L.O.R.D: Legend Of Ravaging Dynasties

Capitulo 10: Luz dorada

Yin Chen suspiró al ver a Qi Ling totalmente ignorante de la situación, como si fuera una hoja de papel en blanco. Un brillo de vacilación atravesó sus pupilas.

Sin embargo, no era tan malo. Comparado con entrenar a una persona que ya tenía conocimientos del poder del alma, Qi Ling podía comenzar su aprendizaje desde cero.[1]

Cuando Yin Chen estuvo a punto de bajar la mano, un débil resplandor hormigueó en la punta de sus dedos. En ese momento percibió algo y las yemas de sus dígitos liberaron una ola de gran poder del alma. Esta vez no solo para medir y probar.

"No te muevas", susurró Yin Chen con una expresión concentrada. Qi Ling estaba un poco asustado desde antes, sin embargo, el inesperado cambio en las facciones del hombre, lo aterrorizó aún más.

Yin Chen retiró la mano con horror, su rostro claro se volvió todavía más pálido. Le resultaba difícil creer lo que ocurrió en unos pocos segundos. Para ser precisos, el poder del alma que había dejado correr parecía tragado por un monstruo de tamaño incalculable, y allí no terminaba el asunto. Lo más atemorizante fue que si Yin Chen utilizaba una mayor cantidad de poder del alma con la intención de lastimar a Qi Ling, no hubiera sido capaz de cortar el flujo a tiempo y al menos la mitad del poder que permanecía en su cuerpo, habría sido devorado en un instante.

"¿Qué tipo de monstruo... reside en tu cuerpo?"

"¿Qué monstruo? No lo sé. No me asustes ..." Qi Ling también se puso pálido, no tenía idea de lo que hablaba Yin Chen, aunque por el miedo reflejado en su rostro, sabía que algo terrible estaba pasando.

"Quédate quieto, no te muevas". Yin Chen presionó el hombro del niño.

Después extendió la mano y desató el cinturón de Qi Ling, revelando el esbelto y fuerte pecho del joven frente a la noche. El adolescente tiritó y una fina capa de piel de gallina se formó en su piel. "¿Qué...? ¿Por qué...?" Qi Ling tartamudeó un poco avergonzado.

Yin Chen lo ignoró, estirando sus largos y delgados dedos contra su pecho, cerró los ojos y más poder del alma se derramó en el cuerpo de Qi Ling.

De repente sintió cinco oleadas de poder del alma penetrando el interior del adolescente, era como ser absorbido por un agujero negro con una poderosa fuerza gravitacional. Arrastrándolo a un abismo sin fondo. Rápidamente, intentó retirar su mano de Qi Ling, pero las vigorosas corrientes de poder, retorciéndose igual que serpientes ágiles, surgieron de las profundidades del cuerpo del niño y enredaron su propio poder del alma, intentando empujar salvajemente dentro de Yin Chen.

Las palmas de Yin Chen reunieron fuerza adicional para sacudirse lejos de Qi Ling, luego saltó hacia atrás. Toda su figura se abrió de la misma forma que un pájaro silencioso sobre la copa alta de un árbol. Volteando en el aire, aterrizó a unos cien metros del chiquillo. El fuerte sonido de una explosión levantó el polvo. Cuando el humo se dispersó, la imagen de Yin Chen arrodillado en el suelo apareció, agrietando la tierra bajo sus pies.

Yin Chen levantó la cabeza y vio a Qi Ling cayendo a la distancia.

Las ondas de aire en el pecho de Qi Ling se agitaron igual que el agua hirviendo, aunque fue más un frío ardiente. Es complicado explicar esta ilusión absurda. Pero era como si miles de cuchillos y hojas afiladas nadaran y mutilaran sus entrañas. Sus vasos sanguíneos y tendones se rompían, junto con la sensación de que su cerebro también se desgarraba. Qi Ling abrió la boca, pero no pudo hacer ningún sonido debido al insoportable dolor de miles de libras aplastándolo, sentía que estaba siendo desmembrado pedazo a pedazo, convertido en polvo y exprimido en un líquido viscoso para finalmente evaporarse.