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Desgraciadamente tuve que retirarme, pero eso también me dio tiempo para calmar mis latidos, lo hice sin pensar a lo que me sentí avergonzado una vez me fui de la cafetería. Estando en el auto, mi mamá me preguntó porque estaba tan rojo y sonriendo como idiota. Le conté cuando no me quedaba de otra, se emocionó como también me regañó alegando "Tampoco seas tan apresurado, vas asustar a Ryan. Capaz le dio un paro cardiaco por lo que hiciste"

Una vez me desocupé de mis deberes le mandé un mensaje a Ryan, saqué de tema lo que pasó, en ese momento deseé poder ver su reacción, presentía que estaba rojo como en aquel postre, solté una gran risa cuando pareció ponerse nervioso y escribir "Perdón te trabó mi cel jejjeje". Pero cuando me dijo que tenía problemas en casa, me preocupé al saber que podría ser, quise preguntarle pero sabía de alguna manera no me lo diría a lo que solo pude recordarle que contaba conmigo y estaba ahí.

Una de las cosas que me admiré desde el comienzo fue la gran capacidad de Ryan en poder pintar de esa manera, aquella que ves el esfuerzo que hizo a lo largo del tiempo para perfeccionar sus habilidades. Era talentoso, sus habilidades eran increíbles, podía hacer desde pequeños garabatos algo magníficos.

Lo malo es que su mamá no lo veía.

O tal vez no lo quería reconocer. Su comportamiento hacía él me ha hecho dudar muchas veces, no soy de juzgar a las personas a la primera, pero mas de una vez he visto llorar, estresarse, verlo abrumado, todo a relacionado a ella. Cuando no obtenía una calificación perfecta siempre tenía ese semblante que parecía haberse ido su mundo encima. 

Antes de que me fuera a dormir Liam me comentó que estaban haciendo recaudaciones para un bien común, no dudé en participar, pero le pregunté de que se trataba. No le di muchas vueltas hasta que me revelo de lo que realmente era, su mamá se los tiró. Entonces entendí porque tampoco quiso contarme.

Me sentí molesto al escuchar la verdad. ¿Realmente se atrevió a tirar sus pertenencias? ¿Por qué? Su hijo es una persona increíble, se esfuerza siempre, es amable, responsable, trata de mejorar cada vez que puede. No había necesidad de haberle tirado sus materiales. Liam ya no me quiso contar más, pero ataqué cabos, su mamá es muy estricta, suponer que prefiere que no pierda el tiempo fue mi conclusión mas acertada. 

Llegué temprano como habitualmente había hecho, esperando a Ryan porque según mis informantes, que fueron Emma y Liam, él llegaría como veinte minutos antes para no encontrarse con su mamá. Aprovecharía el momento para poder ayudarlo, en la mañana les platiqué brevemente a mis papás sobre lo sucedido, quisieron hacer algo y me sugirieron darle dinero, coincidí con ellos y con eso en menté me propuse a persuadirlo a que aceptara.

Lo que no esperé fue un pequeño show privado de él cantando a todo pulmón el opening de Haikyuu, saltando y tocando a lo que me imaginé una guitarra. Prometo que iba decirle que no estaba solo, pero verlo de esa manera no pude evitar solo admirarlo, aguantando la risa, evitando que se detuviera y cuando terminó haciendo una reverencia me vio.

Ver su rostro tan rojo, queriéndose ocultarse con algo lo hizo ver lo de mas tierno y no pude evitar reírme cuando hizo pequeños movimientos con sus manos. Me acerqué a él con la intención de acariciar sus lindos mofletes, sin embargo tuve que detenerme tratando de disimular, tomando su auricular. Después de bromear un poco con él, le di el dinero, se negó en todo momento como tenía previsto, aun así terminó aceptando, y mi manó que tenia en su sedoso cabello bajó a su mejilla, no logré controlarme y lo acaricié. En ese momento mi corazón parecía salirse de mi pecho.

Y el bello momento que formamos se fue directo al caño, cuando Violet nos interrumpió.

