V. Tinieblas

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El silencio será la respuesta para quienes no merecen hacer preguntas,

la libertad será perderlo todo.

Un leve movimiento sacudía mi cuerpo de un lado hacia otro suavemente despertándome de la inconsciencia

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Un leve movimiento sacudía mi cuerpo de un lado hacia otro suavemente despertándome de la inconsciencia.

La cabeza me colgaba por sobre los hombros y mi boca se sentía extremadamente seca, como si hubiera pasado días sin probar ni una sola gota de agua.

Cada una de mis extremidades se sentían extrañas y débiles.

Mis ojos tampoco parecían querer cooperar con la simple tarea de despertar para ver qué era lo que estaba ocurriendo a mi alrededor.

Todo se sentía pesado.

Estiré los dedos lentamente buscando mover las manos para poder palpar lo que se encontrara cerca de mí, pero me era imposible moverlas. Fruncí el ceño extrañado y sacudí la cabeza con todas mis fuerzas, intentando que la sensación en mis párpados desapareciera y mi vista se fuera aclarando poco a poco. Oscuros nubarrones aparecieron ante mí al abrir los ojos por lo que pestañeé repetidamente intentando a alejarlos. Mantuve la cabeza hacia abajo para poder observar mis manos que se encontraban descansando juntas sobre mis muslos, y al verlas, el aire se atoró en mi garganta.

¿Qué demonios?

—Solo es por precaución — una voz grave sonó desde mi derecha —. No pienses nada raro, niño.

Ignorando la voz a un lado mío moví los pies esperando que alguna de mis extremidades me respondiera como es debido, pero uno de los cordones que antes se encontraba ajustando una de las zapatillas a mi pie, ahora estaba apresando ambas de mis piernas entre sí en un fuerte agarre. Y lamentablemente mis manos corrían con la misma suerte.

Froté ambos brazos desesperadamente buscando deshacer el nudo que los mantenía unidos, pero era inútil.

Desvié la mirada hacia mi izquierda dando de lleno con la ventana del auto en que me encontraba y que me permitía visualizar una gran cantidad de árboles que pasaban a una velocidad estrepitosa al lado de la carretera.

Regresé rápidamente la vista hacia la voz que había escuchado anteriormente sin entender lo que estaba sucediendo, encontrándome con los profundos ojos del moreno que había estado en la casa anteriormente.

Fantástico.

Rodé los ojos.

—Oye, ¿por qué luces tan hastiado? — preguntó sorprendido —Este chico si que no aprecia su vida ni un poco — comentó con ironía adornando su voz —. ¿Entiendes siquiera en la situación en la que estás? ¿O es que todavía no has despertado del todo?

Levantó una de sus manos hacia mi cabello para despeinarlo, pero alejé mi cabeza de su alcance.

Me sentía mareado.

Magic ~KookMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora