Capítulo 7
Hoseok no estaba de buen humor. Las cosas estaban tensas entre sus hermanos y eso siempre le alteraba. Al ser el confidente de Yoongi, sabía mejor que nadie que está situación comenzaba a superarlo.
No paraba de preguntarle si había tomado la decisión correcta al volver. Jimin le evitaba y Jungkook siempre estaba de mal humor desde que Seokjin dejó de venir a su casa. Namjoon lo pasaba mal porque tenía que hacerse cargo del temperamento del lobo del menor. Por suerte, Taehyung estaba bien. Hoseok se preguntaba si su elección repentina de ser profesor tendría algo que ver. En los últimos días era el que más cerca podía estar de su pareja y tenía que admitir que eso le daba algo de celos.
Había salido a dar una vuelta por el barrio. Dentro de la casa, Jungkook volvía a pelear con Namjoon sobre salir a esperar a Seokjin y ya no podía aguantarlo más. Todos los días pasaban por esta situación y su tolerancia estaba decayendo.
Supo que estaba ahí antes de verlo y su corazón latió con fuerza. Aceleró los pasos y llegó delante de su casa justo a tiempo de ver a Seokjin bajar la mano que estaba a punto de tocar el timbre. En silencio, vio cómo se mordía el labio inferior sin apartar la mirada de la puerta. Tras unos segundos de titubeo, Seokjin se dio la vuelta y sus miradas coincidieron.
Hoseok se quedó estático por un momento. El otro día, cuando le vio por primera vez en años, no se fijó en lo cambiado que estaba su pareja ya que estaba intentando razonar con su madre. Ahora, no podía dejar de notar que Seokjin ya no era un niño.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente al verse descubierto y Hoseok pensó que se veía muy tierno. Despejó su mente de los pensamientos que no debían estar ahí y sacó su sonrisa más amplia.
- Creo que vienes a ver a Jungkook.- Dijo, intentando ocultar que eso en cierta manera le molestaba. De alguna manera, su hermano menor logró acercarse a Seokjin en un período muy corto de tiempo y sentía envidia. No podía ocultar ese hecho.
- Yo no sé...
- Él tenía muchas ganas de verte. Ya sabes, eres su único amigo por aquí.- Sabía que no estaba jugando limpio, pero esperaba que tirando a la pena Seokjin se quitara esas dudas sobre si entrar o no. Yoongi dijo que dejaran que fuera a su ritmo pero un pequeño empujón no haría daño a nadie.
- ¿Pu... puedo pasar?- Sintió satisfacción al ver cómo apartaba la mirada de él con un leve sonrojo. Seokjin debía de sentirse muy confundido ahora mismo por todo lo que estaba sintiendo por ellos. Pero decirle la verdad no era una opción y sólo quedaba ir paso a paso.
- Claro. - Pasó a su lado para abrir la puerta y sonrió al notar cómo su pareja se estremecía.
******
Seokjin entró en la casa algo nervioso. Habían pasado algunos días desde que le dijo a Jungkook que no vendría más y no sabía si este estaría molesto con él por la forma injusta con la que le trataba su familia.
Pero Jungkook no estaba enfadado. Le recibió con una enorme sonrisa y se lo llevó directo al comedor. Namjoon y Hoseok comieron con ellos pero no había rastro del resto de los hermanos Min.
- Gracias por venir, Seokjin.- Dijo Namjoon, consiguiendo que se sonrojara. La mirada de Namjoon siempre le ponía nervioso. Debía ser algo de la familia Min porque era un aspecto que compartían todos los hermanos. - Unos días más y Jungkook habría asaltado tu casa. - Bromeó.
- No hubiera hecho eso.- Aclaró Jungkook aunque claramente su hermano estaba bromeando. - Sólo quería jugar videojuegos con alguien.
- Me gusta venir aquí.- Dijo, pensando que había dado una impresión equivocada.- Mi madre es algo exagerada. Suele tener recelo con gente nueva.
- Los padres siempre se preocupan por sus hijos. No te preocupes, lo entendemos. - Dijo Hoseok. Seokjin sintió calidez en el pecho. Normalmente la gente le recriminaba la manera de comportarse de sus padres y solían tomar distancia pero no era el caso de los hermanos Min.
- Pero... no tienes que dejar de venir porque tu madre lo diga.- Dijo Jungkook y Seokjin sonrió. Había pensado que no le importaba que no fuera todos esos días pero parecía que Jungkook le había echado de menos y eso le hacía sentir bien. Sabía que no era algo que se sentía entre amigos pero no quería darle más vueltas ahora y más si quería hacer lo que en principio vino a hacer ahí.
