21.

42 4 15
                                    

Las cosas nunca pasan como uno se lo imagina, para bien o para mal. En mi caso, no podía decir mucho al respecto. Sin embargo, era algo que debía de pasar, ¿no?

Los días... Solo pasaron, no tenía palabras ni las fuerzas para describir los sucesos. Se sentía vacío, yo así me sentía, Emma y Liam lo sabían, incluso yo estaba al tanto de mi ánimo y situación, aunque ellos querían hablar del tema me negaba a hacerlo. Quería olvidarlo, pasar de página, dar un reinicio a todo, como si lo que pasó fue extinguido por las brasas del fuego que en ningún momento debió encenderse, que en ningún momento debió haber una chispa.

Cada vez que me atrevía a pensar en un tal vez no era mi culpa, me castigaba por ser capaz de querer reducir mi sentencia. Las miradas de los demás me ayudaban a recordar mis pecados, ellos me ayudaban a juzgarme por lo que hice, pero temía por eso, porque no se veían como simples miradas que yo creaba, en cambio parecían que realmente conocían mi secreto a pesar que mi mamá se encargó de eso, sabía que no debía preocuparme por eso, solo era mi imaginación por el peso de mis pecados, el recordatorio de mi subconsciente atormentándome.

Esa sensación tan horrible, de flechas hacia mi espalda y que si alzaba la mirada encontraría con ojos oscuros hacia mí, el hormigueo en mis manos cada vez que debía pasar por el salón de teatro, todos esos sentimientos tenían una razón.

—¿Es gay? Quien se lo hubiera imaginado. —escuché a penas mientras caminaba a mi salón. Tranquilízate, Ryan. No pueden estar hablando de ti, mamá se encargó de la situación, pero tómatelo como una advertencia.

—Que asco haber besado otro chico.

Apreté mis labios, sintiendo que ardían cuando lo escuché porque recordé de momento el ultimo beso que se atrevió a darme y que yo no negué, como todos los demás, tenía razón esa persona: Era asqueroso. Y de solo recordarlo me hacía retorcerme de furia, mi agarre en mi mochila se hizo más fuerte, hasta sentir que mis uñas se clavaban en la palma de mi mano. Negué entre mí. Solo era mi imaginación.

—¿Ya viste la foto? —susurró un compañero, enfrente de mí, a otro.—No le vuelvo a pedir algo, imagínate que se enamore de mí. —Mordí mi lengua.

No había duda sobre quien estaban hablando, aunque quise no entrar a esa clase, lo hice, ya que no tenia de otra ¿Qué más podía hacer en esos momentos? Mi mamá me lo dijo, me lo advirtió mi destino sería oscuro. Esperé a que ellos pasaran para ir corriendo a mi asiento.

Emma aun no llegaba y eso me causaba mas inseguridad, estar encerrado en ese salón con personas que señalaban y cuchichean cosas sobre ti, que no tienen una pizca de discreción, que a simple vista pareciera que lo hacen con esa intención para sentirte menos, como si todos se pusieron de acuerdo para dar aires de "Si, estamos hablando de ti, pequeño monstruo".

—Ryan, ¿eres tú verdad? —Leo me enseñó la foto que tanto había escuchado desde que entre a la escuela. —¿Qué se sintió?

¿Qué se sintió? 

Al principio que estaba tocando el cielo, una caricia de la vida que después se convirtió en heridas, para terminar cayendo en el infierno de la realidad. Fue repugnante haber sido parte de eso.

Emma llegó y solo así pude obtener algo de paz durante las siguientes horas de clases hasta llegar a receso donde Liam y Emma estaban preocupados porque ya todos parecían saber a acerca de lo que pasó, alguno todavía no me reconocían cuando pasaban entre ellos, sin embargo eso no duraría mucho, el rumor se esparciría rápidamente. Liam alegó que todo debió ser culpa de Mark y debía darle una lección, antes le había dicho que no se metería y en ese momento se lo volví a repetir. Terminó el receso y cada quien regresó a su salón. Me sentí inquieto ante la idea que Liam hiciera algo por puro impulso, Emma me aseguró que le enviaría mensajes de advertencia.  Estábamos guardando nuestras cosas antes de ir por Liam e irnos a casa, cuando vimos que todos corrían desesperados porque una pelea había empezado, Emma y yo no dudamos en salir con prisa, en el camino se escuchaba de quienes se trataba pero no sabían la razón. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 24, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Palabras al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora