Leyendo Una perfecta Señorita

Capitulo 4

Mientras que Regulus se preocupaba por la integridad de su prima, en la mesa de los leones Sirius casi rebotaba en su lugar estaba más que emocionado por la idea de hacerle bromas a su "adorada" prima, a él nunca se le paso por la cabeza el perder la apuesta, los padres de la niña eran de la mesa rojo y dorado así que la niña debía de estar en mesa rojo y dorado no había ninguna otra posibilidad.

¿Quién...?-empezó a preguntar Remus, pero fue interrumpido por Sirius quien le quito el libro de las manos – de nada Sirius

Te quiero Lunático- dijo el chico de ojos grises al notar el sarcasmo con el que le hablo.

Muchos soltaron ligeras sonrisas, al ver como el castaño rodaba los ojos y le indicaba que leyera de una vez.

Cordelia observó orgullosa el cabello de Hermione.

Con habilidad y un poco de agua logró domar ese cabello grueso y esponjoso en dos trenzas holandesas que se enroscaban de manera armoniosa en su nuca.

—Siento que me aprietan— dijo Hermione a punto de jalarse una de las trenzas.

—Quieta— Cordelia le dio un ligero golpecito en el peine a los dedos de Hermione— No arruinaras mi obra maestra.

Tu hacías eso todo el tiempo- le dijo Andrómeda a Bella con un tono de reproche.

Los hacías muy ajustados, y me dolía cada vez que movía ligeramente la cabeza-le respondió la nombrada de la misma manera.

Hermione arrugó la nariz pero se quedó callada. Cordelia pensó seria en algún producto que ayudara al cabello de Hermione.

Cuando pudo sentir la textura del cabello de Hermione notó las puntas abierta y quebradizas, además que el cabello tenía una apariencia seca y falta de brillo.

Luego de una charla que incluía algunos dulces del carrito. Cordelia controlaba su ingesta de azúcar y Hermione ya estaba a acostumbrada a evitar el azúcar.

Euphemia y Augusta pusieron una pequeña mueca ente el estado del cabello de la joven. Mientras que Lily y su madre pusieron una mueca por hecho de que ambas evitaron el azúcar, eran niñas si querían comer dulces podrían comerlos, pero al parecer no era así.

Luego llegó el momento de llegar a la estación, amabas se cambiaron en el compartimento dándose la espalda y cerrando las cortinas.

Cordelia guardó sus guantes y volvió a revisar su peinado estuviera parejo y en su lugar.

Dejo su bolso de mano junto a su baúl, en la estación los esperaba un hombre considerablemente alto, con una barba prominente y una risa estruendosa.

— ¡No más cinco por bote!— indicó el guardabosque.+

Mira Hagrid eres tú- dijo James con una sonrisa hacia el medio gigante.

Estoy segura que la cachorra te ira a visitar a tu cabaña- le dijo esta vez Sirius.

Claro primo y luego se juntara a jugar con un dragón- dijo bella con burla- por favor la niña tiene más cerebro que Potter y Evans juntos.

Tu...-empezó a decir Sirius pero fue interrumpido por Remus-

Sirius todos queremos saber qué es lo que pasa a continuación- le dijo con una mirada que gritaba peligro- continua leyendo o deja que alguien más lea

Sirius no dijo ni refuto nada mas pero en su mirada se podía ver lo inconforme que estaba, pero internamente se dijo que ya se las pagaría cuando ganara la puesta y continuo con la lectura.