Capitulo 16

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La sorpresa era bastante obvia en todo el gran comedor, mucho no habían sospechado que aquellas mujeres podían se squibs y realmente los agarro desprevenidos. 

—si no les molestas, quisiera leer— el silencio fue roto abruptamente por Remus, quien parecía el único que había logrado salir del asombro—

Saber que Sam y la señora Dawn eran squibs fue sorpresivo para Cordelia y tía Petunia.

Primero se le explicó que era un Squib, una persona que no hacía magia de padres mágicos.

La señora Dawn era una Fawley de nacimiento.

—Valla... entonces es la tía Amara—dijo con sorpresa el actual Lord Fawley— pensé que aun vivía en Suiza.

—¿No mantuvieron contacto con ella?— La pregunta vino de Petunia, quien a un se encontraba sorprendida de que aquella mujer mayor fuera de familia mágica.

—Solo se que mi prima se divorcio de su primer marido— Contesto Lord Fawley, consiguiendo una mueca en muchas de las jóvenes presentes.

—Mis padres me enviaron a un internado en Suiza— dijo la señora Dawn en una tarde de té. Estaban ella, Sam, Cordelia y tía Petunia — Al menos tuvieron conciencia de mi formación como una señorita adecuada. Oh mi época de juventud en Suiza fue maravillosa, descubrí mi talento para el piano y encontré a mi amado Otto.

La señora Dawn siguió hablando de su vida. Su regreso a Inglaterra ya como señora casada, y su hija, que resultó bruja y fue enviada a Francia.

Y hasta ahí se detuvo la charla ante el gesto amargo de Sam ante la mención de sus padres.

—Su matrimonio fracasó y se divorciaron— dijo Sam fríamente mientras jugando con la galleta en sus manos — Ninguno de los dos quiso quedarse con la hija squib que resulte. 

— Ven, horrible matrimonio —concordó consigo mismo Lord Fawley

— No debieron divorciarse, tenían una niña a la que criar —La voz de Molly se escucho por todo el comedor logrando que incluso Walbura pusiera los ojos en blanco—

— Señora a veces lo mejor para los niño es que sus padres se separen, antes de que se causen traumas que les compliquen su vida en un futuro—comenzó a hablar Edith con un tono ligeramente despectivo, en la mesa de Slytherin Severus de manera casi imperceptible asentía con la cabeza... si tan solo su madre hubiera tomado las riendas de su vida talvez no seria tan cerrado.

 — A veces el divorcio es el único final que hay en matrimonios, antes de que las cosas pasen a mayores—comento Petunia, mientras su pensamiento giraba en torno a la señora Eileen, quien había visto las señales sobre el maltrato del señor Snape ahora que ya era mayor. 

La señora Dawn le dio una mirada seria a Sam, ella solo mordió su galleta.

—Mamá se casó de nuevo y vive en Chicago, y papá trabaja como Rompe maldiciones en Turquía— siguió hablando Sam— No me quejo, fue bueno que me quedara con mi abuela. Así no tendría que andar rebotando entre mis padres como pelota de playa.

— Esperemos que ese matrimonio no termine en divorcio también —comento en voz baja Petunia a sus nueva amigas, logrando una pequeñas risas de ella. 

—Esperemos que hayan sido consientes y les pasen la manutención —comento Ted.

— Teniendo en cuenta que ninguno quiso quedarse con su hija, yo no tendría las esperanzas en eso —le respondió Bella. 

El comentario de bella, Walbura no pudo estar mas en desacuerdo, después de todo muchas familias dejaban a sus hijos squib para evitar burlas o confrontamientos por celos, como fue el caso de su tío Marius 

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⏰ Última actualización: Jun 04 ⏰

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