𝗧𝗶𝗺𝗲 ᯓ 𝗔.𝗴 ⧼𝗧𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮⧽

💌 1 💌

_____ Belrose.

He tenido siempre serios problemas con mi madre, sobre todo cuando se trata del tema de papá. Son esos problemas que terminan a golpes de su parte. A él lo extrañaba, extrañaba su manera de seguir adelante a pesar de todo y sonreír frente a mí aún estando cansado. Le hubiera encantado que fuera igual a él en ese aspecto.

Si mi madre se iba con su nuevo "ligue" podía salir pues a pesar de todo no dejaba que hiciera exactamente lo que yo quisiera, en este caso ir a la estación. El tren se encontraba a las afueras de la ciudad, pero aquel día había decidido ir por última vez.

Caminaba por las calles de la ciudad mientras los brazos me dolían por los golpes de mi madre. Estaba llegando temprano, por primera vez. Después de las seis de la tarde todos bajaban y él ya se encontraba ahí.

La literatura la amo, siempre llevaba un libro para escuchar su calidad voz mientras leía en voz baja.

Observe la estación y comencé a caminar para luego sentarme en el asiento del fondo, buscando en el libro un cigarrillo. Pero me di cuenta que no estaba, bufé tratando de encontrarlo. Me comenzaba a desesperar, pero después de unos minutos la encontré al borde de las vías. Revise en los bolsillos de los jeans, buscando el encendedor hasta que lo encontré, sonreí al tomarlo.

Coloque el cigarro sobre mi boca y a unos segundos de encenderlo el sonido de algo caerse me detuvo. Frunci el entre cejo, observando a mi alrededor y mi vista cayó sobre alguien levantando sus cosas.

Con tan solo ver el estuche supe de quien se trataba. Veía como intentaba recogerlas, aunque fallaba una y otra vez. Solté una pequeña risa.

Desvíe la mirada y prendí el cigarro, dándole una calada. Regresé mi vista a él y ya se encontraba sentado en su respectivo lugar, acomodando algunas cosas.

Aún era temprano, así que me dispuse a escuchar música sobre los auriculares.

Pude notar que el tren ya llegaba. Apague la música, tomé el libro y comencé a leer. El sonido del tren llegar, la gente hablar y pasar de un lado a otro me desconcentraba mucho, hasta que escuche aquella dulce y melodiosa voz que tanto amaba. Sonreí inconscientemente y seguí leyendo.

Luego de un rato el lugar comenzaba a estar solitario. Rápidamente me puse de pie y cerré el libro para después recargarme en la pared, observando como recogía de nuevo sus cosas, estando de espaldas. Sonreí una última vez y me dispuse a caminar para retirarme.

Pasaba casi al borde de la vías distraída y sin notarlo tropece con alguien, mis reflejos fueron tan rápidos que pude detener a quien estaba a punto de caer.

Mi mirada se perdió en los ojos verdes de aquel azabache que había llamando mi atención hace bastante tiempo. Lo sujetaba con fuerza de la polera azul que llevaba puesta.