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Habían pasado ¿año y medio?  Y Roger no recordaba la última vez que se sentía así de feliz.

Brian había reabierto su estudio y le iba mucho mejor que antes.

Roger había conseguido un empleo mucho mejor pago.

Era como si hubieran empezado de 0 aquella noche y estuvieran en el mejor punto de su relación y sus vidas.

Recordó que incluso su amistad con Jhon había mejorado bastante hacía casi el mismo tiempo, todo gracias a que el rizado, antes de mudarse, había dejado algunas cosas en casa de Freddie...

Brian parecía un niño pequeño abriendo un regalo, a pesar de ya saber que era, se emocionaba igual.

Sacó su cámara y miró a Roger con mucha emoción.

—¡Al fin!

—¿Volverás a abrir el estudio?

El rizado asintió, y le comentó a Roger una idea que tenía hacía mucho tiempo.

—¿Vas a poner una foto mía? ¿Y qué vas a poner? ¿A mi desnudo?

—Nop, esa imagen solo me pertenece a mi, y prefiero se quede así.

Roger rió —¿Cuál entonces?

—¿Usarás la misma habitación como estudio?

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—¿Usarás la misma habitación como estudio?

Brian negó —Esa la tengo planeada para algo más importante.

Roger, aunque fuera poco, se había ilusionado ¿tal vez para la habitación de un bebé? Aún así, sintió miedo de preguntar, otra desilusión no iría bien, así que prefirió dejarlo así —Yo buscaré empleo en otra escuela, e incluso podría promocionar tu trabajo para los eventos importantes.

—¡Me encanta! —se abalanzó a darle un beso—. Te amo.

—Yo a ti, mi bebé.

Escucharon unos golpes en la puerta, se levantaron rápidamente, seguramente era el camión con las demás cosas del mayor.

El rubio se detuvo abruptamente al ver a John ahí con una caja en brazos.

—Yo, emm, nosotros —apuntó con su cabeza a Freddie en el auto—. Quisimos venir a traer lo que faltaba, y emm también a disculparme.

—¿Disculparte? —su pregunta iba dirigida a porqué sólo John estaba ahí.

—Freddie no habla desde hace mucho entonces prefiero hacerlo yo. Pero necesitaba que alguien me trajera —soltó una risa nerviosa.

—Te escucho —se apoyó en el marco de la puerta.

Por al menos 10 minutos, John ofreció una de las disculpas más sinceras de su vida, y a Roger todavía le costaba creerlo.

Smile, baby! {Maylor - Mpreg}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora