𝗧𝗶𝗺𝗲 ᯓ 𝗔.𝗴 ⧼𝗧𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮⧽

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_____ Belrose.

Me miraba al espejo una y otra vez, sentía la necesidad de verme linda, solo quería verme bien... y siendo honesta odiaba tener ojeras en ese momento, así que no tuve de otra más que colocarme un poco de maquillaje.

Los días habían pasado muy rápidos y como de costumbre por las noches lo veía, con su guitarra y una sonrisa pegada a su rostro.

Ya era sábado por la tarde, estába nublado y comenzaban a escucharse gotas chocar contra la ventana, supuse que no tardaría en llover.

Justo al terminar de lavarme los dientes se escuchó que pegaron contra la puerta del baño. Me acerqué secandome las manos con una toalla, abrí la puerta con delicadeza y ví a mi madre parada frente a mí. Su semblante mostraba enojo, nada que me sorprendiera. Al verme las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

El olor a alcohol se adentro en mis fosas nasales al momento que dió un paso hacia mí.

– ¿Qué pasó? – Pregunté con el ceño fruncido, pero solo me soltó una fuerte bofetada.

Sentí como mis ojos empezaban a humedecerse por el gran impacto que tuvó hacia mí. No entendía nada.

– ¡Tú tienes la culpa de todo! – Exclamó sollozando y dándome otra bofetada en la misma mejilla.

Quería hablar, pero no podía. Ni siquiera tenía idea de lo que pasaba o lo que provocó de nuevo su molestia hacia mí.

Por instinto me toque la mejilla. Al sentir el tacto de la mano jadeé, me ardía demasiado.

Segundos después comenzaron a salir sus palabras hirientes y suficientes para hacerme sentir una basura más. Ella estába demasiado ebria, pero eso no la justificaba.

Por más daño que me hiciera jamás le levante la mano, no era capaz de ser igual a ella.

Me dolía todo el cuerpo, me dolía el alma, me dolía saber que no era lo suficiente para nadie y mucho menos para ella. No quería seguir así.

Sentí como paró y salió azotando la puerta haciéndome sobresaltar. Cuando escuché sus pasos alejarse me recargue en la puerta sollozando.

Toqué levemente mis brazos, sintiendo un ardor en ellos, había dejado unas marcas demasiado notorias.

Estába tirada en el piso recargada en la puerta del baño con un dolor muy grande en todo el cuerpo. Intente levantarme apoyándome de la perilla, pero fallaba repetidas veces. Respire hondo y con las pocas fuerzas que me quedaban me levanté.

Después de todo ya no tenía ganas de ir a donde dijo Aidan, pero no quería quedar mal. Me acomode el cabello, el rímel lo quité con desmaquillante ya que se había corrido al momento de llorar y me coloqué una blusa de manga larga para que no se vieran los golpes.