Segunda escala

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Mucho he hablado sobre mi. Es probable que se deba a la facilidad con la que un escritor encuentra desplazar sus pensamientos y dejarlos impresos en un papel o en un blog como este. Sé que ustedes lo ven repleto de letras y signos de puntuación, pero la maravilla detrás del proceso de creación, es enfrentar el imponente lienzo blanco. 

Pasaron las semanas y por ende llegaron las oportunidades para seguir conociéndonos. Nuestro segundo encuentro nos volvió a instalar en la colonia Roma. No nos juzguen, en plena pandemia esta zona es la que tiene el mayor número de opciones gastronómicas de la ciudad, en caso de que algún restaurante quiera cerrar antes, sin previo aviso. 

La idea original apuntaba Madre Café, lugar en el que yo había estado 7 meses atrás por motivo de mi cumpleaños #28, celebración que presumí realizar sin las futuras limitaciones del Covid. Cuando estuve ahí por primera vez, la comida me encantó. Recuerdo haber pedido un pulpo a la plancha, tan tostado que parecía chicharrón. Soy amante de los carajillos y aunque nunca pregunté si él lo era también, asumí que sería fácil encontrarle en la carta algo que lo complaciera fácilmente. A juzgar por mis 2 experiencias anteriores, él no era de gustos particulares. 

Para nuestra sorpresa y pese a la reservación, el restaurante no pudo atendernos por un ajuste en el horario, como dije antes, sin previo aviso. No sé si ustedes recuerden o si también les pasó, pero cuando todo era casi apocalíptico, los semáforos por delegación y las restricciones que los negocios padecían, eran el pan de todos los días. Dejando a un lado todo tipo de complejidades, entramos al restaurante de a lado que extendía su horario 45 minutos, tiempo suficiente para comer, pero tal vez no para conversar, pensé. 

Nos sentamos y aunque no recuerdo ni siquiera el nombre del lugar, al final si pude disfrutar mi carajillo. La conversación fue un viaje al pasado sin escalas. ¿Dónde estudiaste?, ¿por qué elegiste la carrera que ahora ejerces?, ¡qué viaje tan increíble!, pensé después de que me contara una de sus aventuras por el viejo continente. Esa noche incluso hablamos de viejos amores y desenterramos algunas heridas anteriores. 

No me incomodé. Jamás lo hice. 

En las oportunidades que he tenido para interactuar con otras personas, aprendí a no juzgar a nadie por su pasado, ni permitir que esos recuerdos se conviertan en rotundos testigos. De hecho... ¿les confieso algo?, sonrío discretamente mientras escribo porque soy una apasionada de saber la verdad. Lo adjudico a mi profesión de periodista. Me encanta que la gente me cuente su versión de las cosas como única y legítima, no porque desde un inicio no confié en esa historia, sino porque me resulta intrigante reconocer cual es la perspectiva de una historia para una persona, contra la misma historia contada por la otra persona involucrada. 

Cuando él me habló de su ex novia, lo primero que pude notar es que lo hacía con cautela, a lo mejor suficientes problemas tuvieron, como para querer evitar caer en detalles. También recuerdo que siempre se refirió a ella con respeto. Incluso ahora que han pasado muchos meses desde aquella primera vez, e incluso después de que ella ha visitado con frecuencia nuestras conversaciones. Sinceramente no he notado cambios en su actitud. 

Reconozco que su paciencia ante el tema y su natural extrañeza ante mi interés, fueron dos cosas que se quedaron grabadas en mi memoria. Al menos sabe manejar la situación, pensé. 

A ella la conozco. De lejos, nunca fuimos cercanas, coincidíamos por casualidad porque compartimos amigas. Desconozco su historia, no sé donde vive, a qué se dedica, cuantas personas conforman su familia, qué estudió, a dónde viaja o con quién sale. Bueno... eso fue antes de los mensajes. 

La noche en que abordamos por primera vez el tema de la ex, nada saltó a mi vista. Me refiero a que no eran amigos, no quedaron en "increíbles términos", y solo la herencia de la adopción de una gatita era lo que forzadamente podría seguir "uniéndolos". 

El amor en tiempos digitalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora