"Jiejie, ¿no tienes ya una bestia del alma? ¿Por qué sigues aquí?"
"No quiero a Bing Hao en absoluto, es mi hermano Shen Si quien lo quiere". Shen Yin sacó la lengua, Qi Ling se sintió aturdido.
"Entonces, ¿por qué vinieron tantos de ustedes?"
"Bing Hao es una bestia del alma bastante poderosa, aunque no es tan poderosa como mi 'Tejedor de Sueños'¹ jaja", Shen Yin inclinó la cabeza más cerca de Qi Ling, "No le digas eso a mi hermano, de lo contrario se enojará de nuevo. Capturar una bestia del alma es particularmente peligroso, tienes que liberar la mayor parte de tu poder y absorber la del oponente, para ponerlo fácil, es equivalente a dejar desprotegida el alma de tu cuerpo para someter el alma del otro, si algo sale mal durante el proceso, serás tragado por el oponente. Entonces no parece tan divertido... debido a ello, generalmente nos concentramos en atacar a la bestia hasta que se encuentre en un estado moribundo, luego cuando sus poderes del alma estén en su punto más débil, aprovecharemos la oportunidad de engullirla y convertirla en nuestra bestia del alma. Hoy estamos aquí para ayudar a mi hermano como cazadores, primero debilitaremos a la criatura, de esa manera Shen Si podrá devorarla".
"Ah, es así..." Qi Ling asintió, aparentando entender la situación.
La fría oscuridad envolvió la ciudad de Fauser.
Al final del camino había un terrible silencio ensordecedor. Desde la negrura del bosque sin fondo se acercó el sonido de uno pasos, igual que el ritmo retumbante de un gran tambor.
De pronto una ligera nevada cayó del cielo, al principio solo fue una dispersión de copos de nieve que reflejaban la luz de las estrellas en la noche, pero la temperatura circundante descendió en un abrir y cerrar de ojos, como si toda la ciudad hubiera sido arrastrada a las profundidades de un cañón glaciar. En un segundo, la superficie del suelo estaba cubierta por tierra blanda, al segundo siguiente se convirtió en terreno duro y congelado.
En el bosque sombrío, la densa niebla se extendió a una velocidad que barrió las calles, congelando a su paso todo entre el cielo y la tierra.
El peligro catastrófico galopaba hacia la posada a la velocidad del rayo, sin embargo, los que se encontraban dentro no daban cuenta de ello, parecían ardillas descansando pacíficamente en lo profundo de sus cuevas, felizmente inconscientes de la tormenta de nieve afuera.
"Jiejie, ¿todavía quieres tomar té? Iré a buscarte algo". Qi Ling se estremeció y miró a través de los cristales de la ventana, el viento soplaba de nuevo. Poniéndose de pie, asomó la cabeza para observar la calle desierta, después cerró las ventanas con fuerza. Qi Ling giró, dirigiéndose a la chimenea cerca de la pared y encendió la leña de la estufa. La temperatura aumentó a medida que el carbón ardía.
"¿Por qué de repente se volvió tan frío? Es solo el comienzo del invierno". Qi Ling empujó los troncos de leño mientras abrigaba su cuello.
En ese instante, Lijier, que reposaba lejos de ellos, se levantó suavemente, agitando las manos en el proceso, los brazaletes golpearon entre sí, creando un sonido similar a la lluvia densa. Sus pupilas emitían un aterrador resplandor azul hielo y en su rostro permanecía aquella sonrisa pura pero inquietante: "Ai yah, finalmente llegó. Esperé tanto tiempo".
Después de hablar, caminó lentamente en dirección a la puerta. En un rincón del vestíbulo, un borrón de luz verde surgía gradualmente, proyectando algunas sombras enredadas bajo la iluminación. Cuando Lijier pasó junto a Shen Si, lo miró y luego sonrió: "Iré primero entonces..." Apenas terminó de hablar, movió su mano hacia atrás, todo su cuerpo se contorsionó en una posición extremadamente inquietante, igual que un pájaro desplegando sus alas antes de volar, y al momento siguiente, un inesperado estruendo llegó—
ESTÁS LEYENDO
L.O.R.D: Legend Of Ravaging Dynasties
FantasyEl continente de Odin está dividido en cuatro naciones, en estas viven un grupo de maestros del alma que protegen su territorio con sus poderes misteriosos. Los siete más poderosos de ellos se conocen como Nobles. La historia comienza en el Imperio...