Se sabe que el amor es la muerte del deber y el deber es la muerte del amor.
- Un acto imprudente dará un giro a su destino y, no sólo cambiará el suyo, si no, también el de ella.
- Enamorarse no estaba en sus planes y, mucho menos de ella, una mu...
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Naruto mantenía su mirada perdida en la ventana mientras su madre se encontraba sentada en el borde de la cama de su habitación.
–Naruto...
–Llegará en cualquier momento. Quiero ser el primero en hablar con él. Tengo que explicarle... - Kushina suspiró y dirigió su mirada hacia su hijo.
–Dudo que te permitan hablar con él en el instante en que llegue. Los Hyūga lo acapararán y tu padre intentará llegar a un acuerdo con ellos. - Naruto frunció el ceño y dejó su lugar junto a la ventana para acercarse a la mayor.
–¿Un acuerdo? Pensé que la boda ya era un hecho...
–Lo es, pero aún así, sé que lo intentará. - mas en la mirada de la pelirroja se reflejaba el esperado fracaso del Guardián del Sur.
–Padre no debería interceder por mi, mucho menos humillarse.
–Él desea tu bienestar y siempre lo buscará primero que nada. - Kushina se levantó y caminó un poco por la habitación. –Minato nunca estuvo de acuerdo en arreglarte un matrimonio, yo tampoco consideré esa opción, así que el hecho de que ahora te veas obligado a casarte sin amor... - bajó la mirada con pena.
–Deja de preocuparte por mi, madre. - Naruto tomó entre sus manos las de la mayor, tratando de reconfortarla. –Estaré bien... Lady Hinata parece... - frunció el ceño al no saber cómo describirla.
–Tal vez si intentaras conocerla no te quedarías sin palabras.
El Uzumaki pensó en debatir, mas el relincho y trote de unos caballos arribando, llamaron su atención, haciéndolo acercarse de nuevo a la ventana y visualizar a su padre desmontando su caballo. Pasó saliva por su garganta y luego sintió el toque de la mano de su madre sobre su hombro, dándole su apoyo.
...
–Milord, el Guardian del Sur ha arribado. Minato Namikaze. - el rubio después de ser presentado, ingresó al despacho del Guardián del Norte, encontrándose después de muchos años con esa mirada malva completamente fría y laca de sentimiento. Hiashi Hyūga.
–No sé cómo llamarlo... Lord Uzumaki o Lord Namikaze... - el Guardián del Sur sonrió levemente.
–Minato, Lord Hideki. No me molesta que me llame por mi nombre.
