𝗧𝗶𝗺𝗲 ᯓ 𝗔.𝗴 ⧼𝗧𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮⧽

♬ 7 ♬

_____ Belrose.

Los días siguientes se pasaban muy rápido. Mi madre no cambiaba para nada, a Aidan lo veía más seguido y hablabamos por videollamada cuando no podíamos vernos en persona.

Jamás me había sentido tan bien después de lo de mi padre hasta que llegó Aidan, él había llenado ese vacío que abundaba en mí.

Tome el lapicero empezando a hacer garabatos al final de la libreta mientras el profesor de sociales daba su clase. Me dolía todo el cuerpo, cualquiera que pasará a mi lado podía ver mi cansancio por los suelos.

Traté de dibujar una guitarra en la libreta, recordando a Aidan, pero quedo chueca, haciendome reír en voz baja. Deje de hacerla y sin razón alguna trazaba corazones pequeños en todo la hoja, ¿Por qué hacía corazones?

Sacudí la cabeza e hice como si estuviera prestando atención a la clase mientras pegaba el lapicero contra la butaca.

La mano del profesor tocó mi hombro, llamándome la atención por la falta de interés a su clase.

- ¿La tarea dónde está? - Preguntó, extendiendo el brazo para que se la diera.

- No la hice - Musite avergonzada.

No la había hecho y siendo honesta no recordaba que haya dejado alguna.

- ¿Dejára de hacer ruido con eso y pondrá atención a la clase? - Volvió a preguntar en voz alta, haciendo que todos mirarán en mí dirección.

Ser el centro de atención es detestable, y más en ese tipo de situaciones. Unos se susurran cosas y otros solo ríen mientras tú quedas en ridículo.

- No - Dije, cerrando la libreta.

Guarde todas las cosas en la mochila para colgarla en el brazo derecho y salir del salón molesta.

Subía el cierre de la chaqueta mientras bajaba con rapidez las escaleras. Podía escuchar los gritos del profesor para que regresara a lo lejos. Sin hacer caso a todo lo que decía baje las escaleras y escape del instituto. Era la primera vez que hacía algo así.

Al estar frente a las rejas de la parte trasera, tomé aire y comencé a escalarlas para pasar al otro lado.

Ya estando afuera me senté en el gigante árbol que estába a unas cuadras del instituto. Busqué en los bolsillos del pantalón el celular y marqué al primer número que apareció.

- Hola, ¿Cómo es... -

- ¿Podemos vernos? - Pregunté interrumpiendolo.

- Claro, mándame tu ubicación -

- Bien - Dije para mandarsela enseguida.

Mientras esperaba a que él llegara saqué el libro de siempre y comencé a leer.