hinata había entrado a el equipo a base de mentirle a el entrenador Ukai y Takeda sensei. -lo siento- dijo Hinata agachando la cabeza, mas la alzo cuando Kageyama comenzó a hablar. -¿eres idiota? ¿que pasara si te lastimas? ahora que te he encontrado no planeo volver a quedarme solo- dijo Kageyama evadiendo la mirada de Hinata, ambos chicos se quedaron en silencio unos minutos. Kageyama agito su cabeza de un lado a otro -lo siento, hable de mas- dijo mirando a Hinata, el cual lo miro y de un golpe se levanto de su asiento, corrió las bandejas de comida a un lado y se subió a la mesa, Kageyama lo miraba avergonzado, todos en el hospital estaban admirando la escena confundidos. -oye idiota! ¿que crees que haces? baja de ahí- le gritaba Kageyama avergonzado, mas Hinata no lo escucho, una vez en lo alto de la mesa señalo a Kageyama con su mano derecha 




Kageyamaaa! mientras yo exista, nunca mas estarás solo! estoy aquí

Hi-hinata buke! baja de ahí

no pienso rendirme contigo

...

el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños!

Oi Shoyo, ya esta bien, baja de ahí

Lo siento, señorita enfermera






Ahora esta prometido, ambos chicos estarían ahí para el otro, juntos aprenderán mucho.

𝑻𝒐𝒅𝒐𝒔 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒖𝒏 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora