¿eres tu?...no te creo

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cuando llegamos a casa, Ryo estaba en las piernas de Zac, mientras que el estaba escribiendo algo en su computadora, yamil y yo nos aguantamos la risa para no molestarlos, pero ya se hacia tarde y tenia otras cosas que hacer.

- Perdonen interrumpir...lo que sea que estén haciendo, pero tenemos cosas que hacer con yamil mas tarde- digo para que no me de una dosis de diabetes.

- A, si, si, perdón...vamos- Ryo estaba roja de la vergüenza, tome el brazo de yamil con cuidado y nos fuimos hasta una de las camionetas blindadas de Zac, les hare un resumen. Esta casa tiene segundo piso y un sótano, en el segundo piso están todas las habitaciones, son 5 en total, una para mi, otra para Zac y las otras 3 para las visitas, por que cuando las hay viene Akira, James y Carlos, últimamente Ryo se esta quedando con Zac así que no me meto mucho ahí, con tal de que no se ponga en nuestra contra todo bien.

El primer piso, es donde hay cocina/comedor al estilo americano, una sala de estar y un gimnasio personal y en el sótano, hay una puerta secreta que solo yo, Zac y yamil saben que existe, en este están todas las armas, computadoras y un par de habitaciones donde dejo a hombres que no me cayeron bien o me faltaron el respeto.

Tome las llaves de la camioneta que vamos a usar y la puse en marcha, yamil a estado muy silenciosa últimamente...

- ¿Qué pasa? -digo directa, ella sabe perfectamente como soy, llevamos 3 años de amistad, y en ese tiempo la deje que me conociera. Pero no todo, la única parte que no dejo que nadie vea, se podría decir que es mi lado lucifer.

- No se de que hablas- dijo tajante...bien, perfecto, ya se que pasa...o eso creo.

- ¿es tu hermano? -ella frunce el ceño y mira por la ventana, niego con la cabeza ¿Por qué siempre son lo hermanos?, hecho el asiento hacia atrás y la miro con una ceja alzada- si no me dices no te diré que paso hace rato, y fue muy gracioso- ella me mira de inmediato, su punto débil es la curiosidad.

- Llego a corea, dijo que tenia unas cosas pendientes acá- fruncí el ceño.

- ¿y?, no veo la razón por la que estés así- digo obvia, ella no habla mucho de su familia, solo se que la criaron sus abuelos, por que sus padres estaban ocupados con su hermano, por que siempre se metía en problemas y esas cosas.

- Es por que las cosas pendientes que tiene aquí, dijo que quiere encontrar a lucifer...y para eso va a hacer formar alianza con los Yakuza- tense la mandíbula. La entiendo perfectamente, a ella nunca le dieron el derecho de hablar mucho menos opinar sobre asuntos de "adultos", mi padre, bueno,, Josh era así conmigo, solo que a ella no la golpean por hacerlo.

- Tu tranquila, soy la mas zorra aquí, nadie cuenta con mi astucia, y aun que lograran encontrarme, siempre tengo un has bajo la manga- digo golpeando su hombro ligeramente y ella sonríe.

- Tienes razón...- ríe un poco- pero dime que paso hace rato- me rio también.

- Pues, te había dicho que mis padres me dijeron que les ayudara con un trabajo ¿no? -ella asiente mientras me escucha atentamente- pues el tipo llego como media hora tarde de lo acordado, y cuando llego se hiso el choro así como, "tu no eres nada, ¿Dónde están los di' Ángelo?" -dije imitando la voz del hombre, ella frunció el ceño- perdón, se me olvida que no entiendes mi idioma, quiero decir que se hiso el que se sabe todo y se hiso el macho alfa- ella asintió- la cosa es que trajeron la mitad de lo acordado, le di un golpe en la mandíbula que cayo al suelo aturdido- reí- le dije, "me traes el doble de lo acordado para pasado mañana o te daré pedazo por pedazo a toda tu familia" -dije haciendo mi voz de hombre-

- No me digas, se asusto y se meo en los pantalones

- Casi, pero la cosa es que tenemos guardaespaldas para mañana, así que si quieres comprar ropa con estilo para mañana- hago un movimiento con mi pelo como una diva- llámame

la mafia de un ruso [SEGUNDO LIBRO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora