La niña pasó a Qi Ling sin echarle siquiera un vistazo, incluso sus globos oculares no se movieron, como si Qi Ling no existiera. Ella solo caminó hacia Liuna y levantó la cabeza para mirar al león rojo. En sus ojos irradiaba confusión, haciéndole ver igual que una niña inocente. Con una voz ingenua y crujiente, ella dijo: "¿Por qué está aquí? ¿No sabes que Bing Hao vendrá pronto?"
Su pequeña figura se detuvo frente al monstruo ardiente, observándolo de manera inofensiva, "¿Acaso buscas la muerte?". Su voz era débil y tranquila, de la misma forma que si preguntara por el desayuno.
Hong Ri bajó su mirada, de repente el león se estremeció y retrocedió, parecía que estaba viendo un demonio. Las violentas llamas que volaban arriba y abajo desaparecieron al instante sin dejar rastro, la criatura aulló como un perro asustado. Liuna se levantó y agitó su mano, haciendo que Hong Ri desapareciera en una nube de humo roja.
La niña caminó lentamente hacia una silla en la esquina, luego se volvió para sentarse y dobló las piernas hacia arriba, abrazando sus rodillas mientras se hundía en el espacio del reposabrazos. Ella ahuecó su carita redonda, usando sus grandes ojos inteligentes para escanear cada rostro en la habitación, como si estuviera mirando un salón lleno de personas muertas.
Reprimiendo el miedo en su corazón, Liuna se incorporó y se dirigió a la chica, "Si estás aquí para competir por Bing Hao con nosotros, entonces admitiré la derrota, me retiro".
La niña frunció el ceño. Sacudiendo su cabeza, empleó una voz fantasmal y débil que sonaba del mismo modo que si viniera de un espacio lejano: "No, no estoy aquí para competir con ustedes por Bing Hao". Después, giró su mirada fuera de la ventana. En este punto, el exterior ya estaba completamente negro, los restos de la sangrienta puesta de sol se había ocultado completamente bajo el horizonte. El color escalofriante de la noche pintaba cada centímetro del suelo de la ciudad, dejando solo las luces parpadeantes de las ventanas de las casas. La niña continuó suavemente: "Estoy aquí para competir con ellos por Bing Hao".
Tuo ka resopló desde el otro lado: "¿Quiénes 'ellos'?"
La niña apartó su vista de la ventana y la dirigió a Tuo ka, un tinte de molestia apareció en su rostro: "Ello son ellos". Luego agregó: "Ellos no son ustedes". De pronto, movió la cabeza hacia atrás, echando un vistazo al final del camino detrás de la puerta. "No me gusta que me hagan preguntas, ya dije que detesto los lugares ruidosos".
Tuo ka se quedó inmóvil, inseguro de responder.
Qi Ling, que estaba cerca de Tuo ka, ya se había doblado por las arcadas, incapaz de mantener el vómito dentro de él.
Sin darse cuenta, a los pies de Tuo ka, uno cristales afilados, semejante a las enredaderas de vid salvaje que crecían a la velocidad de la luz, atravesaron su piel y recorrieron el interior de su cuerpo, perforando las espinillas y muslos para finalmente agujerear densamente su pecho y obstruirlo con aire, igual que si un erizo blanco explotara sus púas fuera de su cofre. Incontables cuchillas de hielo cristalino decoraron su cadáver en una escultura. Sus órganos internos e intestinos, derramándose con sangre caliente, colgaban de estos cristales de hielo blanco platinado que liberaban humo seco.
La muerte se cernía en lo alto, el viento frío y creciente soplaba en el vestíbulo de la estación. Liuna se puso de pie mirando a la niña, en su rostro se dibujaba una expresión horrorizada, "... ¿Quién eres?"
La niña no respondió, en cambio aferró sus rodillas, levantando el rostro para observar un punto desconocido en el techo, sus ojos eran huecos y pálidos, como si pudiera ver el cielo cada vez más oscuro a través de la cubierta.
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L.O.R.D: Legend Of Ravaging Dynasties
FantasíaEl continente de Odin está dividido en cuatro naciones, en estas viven un grupo de maestros del alma que protegen su territorio con sus poderes misteriosos. Los siete más poderosos de ellos se conocen como Nobles. La historia comienza en el Imperio...