13. Solo me atreví

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La llamada cortó el ambiente entre nosotros, verifiqué el número antes de contestar

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La llamada cortó el ambiente entre nosotros, verifiqué el número antes de contestar. Fue mi madre, diciéndome que ya debíamos regresar a la casa porque al siguiente día iríamos con mi abuelo debido a que estaba enfermo, en ese momento la imagen de mi abuelo estando acostado en cama llegó justo en mi pecho, a lo que le respondí que en unos minutos estaríamos en casa para ir lo más pronto posible en la mañana. Les comenté a mis amigos antes de retirarme, no sin antes decirme que todo estaría bien, les agradecí por su apoyo y llamé a mi hermano para irnos, quise despedirme de Dylan pero preferí no interrumpir.

—¿Cómo se la pasaron? —la voz de mi madre fue la que nos recibió una vez abrimos la puerta.—Vaya, me hiciste caso del disfraz.

Sonrió ligeramente y se acercó para saludar de beso a mi hermano, mientras conmigo fruncía el ceño a la par me veía detenidamente, no lo entendí hasta que recordé que no me había quitado el maquillaje. Ella no estaba del todo contenta que su hijo usara "ese tipo de cosas", problemas es lo que menos quería provocar.

—Ryan, ¿Por qué estás usando maquillaje? —su voz denotaba molestia.—Explícate ahora.

—Emma me aplico algo ligero, y por las prisas se me olvidó removerlo. —mi madre pareció relajar sus facciones con solo escuchar el nombre de mi amiga, no había dudas del porqué su cambio de actitud tan rápido.

—Te la paso solo por hoy, pero no vuelvas a dejar que te pongan eso. No es para ti. —dijo seria.—¿Y qué tal te la pasaste, Ángel?

—¡Fue genial! Nos divertimos mucho con los diferentes juegos, asusté a mis amigos en la casa del terror, vi la presentación de Emma y Liam, bailaron increíble, también el nuevo amigo de Ryan cantó, se lució con la canción. Mientras que Ryan se ganó los aplausos con su pintu-... —Ángel dejó de hablar cuando lo miré para que no continuara con lo que estaba diciendo.

—¿Su qué, Ángel? —interrogó.

—¡Su puntería!, es que le dio en el blanco pero como era su puesto no le dieron premio. Me retiro, mañana nos debemos despertar temprano. Buenas noches. —Ángel era pésimo en mentir, pero mi madre pareció no querer indagar más y solo le dijo que descansara.

—Buenas noches, madre. —quise seguir el paso a mi hermano, pero ella me detuvo alegando que tenía que hablar conmigo.

El mal presentimiento recorrió mi nuca, y mi sexto sentido se activó en cuanto pronunció esas palabras, deseaba con todas mis fuerzas que no dijera algo malo. Con su mano señaló el sillón, por lo cual me senté rápido esperando lo que tenía que decir.

—¿Quién es ese nuevo amigo? —sus brazos cruzados y el tono de su voz provocaron que tragara duro.

Para ella conocer todo lo que pasaba conmigo era fundamental, o más bien, le daba seguridad saber cualquier cosa relacionada desde lo que pasó hace años. Por suerte no me prohibió tener amistades, de hecho reconocía a Dylan como un amigo cuando vino a mi casa para hacer tareas o algún proyecto, no obstante ella le gustaba investigar que tipo de amigos tenía, por eso a él lo aceptó, era algo que me molestaba porque no tenía esa libertad, y denigraba a Liam. Desde que comencé mi amistad con Andrew jamás hablé de él, más que era un compañero inteligente, pero no mencioné que éramos amigos y no porque no quisiera, sino porque conocía a la perfección a mi madre y lo que haría.

Palabras al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora