𝗧𝗶𝗺𝗲 ᯓ 𝗔.𝗴 ⧼𝗧𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮⧽

💌 21 💌

_____ Belrose.

Sentada en los asientos traseros del Uber miraba con detenimiento las calles. Conforme el auto avanzaba se podía apreciar las casas y los árboles pasar a una velocidad algo rápida.

Pegué la cabeza al vidrio y cerré los ojos mientras escuchaba música sobre los auriculares. Estaba llendo a la casa de Aidan, ya que era el día de su cumpleaños.

En la mañana había estado un rato con él, pero no lo felicité ni nada, ya que quería esperar hasta la noche en donde le harían la fiesta sorpresa y al parecer eso lo hizo sentir mal pues su mirada era distinta. Al notar eso traté de evitar cualquier tipo de pensamiento que me hiciera darle su abrazo en ese mismo momento.

- Hemos llegado a su destino - Habló el conductor en voz alta mientras detenía el auto frente a la casa de los Gallagher.

Abrí la puerta y salí, no sin antes pagarle en efectivo. Cerré la puerta y me paré frente a la casa.

Sin pensarlo mucho toqué la puerta y casi al instante abrieron, encontradome así con el rostro de señor Rob, quien sonrió levemente al verme.

Lo salude con un beso en la mejilla y me dejó entrar. Dí dos pasos al frente y miré de reojo alrededor, toda la casa estaba decorada con algunos globos verdes, y al parecer toda su familia ya estaba ahí, lo que hizo sentirme un poco nerviosa.

A lo lejos pude visualizar a la señora Lauren, sonreí ligeramente y me acerqué rápidamente a ella para saludarla. Luego de eso me presentó a su familia, los cuales me trataron muy bien en todo momento, haciéndome sentir cómoda.

💌...

Por fin eran las siete de la noche, lo que quería decir que no tardaría Aidan en llegar. Incluso le marcó a su madre, solo para decirle que estaba bien y que no se preocupara, ya que en unos minutos llegaría. Al terminar la llamada todos se colocaron frente a la puerta ansiosos, no sin antes apagar las luces.

Traté de pararme en un lugar no tan visible y esperé a que Aidan llegará. No pasaron ni cinco minutos cuando se pudo escuchar el claro sonido de unas llaves entrar en la cerradura.

Trague saliva nerviosa y luego de un par de segundos abrió la puerta para después encender la luz.

- ¡Feliz cumpleaños! - Gritaron todos al unísono.

Aidan frunció las cejas y una sonrisita se escapó de sus labios sin poder creerlo. Dejó sus cosas en el pequeño mueble que estaba a un costado de él y se acercó a su padres.

Sonreí con alegría y cierta nostalgia al ver como todos empezaban a pasar para darle su abrazo y un pequeño obsequio. Jamás supe como era el sentimiento de ver que tu familia te festejará de tal forma y te abrazara con total sinceridad.