No fue su culpa, y no la tenía, porque yo también fui responsable, desde hace una semana habíamos estado estudiando juntos por petición de ella, no me pareció mala idea, aunque quería incluir mas de una vez a Ryan no quise molestarle, y realmente solo quería estudiar con él. Lo que no esperé es que debido a eso provocó un malentendido que casi me cuesta cualquier avance con Ryan. Lo noté cuando trató de retirarse, lo detuve para explicarle que no era de la forma que estaba pensando, su rostro de decepción me hizo preocuparme, y sus palabras casi dolidas hizo apresurarme a pedirle que se quedara.

No quería que hubiera mas malentendidos.

Aunque quise decirle en realidad era que deseaba estudiar con él, me detuve al tener a Violet cerca de nosotros, retractándome de mis palabras, pero Ryan me escuchó porque su rostro se acaloró ligeramente. Mientras me haya entendido me daba por bien servido.

[...]

Lo que mas me gustaba de él era su comportamiento tímido, donde se ponía nervioso al hablar con un hermoso color rojizo que adornaban sus bonitas mejillas. Ese pequeño belfo gordito que pronunciaba cuando se sentía avergonzado, haciendo su característico puchero, por eso me gustaba molestarlo apropósito, para ver esa tierna faceta de él.

O el como movía sus manos tratando de explicar algo demasiado rápido. Pero también me gustaba su otro lado donde hablaba con seguridad, sin ningún rastro de inseguridad, donde incluso me retaba, aquel Ryan que era juguetón y estaba cómodo conmigo. Cualquiera de esos lados me encantaba mirarlos, porque todo era parte de él. 

Y yo estaba enamorado de él.

La forma en que podía decirme algo super serio a algo random como que el pan concha es superior de todos, me hacia sonreír por sus ocurrencias. Teníamos varias cosas en común, y otras no tanto. Una de las cosas que podríamos hablar sin detenernos es por nuestro amor a las películas de Marvel, los dos éramos fanáticos del estudio, los superhéroes, mi favorito siempre ha sido Ironman mientras él escogía al Capitán América, vaya que dialogamos mucho de la película de Civil War, casi armábamos nuestra guerra cuando nos enteramos que éramos del equipo contrario del otro, al ver que no íbamos a terminar preferimos hablar de otro tema, otro cosa que también compartíamos era el gusto por la pintura, Ryan sabia muchas cosas acerca de pintores y su historia, a mi me llamaba la atención sobre cada historia que tuvieron los artistas con sus respectivas obras, así que lo escuché atento, el como me platicaba emocionado de algo que le gustaba.

Durante el trayecto para ir por sus nuevos materiales me platicó de los usos que le daría, y que el estilo al oleo era su favorito, por eso le pesó un poco al perder sus materiales porque le habían salido un poco caros. Le pregunté como los había comprado, revelándome que trabajó en vacaciones haciendo un poco de todo, pero donde había conseguido mas dinero fue siendo tutor de niños, y de vez en cuando en la preparatoria cuando hacían ciertas actividades donde se le pagaban a los estudiantes ahí era donde se postulaba, cuando lo mencionó recordé que mas de una vez lo vi limpiando las jardineras, pintando ciertas partes de la escuela. 

Antes de llegar a su casa lo animé, merecía mucho apoyo para continuar y no rendirse. Si quería hacer algo podía luchar e intentarlo. No iba decirle que ya sabía todo lo que pasó, pero mínimo iba darle consuelo. Verlo con su mirada apagada, queriendo decirme y retratándose al segundo, quise quitarle esa luz apagada.

Quise devolverle su luz.

Quise besarlo.

Acercarme a él, tenerlo tan cerca y que sus mirada sea solo mía, me impulsó a tomarlo de la barbilla con intenciones de probar sus labios. Un poco mas y nuestros labios rozarían.

Pero me detuve al verlo temblar.

Me apartó y eso no me importó, lo que si fue su respiración irregular, el como empezó a mirar por todos lados, buscando algo o tal vez esperando que no hubiera nada. Lo abracé para tranquilizarlo, aunque pareció funcionar nuevamente fui alejado. 

Verlo de esa manera y porque reaccionó de esa manera justo en ese momento, cerca de su casa hizo un clik en mi cabeza. Tenía una suposición del porque tuvo miedo. Le pedí que sonriera, no debía porque temer. 


Palabras al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora