Capitulo 15: El ritmo de la sangre hirviendo

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Lianquan llevó su mano a la curva detrás de una oreja y sujetó la empuñadura de una espada que atravesó la carne de su cuello, tirando de la enorme hoja que perforó fuertemente. Una hendidura ensangrentada del ancho de una mano fue cortada desde la zona inferior de la nuca hasta el arco del hombro, lo suficientemente profunda para ver el hueso detrás de la piel. Lianquan agitó su espada y la sangre adherida salpicó el suelo. Las heridas de su espalda se curaron lentamente, sellándose alrededor de los músculos y tendones blancos recién expuestos.

Lianquan aferró la espada en su mano derecha, el filo inclinado apuntaba hacia abajo. En el aire circundante, una gran cantidad de vapor se condensaba en pequeños y afilados cristales de hielo. Estos fragmentos de hielo giraron rápidamente, formando una corriente de aire, como hebras de seda traslucida absorbidas por dicha espada. Al mismo tiempo, la luz adyacente, gorgoteaba igual que un río de oro reuniéndose en el interior del arma. Todo el cuerpo de acero rebosaba con un tono marfil, de la misma forma que el brillo pálido de la luna, y la brisa zigzagueante se llenaba de una frecuencia zumbante. Sssss... cantaba la espada.

"Que asombrosa arma... En ese caso..." Shen Yin gentilmente llevó una palma a la parte posterior de su cabeza, moviéndola como si quitara una horquilla de su cabello, en cambio, sacó un mango delgado de su columna vertebral. "Yo también jugaré contigo", al terminar de hablar, igual que si arrancara su medula espinal, tiró de una cuerda blanca platinada del grosor de un dedo. Sus ojos estaban medio cerrados y su expresión conmovedora y coqueta, parecía una noble princesa desenredando su pelo antes de dormir.

Lentamente, aseguró el látigo en torno a la empuñadura y luego alzó la otra mano para frotar su cuello. El agujero se cerró rápidamente, dejando la piel del color de la nieve sin el menor rasguño.

"Vamos", la sonrisa en el rostro de Shen Yin convergió al instante. Su rostro exudaba una niebla escalofriante mientras el fino látigo se estrellaba contra el suelo. La cabeza aguda y afilada de la herramienta golpeó la superficie rocosa bajo sus pies con un 'bang'.

De repente, Lianquan sintió un feroz estallido de poder del alma cruzando velozmente desde abajo de la roca, "¡Ven!" Ella apuñaló la gran espada contra la tierra pavimentada, ocasionando una fuerte explosión. Los escombros se dispararon en todas las direcciones y extraños gritos llegaron de las profundidades del subsuelo, como si una escalofriante criatura hubiera sido acuchillada. Lianquan no tuvo tiempo de reaccionar, todo pasó muy rápido; de pronto, la sangre brotó de su boca. Antes de que pudiera ver claramente, el látigo, tan ágil cual serpiente, aporreó la espada, acuchillando su estómago y desgarrando su espalda. El arma se rompió en cinco púas que se asemejaban a los dientes de una piraña. Los pétalos[1] agarraron firmemente los músculos de la columna de Lianquan. Una sustancia viscosa rezumaba de la punta del látigo, igual que el veneno en los colmillos de una serpiente.

Shen Yin sonrió en la distancia, mostrando una hilera de dientes blancos. Su expresión era extraña y aterradora. "¿Duele?" Shen Yin retiró su látigo con fuerza, consecuentemente, el cuerpo de Lianquan también se estrelló hacia adelante e innumerables grietas y cascotes[2] explotaron en grandes nubes de polvo.

[Oeste de Aslan - Bosque fuera de la ciudad de Fauser]

Durante el sueño, el viento rugía en el cielo, arrastrando las densas nubes negras.

La luna perfectamente redonda colgaba muy por encima de su cabeza, esparciendo luz blanca que llovía sobre el mar de árboles. El bosque silencioso empapado por la luz revelaba una extraña paz.

De repente, en la oscuridad del lejano horizonte, hubo un sonido ensordecedor, como el de un tambor pesado que luego resonó más y más rápido.

Dum dum dum dum dum dum...

L.O.R.D: Legend Of Ravaging DynastiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora