Se sabe que el amor es la muerte del deber y el deber es la muerte del amor.
- Un acto imprudente dará un giro a su destino y, no sólo cambiará el suyo, si no, también el de ella.
- Enamorarse no estaba en sus planes y, mucho menos de ella, una mu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~~~~~~~~~~
Las gotas de lluvia empapaban el ventanal de su habitación. El día soleado había terminado con el cielo llorando y gruñendo, acompañado del viento que golpeaba con fuerza el exterior.
Hinata se encontraba observando el paisaje, el cual solo incrementaba su estado desanimado. Soltó un suspiro y tomó asiento, tomando el libro que se había encontrado leyendo esa tarde, mas su mente no lograba entrar del todo en la historia que se encontraba plasmada en las hojas, en cambio, divagaba en esos ojos azules que estaba destinada a ver por lo qué le restara de vida.
Uzumaki, Naruto.
Se preguntaba si llegaría a amarlo y él la aceptaría por quien era realmente, no sabiendo si lograría mostrarse del todo en su compañía. Él parecía lejano, no interesado en entablar una relación con ella, algo que no comprendía.
Si él no desea casarse conmigo... ¿Por qué participó en el torneo?
Tenía tantas preguntas por el errático comportamiento del muchacho, no logrando comprenderlo, mucho menos cuando las personas que la rodeaban lo único que hacían era resaltar el hecho de que era un sureño. Un enemigo del Norte. Alguien que sólo buscaba perjudicarlos, mas ella no podía creer que alguien buscara el mal ajeno, mucho menos teniendo una mirada tan inocente como aquellos orbes azules que la detallaron la noche en la que se presentaron formal y oficialmente.
No sabía con quien hablarlo. Su hermana, a pesar de ser unos pocos años menor que ella, aún le parecía una persona muy inmadura, además de encontrarse en conflicto por lo sentimientos que parecía albergar por el joven Aburame.
Ella tiene sus propios problemas.
Además que sentía que no la comprendería y, que lo más seguro, se burlaría de su inocencia. ¿Acaso era tan malo soñar con conocer el amor a lado del joven Uzumaki?
Era un sentimiento desconocido para ella, deseaba tanto experimentarlo, sentir a su corazón acelerarse al ver y estar con la persona amada... deseaba, a pesar de no poder asegurarlo, que alguien la viera de la misma forma en la que había descubierto a su primo viendo a la joven guerrera que lo acompañaba la mayor parte del tiempo.
Neji...
A pesar de tener sus propios asuntos y problemas, no podía ignorar lo que sucedía con su primo. Para ella estaban claras las intenciones de su padre, dudaba que alguien desconociera el interés del Rey Rasa en unir a su hija en matrimonio con el futuro Guardián del Norte, y que el gran Hiashi Hyūga no podría estar más de acuerdo con esa alianza, el problema era que su primo, Neji Hyūga, ya había entregado su corazón a alguien más.