Terminaron de comer y se fueron a jugar videojuegos. Seokjin esperó a que todos se dispersaran y para su suerte no pasó mucho tiempo hasta que ocurrió. Hoseok se fue a trabajar y Namjoon salió fuera a arreglar el jardín.
- Parece que a tu hermano le gusta mucho la jardinería.- Le dijo a Jungkook.
- Sólo cuando necesita distraerse. - Seokjin quiso preguntar porque quería distraerse ahora pero se mordió la lengua. No era el momento.
- Oye, ¿me dices donde está el baño?
- Al fondo del pasillo.
Salió de la sala de estar intentando no parecer ansioso. Se sintió ridículo mientras abría las puertas que se encontraba. ¿Por que estaba haciendo esto? Aunque los hermanos Min y su madre le ocultaran algo de su pasado, no había ninguna posibilidad de que hubiera algo en su casa que le diera alguna pista. Pero, aún sabiendo que lo que estaba haciendo era de locos, Seokjin siguió abriendo puertas hasta que se topó con un despacho.
"No me dejaran volver si me pillan", pensó mientras entraba sigilosamente dentro y cerraba la puerta detrás suya. "Y se lo contarán a mis padres y ellos me mataran".
Observó a su alrededor. Había muchas fotos en la pared de los hermanos Min. Algunas de cuando eran más jóvenes y otras más actuales. En una, vio a un sonriente Jimin. Se quedó un rato mirándola. No le había visto sonreír nunca.
Caminó hacia la mesa y algo en esta le llamó la atención. Con cuidado, movió a un lado unos papeles para descubrir una fotografía en bastante mal estado. Parecía que la habían llevado doblada en un bolsillo durante mucho tiempo. La miró y su cabeza dolió.
Él estaba ahí. Tendría unos cinco años y le rodeaban los hermanos Min. Estaban en lo que parecía ser un lago dentro del bosque de su pueblo. Parecía que se estaban divirtiendo. A lo lejos, reconoció el camino que llevaba a la casa de los Min. Parecían tan despreocupados que podía verse que no era la primera vez que estaban ahí. Y entonces, ¿por que no podía recordarlo?
- ¿Te gusta la foto?- Dio un brinco hacia atrás al oír una voz y la fotografía se cayó al suelo. Abrió los ojos asustado al ver a Min Yoongi apoyado en el marco de la puerta, mirándolo serio.
- Lo siento.- Dijo rápidamente mientras hacía una reverencia. - No debí entrar, lo siento mucho. - La mirada del mayor de los Min se suavizó y bajó hacia la fotografía caída.
Se acercó hacia él y la recogió. Seokjin se sonrojó al ver que la miraba detenidamente.
- Nos tomamos esta fotografía pocos días antes de irnos.- Dijo. - Puedes quedártela si te gusta.
- No... no podría...
- Está bien. Puedes cogerla... siempre que no vuelvas a entrar en sitios privados sin permiso. - Se sonrojó al ser reñido. Yoongi parecía no estar molesto con él pero la vergüenza le estaba matando.
- Gracias.- Murmuró mientras levantaba la mano para tomar la foto. Sus manos se rozaron y una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo dejándolo atontado. Yoongi también pareció sorprendido y Seokjin lo supo. Supo que también lo sintió.- ¿Por... por que...?- preguntó en un hilo de voz.
- Deberías irte. Jungkook te está esperando.
- Pero... - Yoongi se apartó de él y se fue a sentar en su escritorio, recogiendo unos papeles en el proceso. Dejando en claro que no podía seguir ahí. Apretó los labios molesto y salió rumbo a la sala de estar. La foto bien guardada en su bolsillo.
Hola!! Me gustaría saber cómo preferís que sea la narración de la historia, si contada completamente por Seokjin o cómo lo he hecho estos últimos capítulos metiendo el punto de vista de otros personajes. Quiero usar una dinámica que os guste así que dadme vuestra opinión si queréis.
Como siempre, muchas gracias por el apoyo. Espero que os guste la historia y nos leemos pronto.
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LAZOS DE LUNA (BTS X JIN) (Yaoi)
Manusia SerigalaSeokjin era de una familia religiosa de una pequeño pueblo rodeado de árboles. Había vivido de manera tranquila toda su vida hasta que los Min volvieron al pueblo. Y con ellos, muchos secretos y recuerdos que creía olvidados. Los lazos que una vez...