12. y no quise aprovechar el tiempo que tenía

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Dyan y yo nos quedamos unos minutos más antes de tener que separarnos, mi mano jamás dejó de temblar y él siempre tuvo un agarre en mi mano en todo ese tiempo

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Dyan y yo nos quedamos unos minutos más antes de tener que separarnos, mi mano jamás dejó de temblar y él siempre tuvo un agarre en mi mano en todo ese tiempo. ¿Cómo podía tomar mi mano como si nada? Él no era consciente de todo los fuegos artificiales que había en mi interior, el como su toque ardía pero era tan cálido que no importaba si quemaba, amaba la sensación de tomar su mano, o más bien, que él tomara la mía.

Mi respiración empezó a fallar entre los segundos que iban pasando, mis piernas estaban flaqueando y sentí que podría caerme. Aun así no me separé de Dylan, no hasta que ya no podía más, no podía soportar por tanto tiempo esa mirada, no podía soportar seguir viendo esos labios que mis ojos traviesos bajaban para verlos. Cuando me hipnoticé por ellos, decidí cortar el contacto.

Podría cometer una idiotez si me mantenía cerca.

Apenas pude formular una palabra para despedirme, estaba nervioso y ni siquiera pude disimularlo. Dylan me sonrió ampliamente, solo fue ver esa sonrisa que le dio el toque final para que yo dejara de funcionar. Se despidió como siempre, con una caricia en mis cabellos. Pero antes me ofreció llevarme a mi casa, tuve que negarme porque iba acompañar a mis amigos, sin embargo agradecí por su oferta.

Regresé con mis amigos, pero Andrew ya se había ido, supuse que sus padres lo habían recogido, solo deseé que no lo regañaran tanto.

—Pareciera que se iban a comer en algún momento —Liam fue el primero en romper el silencio, ya era hora que empezara a molestarme.

—No es así —inflé mis mejillas y desvié la mirada. —Solo le estaba curando la herida...

—¿A si se le llama hoy en día? —siguió Emma. —Y yo que recuerde nunca le golpearon en la cara, que curioso ¿no lo crees, Liam?

—Demasiado, pero ya sabes, la juventud de hoy en día. —alzó sus hombros como si fuera lo más obvio. —Nomás digo que ya son novios solo que aun no lo saben. Oh en este caso tu. —me apuntó con su dedo índice.

Llegamos a la casa de Liam para ayudarle con las heridas, él fue quien había recibido la mayoría. Aparte queríamos aligerar la culpa cuando le tenía que decir a su mamá. Por suerte el director no llamó a ningún padre de nosotros, sino la historia hubiera sido muy distinta, probablemente la mía me hubiera castigado por seguir siendo amigo de Liam, que ya me había dicho que no era buena influencia y demás.

Una vez empezó a decir comentarios ofensivos hacia él, no me quedé callado y lo defendí, Liam no merecía ese trato ni que mi mamá le dijera ese tipo de cosas. Esa vez fue la primera vez que me revelé con ella, podía meterse conmigo pero jamás con mis amigos. Se enojó porque lo defendí, me prometió que si se enteraba que Liam hizo algo malo ella misma me cambiaría de escuela para no tenerlo cerca, también le tenía un cierto desprecio porque según ella tenía un mal presentimiento, que hetero no lo veía del todo. Y solo me traería desgracias o que me llegaría a confundir. Le expliqué mucho hasta que dejara esas ideas, solo terminó aceptando pero mi madre no recibe a Liam a la casa por lo mismo, solo tiene esa amenaza vigente.

Palabras al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora